13 de octubre de 1985.
10:00 am.
El timbre sonó, haciendo que el rizado alejara su vista de aquel cuaderno que lo acompañaba desde sus más tiernos años. Dejó la pluma en el tintero y se dirigió rápidamente a la puerta.
—Buenos días, joven Styles. —escuchó apenas abrió la puerta.
—Buenos días, señor Harrison. —respondió el rizado, tomando el montón de sobres y el periódico que le ofrecía el cartero. —¿Le gustaría pasar y servirse una taza de té? Es una mañana fría.
—Oh, no se preocupe, joven. —sonrió el anciano. —Ha sido una mañana tranquila, ya pronto volveré a casa a descansar.
—De acuerdo, señor. Si así prefiere. —Harry se encogió de hombros. —Que tenga un buen día.
—También usted, joven. —dijo el anciano, retrocediendo para retomar su camino. —Nos vemos pronto.
Harry puso las cartas y el periódico debajo de su brazo para cerrar la puerta, acto seguido frotó sus manos para que volviesen a entrar en calor. Realmente hacía frío afuera para estar en pleno otoño, el rizado no quería ni imaginar lo fuerte que golpearía el invierno en las calles de Chapel Town.
Chapel Town era una pequeña ciudad residencial de Leeds, que se ubicaba a 2 kilómetros y un poco más del centro. Era un sitio bastante tranquilo para vivir y Harry estaba completamente conforme con el barrio en el que vivía, alejado del ajetreo diario que se vivía en el centro de la ciudad.
El rizado dejó los sobres sobre la mesa y se dirigió a la cocina, con la intención de prepararse una taza de té para eliminar por completo el frío de su cuerpo. Su cuaderno descansaba junto a aquellos sobres, abierto de par en par, invitándolo a volver a tomar asiento y a terminar lo que estaba escribiendo antes de la pequeña interrupción.
Una vez que tuvo su taza de té en mano, tomó asiento nuevamente en la mesa. Ojeando el periódico de aquel día.
Freddie Mercury aparecía en la portada. Ese día se cumplían 3 meses desde la realización del Live Aid en Wembley y nadie podía superar aún los 21 minutos de gloria de Queen sobre el escenario. Definitivamente era un hito que quedaría grabado en la historia de la música y, por qué no, en la historia de la humanidad.
Dejó el periódico a un lado, acercando nuevamente su cuaderno y su tintero, dispuesto a terminar de contarle a su diario aquello que pasaba por su cabeza.
"Querido Diario:
El día de hoy Aiden ha estado actuando de manera extraña, ni siquiera me dirigió la mirada antes de marcharse de casa. No tengo idea de donde habrá ido, por lo que tengo entendido, hoy tenía el día libre en el trabajo.
No quiero pensar mal de él, si no me quisiera estoy seguro que no se hubiese tomado la molestia de pedirme que me case con él... ¿Cierto?
Claramente no será una boda convencional, las personas como nosotros son literalmente ilegales y lo que menos queremos es tener problemas. Ni la iglesia ni el estado nos acepta, en realidad, nos persiguen. ¿Cómo podríamos casarnos por la iglesia en ese caso?
Siento que no lo pensé bien a la hora de dar el sí, pero las cosas ya están hechas.
Se siente raro el solo tenerte a ti para comentarte estas cosas que me inquietan. Desde que me fui de casa hace 7 años no he podido volver a conseguir amigos o personas dignas de confiar, solamente tengo a Aiden y claramente no puedo quejarme de su comportamiento ni dudar de nuestro compromiso frente a él.
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when I was your man [l.s]
Truyện NgắnEs 1985 y Harry tiene muy poco tiempo para tomar una decisión.