Cap 15

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Nos dirigimos a la mesa saludamos a todos sus tíos; Claudia, tía Fernanda y Bernard por parte de su madre y por parte de su padre sus tíos eran: Manuel, Maritza esta era muy simpática desde que la vi supe que nos llevaríamos bien y Natalia ella si era más reservada sin duda.

-Madre y Padre, ella es Ester -ambos dirigieron su mirada hacia mí.

-Pero que linda chica Francisco donde la tenías escondida -dijo su madre.

-Mucho gusto. -dije con mi mejor sonrisa, la había practicado toda la noche. -trajimos este postre.

-Ella lo preparó madre y hace los mejores- dijo con orgullo Fran.

-Gracias chicos, tomen asiento para poder empezar el almuerzo -dijo su padre.

Todo el almuerzo estuvo bien nadie me veía de la forma en que creí que lo harían excepto su tía Natalia ella me veía de mal modo y su hermana lo notó.

-Tranquila- dijo Maritza-ella es así al principio.

-Gracias es un consuelo.

-Eres muy linda ¿A qué te dedicas?

-Estudio aún.

-Oh eres muy joven ¿20 años talvez?
-No aún no faltan unos meses y cumpliré 18 años.

-Que bandido mi sobrino.

-Si ya vez.

-Lo veo mejor que antes a decir verdad ¿hace cuánto salen?

-Seis meses ya casi cumplimos los siete.

-Espero sigan juntos.

Marcos pidió nuestra atención para brindar.

-Hoy hace 37 años Dios me dio la oportunidad conocer a esta bella princesa es la mejor, cuando ya no tengo ánimos ella me los da y tengo el enorme placer de tenerla todos los días de mi vida me ha dado hijos hermosos, porque ha compartido su amor conmigo, por eso y más la amo.
Todos brindamos y Fran me llamó.

-Ven aquí.

Me dirigí al otro lado de la mesa y me senté en sus regazos.
Luego vinieron las palabras de su madre:

-Gracias a Dios por poner este hombre tan lindo, inteligente y es el más detallista que he conocido por eso y más doy gracias infinitas por tenerlo conmigo hoy gracias a él tengo hermosos hijos y nietos que quiero con todo mi corazón.

Todos brindamos, ya cuando todos se disponían a partir el pastel le dije a Fran que necesitaba ir al baño, me dirigió hasta la puerta y me espero.

Francisco

-Debes de sacarla de aquí ¡ahora! -dijo Maritza.

- ¿Que?

-Sólo hazlo por su bien acaba de llegar Glenda, alguien le avisó -Maldición esto no es enserio.

-Ester-llame a su puerta.

-Ya salgo. Espera.

-No, ahora.

Salí de ahí con Ester de mi mano nos subimos al auto y ella tenía cara de pocos amigos.

- ¿Qué demonios te sucede? -preguntó, pero yo ignore su pregunta y acelere el auto.

-Detente -gritó, pero no lo quería hacer así que se quitó el cinturón de seguridad- Maldita sea me tiraré si no te detienes y me explicas. - lo decía enserio así que para evitarlo mejor me detuve.

-Dime que pasó ahí y porque me sacaste de ese modo. -dijo más tranquila.

-No lo sé -mentí.

Se bajó del auto y se puso a caminar entonces decidí seguirla, después de un rato de caminar le dije:
-Ella estaba ahí -se detuvo-Yo no quería que te hiciera daño Maritza fue quien me pidió que te sacará de ahí y sinceramente lo hice porque la conozco y sé que esto hoy no hubiera terminado bien.

-Gracias, pero a la próxima explica lo que harás porque yo quiero que ella sepa que existo o ¿acaso me ocultas?

-Jamás ni lo pienses.

Caminamos otra cuadra hasta que se volvió a detener.

- ¿Estás dispuesto hacer cualquier cosa por mí?

-Claro -dije sin dudar.

-Una vez pensé que cuando realmente me enamorará de alguien quería poder llegar juntos a hacernos un tatuaje. Y mira ahí -Señaló un lugar donde efectivamente hacían tatuajes- ¿Quieres?

-Sí, pero tú eliges cuál me hago.

-De acuerdo.

Llegamos y ella eligió uno que decía "Todo en el amor" yo elegí un ancla y lo elegí por ella ya que ella literalmente estaba anclada en mi corazón.

- ¿En qué parte lo quiere joven? -pregunto el que me lo iba hacer.

-Aquí -dije señalando mi cuello, sé que ella ama darme besos aquí, así que será una razón más para que lo haga. Ella decidió hacerlo en su cadera.

Mientras le hacían el de ella, le tome su mano. Antes de salir de lugar nos dieron indicaciones para cuidarnos ambos tatuajes.

-Iré por el auto.

-Te espero.

Me da tanto gusto poder tenerla conmigo y que nuestros problemas se resuelvan de la mejor manera.
El auto estaba bastante lejos por lo que me tocó caminar mucho llegue subí al auto me puse el cinturón de seguridad y salí a buscarla.
Cuando la vi esperando por mi ahí aparque y espere a que subiera.

-Me muero por darte un beso en esa ancla.

-Te juro que serás la primera.-
Puedo jurar que nunca estaré con nadie más que no sea ella.- Gracias por estar aquí mi amor. Te amo.

-Yo te amo más que a nada en este planeta, sabes estar contigo está semana fue la mejor decisión.

-Estoy de acuerdo con eso, no lo cambiaría por nada.

-Todo lo que he vivido lo llevo aquí justo en mi corazón.

Después de todo lo que dijimos lo sellamos con un casto beso. Dejó su mano sobre mi mano. Puse en marcha el auto sin percatarme de que ella no traía el cinturón de seguridad, quizás fue por el momento. Después de ahí sólo recuerdo que todo sucedió en cámara lenta vi que venía un perro en media calle pero que al otro lado de la vía venía otro vehículo traté de esquivar al perrito, pero yo no pude controlar mi auto frené, pero no fue tan rápido, de pronto nos encontramos con un poste de electricidad que nos detuvo. Intenté buscarla, pero no lo tenía a mi lado.

- ¡Ester! -grite- ¡Pequeña! -pero no hubo respuesta. No podía moverme la quise buscar de nuevo, pero no tuve fuerzas, mi corazón latía muy rápidamente.

-Mi amor por favor, perdóname. -Fue todo lo que dije después de ahí no tengo recuerdos de que más sucedió sólo recuerdo una sirena acercarse.

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