REGRESO A COREA

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Capítulo 1: Regreso a Corea

POV Key

Hace tres años me enteré de que era adoptado, fue un gran shock para mí, nunca lo habría imaginado, mis padres y mi hermano, su verdadero hijo, nunca me trataron diferente, era uno más de la familia, ellos me querían mucho y yo a ellos también. Éramos una familia normal, una familia perfecta, a pesar de las pequeñas peleas entre mi hermano mayor y yo.

El día que me lo contaron había sido un día como cualquier otro para mí pero al regresar a casa del instituto, solo, ya que mi hyung tenía actividades en el club de música, nuestros padres estaban en casa esperándome. Eso me extrañó, a esa hora no solían estar, mamá salía del trabajo sobre la misma hora que nosotros del instituto pero solía ir a comprar antes de ir a casa y papá trabajaba hasta más tarde. Pero no era solo eso, cuando entré estaban cuchicheando, actuaban de forma extraña.

-Kibum, hijo, ya has llegado. – observó mi madre.

-Buenas tardes. – les saludé algo inquieto por su actitud.

-Kibum, ven aquí, siéntate. – me pidió mi padre.

-¿Qué ocurre? – pregunté sentándome en el sillón frente al sofá donde ellos estaban sentados y dejando mi mochila a un lado.

-Kibum... No sé cómo te tomarás esto, pero escúchanos hasta el final antes de decir nada por favor. – tragué saliva y asentí ante las palabras de mi madre, ellos compartieron una mirada.

-Hijo... Nosotros... Cuando eras un bebé, te adoptamos. – Mis ojos se abrieron tanto que parecían los de Minho, nuestro vecino y amigo.

-Antes de que digas nada, tu madre biológica no tubo opción, no te enfades con ella. Tu madre estaba muy débil después de tenerte y tenía que quedarse en el hospital, te dejó con tu abuela, pero ella no mejoraba, los tratamientos eran muy caros y tu abuela no podía con todo. Decidieron trasladar a tu madre a Estados Unidos pero eras muy pequeño para ir con ella, tenía que dejarte aquí.

-Tu madre era nuestra amiga de la universidad y aún nos manteníamos en contacto. Nosotros queríamos adoptar otro niño, un hermanito para Jonghyun, y tu madre lo vio como la oportunidad perfecta, sabía que te cuidaríamos bien.

-¿Por qué me contáis esto ahora? – pregunté curioso tras varios segundos de silencio durante los cuales estuve analizando la historia. ¿Dónde estaría ahora mi madre? ¿Se habría curado? Tenía miedo de preguntar... Y, ¿Quién era mi padre? No lo habían mencionado.

-Porque tu madre por fin se ha recuperado y le gustaría conocerte... siempre que tú quieras. – Mi madre estaba bien y quería conocerme, me sentí aliviado. Por supuesto que también quería conocerla.

Siguieron hablándome de mi madre y me mostraron algunas fotos, era una mujer muy bonita, tenía el pelo largo, de un castaño muy bonito y bastante liso, con solo alguna onda. Su ropa también me gustó, parecía una mujer con estilo, debí sacarlo de ella. También debí sacar de ella los ojos, los tenía bastante parecidos. Pero en ningún momento mencionaron a mi padre, me preguntaba por qué, pero me importaba más el hecho de que conocería a mi madre biológica. Al parecer ella había conseguido trabajo en Estados Unidos y no podía viajar a Corea en esos momentos por lo que sería yo quien fuera a verla a Estados Unidos.

Pronto llegaron las vacaciones y con ellas el momento de mi viaje. Cuando llegué a Estados Unidos me sentía muy nervioso, a parte de porque iba conocer a mi madre, porque estaba en un país que no conocía y del cuál tampoco conocía bien el idioma. Pero mi madre me cayó muy bien, además de guapa también era simpática, tenía don de gentes y realmente vestía bien. Pero nuestro tiempo juntos era muy limitado, apenas una semana. Esa semana se pasó muy rápido. No quería irme tan rápido y ella tampoco quería que me fuera. Soy consciente de cuanto le costó a mi madre darme en adopción y de cuanto me quiere, pero no puedo olvidar a la familia que me ha criado todos estos años, ellos también son mi familia y les debo mucho. Pero quizá unos días más... Les consulté a mis padres adoptivos y decidí quedarme a estudiar en Estados Unidos por unos años, para pasar más tiempo con mi madre, luego volvería a Corea con ellos y vería a mi madre de vez en cuando, cuando tuviera vacaciones.

NO SOMOS HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora