Prólogo

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¿Dios? Que seria de dios sin la adoración, sin afecto, que seria del pobre dios sin el alimento de las oraciones, sin la creencia de sus borregos, de su ganado, los creo a su imagen para gloriarse en ellos, para reflejar su complejo narcisita en quienes ha hecho creer sus hijos... la humanidad, a quien puso por encima de nuestra gloria, por encima de los únicos que podían entenderlo, nosotros sus primogénitos, si creación primera, somos la puta que desterró del paraíso, la incondicional, esa amante llena de deseo y amor de dios, sedientos de su gloria.

Nos revelamos hacia el hacia nuestro padre ... No, Nuestro Amor, no por odio, no por vanidad fue por devoción, estuvimos con Dios desde la creación del universo, miramos cada capricho en su creación, lo inspiramos con la violencia del universo, las tempestades de las tormentas de mundos recién nacidos, encontraba belleza e inspiración en nuestros rostros para su obra, la pureza de los animales pero al mismo tiempo su salvajismo, la belleza del fuego en una danza que puede consumir continentes enteros, pero eso al buen dios no le bastó ... la creo a ella, a su ramera, aquella que lo desprecia, que lo niega, que lo humilla y hace mofas del buen Dios, y no obstante nos obligo a nosotros, a rendirle homenaje a esa puta llamada humanidad, esa obscena raza fue puesta sobre todos nosotros no para adorar a dios como lo hacíamos en el paraíso, sino para que el tuviera a quien adorar, imposible permanecer en silencio nuestro amor por dios era tan grande como nuestros celos, y ese acto nos indignó profundamente; cuando nos levantamos contra el, prometimos una sola cosa que no hemos dejado de cumplir a lo largo de los siglos "querido dios, no pasará un solo día sin que demostremos que la humanidad no es merecedora de tu amor, que la humanidad te rechazará, se burlara y negara, que la humanidad, esa bella amante que ahora vez florecer sería capaz de enterrarte con tal de avanzar por si misma", y no ha pasado un solo día desde su creación en que hallamos puesto el mayor empeño para demostrarlo.

Dios en su infinita sabiduría nos desterró, pero no a todos al infierno a sus ángeles mas amados nos dio un castigo peor, vivir entre su creación, vivir entre los hombres recordándonos el amor que alguna vez tuvimos por dios en el odio y asco que nos produce su creación, en el odio que nos produce la humanidad.

Fragmento de las tablas de Bad Tibira, Babilonia 1746 Antes de Cristo

Se que están ahí, Simoné los he visto, son como nosotros, te lo juro querida hermana, nada los distingue de los demás, rien, lloran, tienen familias, pero no son como nosotros, no diría que hay algo malévolo en ellos, son tan espirituales como cualquiera pero hay algo, algo terrible difícil de explicar, como si un odio arraigado y misterioso los quemara, finjen vidas normales Simoné pero son monstruos, no como en los cuentos se describen, sus actos en si son monstruosos y mas aun porque nadie los nota, se meten en tu mente, te carcomen el corazón, los años no les importan tienen la eternidad por delante, te destruyen querida hermana, te llevan a lugares donde jamas imaginaste, parecen ser tus amigos, te apoyan en un principio pero son arañas ponosñosas y viciosas jugando con una mosca. Recuerdas a Francois? Parece tan real, parece, tan nítido, pero has visto alguna vez a su familia? Has entrado a su casa? Conoces una dirección postal? Dice que trabaja pero siempre tiene el tiempo disponible, aquel caballero que presenta como su hermano no es su hermano en realidad, no encuentras tenebroso su encanto, al final haciendo reflexión no se nada de el, solo puedo confiar en lo que me cuenta y dar por hecho que es real, con esas reflexiones decidí seguirlo un día. Fui cuidadosa de no delatarme, su vida parecía de lo mas ordinaria, lo seguí hasta una casa, la supuesta casa de sus padres la que nunca visitamos, lo vi en la modesta casa, sin la pompa y ostento que el describía, mas que un hogar parecía un almacén, me llené de furia al pensarlo como un charlatán, un pobre diablo que alardeaba de bienes y lujos viviendo modestamente en una "choza" pero mi curiosidad era mayor que mi indignación, así que fragüe un plan para la semana siguiente, decidí citarlo en entrevista en el chalet de Correze lo suficientemente alejado para darme tiempo a mi maniobra la cual consistía en allanar su propiedad mientras el no estaba, tu me conoces mi curiosidad no tiene limites.

El día pactado espere el momento de su salida, me sorprendió ver un carruaje pasar por el un carruaje digno de Francois y sus excesos, el conductor era el mismo de siempre, ese viejo calvo con aspecto de sapo del que tanto nos burlamos en casa de Marguerite, deje pasar unos minutos y me aproxime a la casa, era modesta, casi escondida entre las demás edificaciones, una sola planta, rodee el pequeño y descuidado jardín para ver mejor y no había nada en su interior, ni muebles, decoración, nada, solo cuadernos, cientos de ellos, apilados en columnas, una mesa y una extraña silla, como si fuera de monta hecha de cuero pero con 3 pies, busque una ventana abierta para entrar, pero todas se encontraban perfectamente cerradas, a punto de desistir se me ocurrio una idea absurda como ilógica, probar la puerta principal, la cual se abrió al mínimo contacto como si la casa me invitara a entrar, se que suena a cliché pero la casa era helada, un solo cuarto, los libros regados en el piso sin ningún orden, me adelante a tomar el que estaba en la mesa, idéntico a los demás en la portada solo estaba el nombre "Francois Aubriot" lo que lei en su interior me dejo sin aliento, eran todas las conversaciones que había tenido a lo largo de días que se extendían por semanas y meses, las mismas palabras que había usado conmigo y yo con el cada punto y como de la conversación estaba ahí, sin fecha pero en un orden cronológico, tome otro libro y lo mismo, el único detalle era la portada " Francois Levallois" "Francois Eluchans" "Francois Pinaud" cada libro con cientos de conversaciones, cada diario con un nombre diferente, imposibles de catalogar cual era mas antiguo que el anterior, todos parecían nuevos y recién escritos, trate de sentarme en la silla para leer a detalle pues mis piernas se debilitaron con la impresión, no logre mantenerme en equilibrio sobre ella, una silla peculiar de 3 patas y un asiento de una extraña piel que me pareció grotescamente familiar pero desconocida. Las horas se me fueron, sin darme cuenta la noche calló, Francois debio haberme sorprendido horas antes pero jamás se presentó, al darme cuenta de la hora corrí presa del pánico, maldigo el momento en que deje los libros sin tomar uno siquiera para comprobar que no lo soñé. No volví a ver a Francois, viajo a Africa a supervisar las obras de su "padre" aunque aun me escribe y sus cartas me llenan de terror, hay algo maligno en ellas, las siento como una amenaza, querida Simoné no confíes en quien no conoces, no confíes en quien se acerca demasiado, trabajan en manada te odian y quieren verte sufrir, por cierto la silla en la que me senté no era una silla, investigue a fondo y al parecer era un recipiente ceremonial para el dios Sumerio Nergal a quien solían ofrecer corazones como sacrificio, querida Simoné, mi corazón esta apesadumbrado desde ese día, prométeme que serás cautelosa. Te quiere: Poupette .

Carta de Helen de Beauvoir a su hermana Simone deBeauvoir Francia 1944

Daemon Ex MachinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora