4. Perdón

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Cerré mis ojos fuertemente cuando mi madre abrió la puerta, y por mi mente ya pasaban quinientas excusas para explicar el por que un chico estaba en mi habitación sin su consentimiento. Abrí el ojo derecho primero, esperando encontrar a mi madre enfadada, pero solo encontré a mi madre agachada junto a la cama buscando su collar.

¿Dónde está Isaac?

-¡Oh aquí está!- Dijo mamá sosteniendo el collar de plata fina en sus manos.

-De verdad no estaba allí esta mañana- Dije aún observando por mi habitación buscando algún rastro de Isaac. Nada.

-Presta mas atención, Elena- Dijo asomándose por la ventana- Ya la camioneta no está, que raro.

-Ni idea- Dije saliendo de mi cuarto y bajando las escaleras- ¿Harás comida o compraron?

-¡Compramos tacos!- Dijo papá lanzándome uno.

-¡Siiiiii!- Dije abriéndolo, mi comida favorita. Mamá rodo los ojos.

-Siempre opino que es mejor la pizza- Dijo ella abriendo un taco.

Reí. Mi teléfono vibró, era un mensaje de Maph.
"¿Dónde estás metida? Fui a buscarte un desayuno, cuando regresé ya no estabas. Isaac no se despego de la enfermería ni un solo momento!!!."

Sonreí y respondí: "Solo se sentía culpable, relajate, te tengo que contar, ven a la casa luego"

Instantáneamente las dos palomitas se pusieron en azúl, a Maph realmente le gustaba saber todo, era como un archivo, sabía un secreto o algún cuento de cualquier persona que conociera, ella aplicaba la de "La curiosidad mató al gato, pero murió sabiendo"

"Ok, espérame"

Leí el mensaje e iba a bloquear el teléfono cuando me acorde de Isaac, ¿Le escribía?
Lógicamente el no seguía aquí, por que ya su camioneta no estaba, y no quería ser fastidiosa, ya el había hecho bastante por mí hoy, si me lo topaba en la escuela le preguntaría. Mientras, yo seguía devorando mi taco.

Luego de que terminaramos de comer y antes de que mis papás se fueran llegó Maph. Le conté todo lo que había pasado, desde que me desperté aturdida en el hospital, hasta el momento en el que tuve que dejarlo solo en mi habitación por el hecho de que mis papás habían llegado. Ella estaba realmente emocionada, dijo que era un chico demasiado lindo, tanto físicamente como en personalidad, o al menos hasta donde ella habló con el antes de que me fuera a buscar un desayuno. No me especificó de que hablaron, pero me dijo que en un momento el le empezó a hablar de sus mejores amigos, quienes parecían ser Joshua y Micah, así que ella ya había ideado un plan en su cabeza, para que Isaac la ayudara con Joshua, obviamente no le había mencionado nada a Isaac, y dijo que ese chico sería su complice, entre todo eso me reía por las expresiones de Maph cuando hablaba de Joshua, de verdad su atracción a Joshua era bastante seria.

Tuve la tentación de escribirle a Isaac en toda la tarde, incluso busque su contacto y ya le había escrito un mensaje, pero recordé todo lo que hizo por mí, y no quería ser un chicle en su zapato, por lo cual decidí quedarme tranquila y esperar hasta el otro día.

Llegué a la escuela queriendo saber desde un principio en que momento se fue Isaac y por donde había salido, mi habitación está en la parte de arriba así que, ni de chiste bajó por la ventana, pero ¿en que momento había bajado las escaleras? Pensando esta y otras tonterías más atravesé el pasillo de la escuela, a lo que vi a Isaac parado en frente -del que creo- su casillero sacando unos libros, acelere mi paso para llegar antes de que se fuera.

-¡Hey!- Dije llamando su atención.

-Hey Elena ¿Que tal?- Dijo terminando de escoger sus libros y cerrando su casillero.

-Ahm, bien- Dije un poco desubicada. Genial, había pasado toda la tarde de ayer pensando en el asunto y ya hoy no tenía ni la mínima idea de que le preguntaría- Perdón por lo de ayer.

-¿Por que me pides perdón?- Preguntó confundido.

-Por toda la molestia de ayer y...- Fui interrumpida.

-Creí que ya habíamos superado esta parte. Te repito, no fue una molestia- Dijo fastidiado.

-No me refiero a eso Isaac, me refería a la parte en la que te dejé botado en mi habitación.

-Ahh, eso. Tampoco fue una molestia, relajate- Dijo calmado- ¿Puedes dejar de disculparte ya?

-Bueno está bien, perdón. Perdón por perdir perdón otra vez- Hice una mueca de desagrado para mi misma- Creo que no soy buena para esto.

Soltó una carcajada- Me di cuenta. Por cierto, bajar las escaleras sin que tus papás se dieran cuenta fue algo bastante fácil- Sonrió triunfador mientras yo reía nerviosa- ¿Que clase tienes ahorita?

-Historia- Dije y el pasó su brazo por mi hombro mientras caminabamos- ¿Tienes la misma?

-No, yo tengo química pero creo que dan historia en el aula del frente- Dijo y se volteo para saludar a uno de sus amigos -que ahora caminaba a nuestro lado- que estaba con el ayer, Maph me dijo que su nombre era... Micah, creo.

-Hey bro, dijo este pasando sus libros al otro brazo para saludar a Isaac- ¡Hey! ¿Tu eres?

-Es mi amiga Elena- Le respondió Isaac a Micah- La del balonazo de ayer.

-¡Oh ya recorde!- Un gusto.

-Igualmente- dije y sonreí.

-¿Cómo está tu naríz? Realmente lo siento por eso- Dijo y Isaac rodó los ojos, supongo que por el lo siento.

-Parezco Rodolfo, pero estoy bien, no te preocupes- Dije riendo.

-Hasta aquí llego- Dijo Isaac quitando su brazo sobre mi hombro- Adiós- Hizo una seña y entró en su salón.

-¿Que te toca ahora?- Pregunto Micah.

-Historia- Dije caminando a la puerta que queda al otro lado del pasillo.

-Bueno a mi también, ¿entramos?

-Seguro- Dije abriendo la puerta y entrando al salón.

En toda esa clase me senté al lado de Micah, solo puedo decir que es bastante hiperactivo, no solo por que me estuvo molestando durante toda la clase, si no por que... Oh si, si es por eso. Pero también es muy fácil hablar con el, y la verdad es que hace reir en los momentos menos indicados, gracias a Dios no nos sacaron, solo por que dijo que era su culpa y que no volvería a ocurrir, y yo me seguía riendo, mientras el susurraba que no ayudaba mucho.

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