Capítulo Seis: Esperanzas

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Estuvo sentado en el suelo con Soraru hasta que éste se calmó y dejó de llorar.

Soraru aún miraba la tumba de Mafu, había rogado frente a la tumba del otro. Pero, por fin se había confesado, aunque seguramente el otro no escuchara. Sintió un alivio, sus pensamientos y sentimientos reprimidos en su corazón, no había sido capaz de contárselos a nadie porqué el único que debía saber de sus sentimientos era el albino. Soltó unas lágrimas mirando las flores, había otras flores en el lugar pero ya estaban marchitas. Tomó las flores secas dejando las frescas, toco el cuadro que estaba con la foto del otro y no pudo evitar volver a sentirse mal. No sabía cómo podría seguir viviendo sin ver ese rostro de nuevo, sin poder volver a sentirlo o escuchar su «¡Soraru-san!».

Verlo en ese momento confundía a Mafu, hacía que su corazón latiera más rápido y sintiera sus mejillas calientes. Los recuerdos de unos minutos atrás no lo ayudaban para nada.

-¿Cómo debería vivir ahora si ya no estás aquí? -Preguntó mirando a la tumba, sintió un ardor en la mano y se dio cuenta que se había clavado unas espinas de las rosas marchitas y feas en su mano. Inconscientemente había apretado sus puños. Soltó las flores viendo la sangre correr. Volvió a tomarlas pero con la mano sin heridas y caminó alejándose de la tumba. No quería despedirse, no quería olvidar.

Mafu permanecía sentado frente a su tumba, su idea original era quedarse a su lado y no separarse de él para que fuera más sencillo recuperar sus recuerdos y de esta manera "ayudarlo" -o al menos comprender sus sentimientos- para sentirse mejor consigo mismo, aunque sonara egoísta.

«-Emocionalmente, últimamente he estado estable... -dijo Mafu, mirando a la nada.

-No, no, no -lo interrumpió Soraru-. Depende de la semana.

-¿En serio? -preguntó incrédulo el peliblanco. ¿Cómo era posible que su compañero supiera más que él sobre su estado emocional?

Soraru pensó por unos segundos su respuesta.

-Los últimos días no has estado mal, pero depende del día -respondió.

-Esta mañana estaba bastante mal -comentó el pequeño utaite, aún sin atreverse a mirar al de cabellos índigos al saber lo próximo que diría.

-¡Tú no estás estable del todo! -explotó al fin, molesto por la actitud del peliblanco-. ¿Cuánto tiempo para ti es "últimamente"? ¿Unas horas?»

El corazón de él de cabellos índigos no se había curado y se infringía aún más heridas en él. Divisó un basurero y lanzó las flores muertas ahí. Suspiró mirando el cielo, hace mucho tiempo que no lo veía. Al principio había creído que su amigo estaría en el cielo, se lo merecía. Pero, después recordó las cosas malas que hacía con su cuerpo y eso tal vez no dejaba descansar en paz al peliblanco. ¿Y si él estaba reteniendo al otro por su mala conducta? ¿Y si seguía dañándolo aún muerto? Sintió unas punzadas en su corazón. Él, la persona que más quería ayudarlo, liberarlo de su dolor, hacerlo sonreír y hacerlo feliz ¿Lo estaba dañando? Ya más que daño le había hecho, lo había matado por sus sentimientos.

«Puedo ayudarlo por última vez, dejaré de dañarme. Seguramente no me perdone por mis sentimientos egoístas, pero es lo único que puedo hacer por él», pensó levantando las mangas de su ropa viendo los cortes en sus muñecas, tenían un color rojizo oscuro, algunas cafés y otras blancas ya por su cicatrización. No sólo habían ahí, también subían casi hasta sus hombros y en sus muslos. Quien mirara su cuerpo sentiría repulsión de lo desnutrido que estaba y aquellas feas cicatrices que jamás se borrarían. Tendría que vivir con el recuerdo marcado en su cuerpo de la partida del otro. Las tocó con cuidado marcando las líneas.

-Prometo no volver hacerlo -susurró saliendo del cementerio para volver a su casa.

-Me gustaría que así fuera, Soraru-san...

[...]

El cabello Soraru ahora estaba limpio, lo había recortado y bajo sus ojos se hacían menos visibles las ojeras, aún estaba ese color violáceo pero no de una manera exuberante. Se había prometido a sí mismo y a Mafu no volver a hacerse daño. Botó las navajas que alguna vez cortaron y marcaron su piel. Botó cualquier vestigio de su depresión. Comenzó a abrir las cortinas, a limpiar y comer regularmente.

La muerte del otro lo había afectado de una gran manera, tanto como emocionalmente, físicamente y socialmente. No podía olvidarlo, no podía olvidar lo solitario que era estar sin el otro. Pero tampoco podía olvidar esos recuerdos felices.

Todas las noches lo veía en sus sueños, todas las noches lloraba por él. Pero todo eso lo cubría el manto de la noche, la mañana se llevaba todo esos dolores.

Estaba acurrucado en el sillón mirando a la culpable de notificar la muerte del otro: La televisión, estaban dando una película.

Senbazuru.

«Quien haga mil grullas de papel recibirá un deseo por parte de la grulla»

Soraru sollozó pero recordó la leyenda mientras veía la película, se paró y caminó hacia su cuarto para recoger unos papeles, buscó unas tijeras y unos hilos. Buscó por internet como hacer grullas, no sabía hacerlas. Pero se esforzaría. «Si logro hacerlo, si mi deseo llega, entonces quiero que él vuelva», pensó mientras leía y veía como hacerlas.

Las primeras fueron un desastre, salían mal o no funcionaba. Algunas las había roto. La frustración se hacía presente, más de una vez había lanzado los papeles y las anómalas grullas.

-¿Por qué tiene que ser estúpidamente difícil? -Dijo para sí mismo molesto. Suspiró y volvió a comenzar. Podría tomarle todo el día y la noche para aprender.

Si era el costo de su deseo lo haría.

♡♥♡♥♡

Sleeppy: Dolor, dolor, dolor. ¡Yo quería hacerlo sufrir más!

Beyond: ¡Eres una persona cruel que sólo quiere ver el mundo arder! Tal vez eso nos unió para esta historia (?)

Sleeppy: Pero es verdad ¿No? Porqué leerían esto si no es para sufrir _(_^_)_

Beyond: Porque gracias a tu "coartada" esto parecía una historia causa-diabetes ╮(─▽─)╭

Sleeppy: Quienes no sepan, yo le pedí a Beyond especialmente que lo hiciera parecer algo bonito para llamar su atención (*'﹃`*)

Beyond: Y resultó "ψ(`∇')ψ
Aunque claro, no esperábamos amenazas (T▽T)

Sleeppy: La maldad (๑•̀ㅂ•́)و✧ Ay, si :c yo quería amor. Amor, no amenazas.

Beyond: Pero de igual manera las aceptamos, aceptamos TODO (͡° ͜ʖ ͡°)

Sleeppy: ¿Por que lo dices como si yo igual lo aceptara?

Beyond: Porque también deberías, ¡yo mando aquí! (?)

Sleeppy: Está bien (ーー゛) Me pregunto porqué soy tan sumiso contigo. Ah, si. El palo

Beyond: Los sumisos son tan lindos~♡ -se distrae-

Sleeppy: Sigo esperando mis almohadas~

Beyond: ¿Eh? ¿Eh? Sí, algún día (?)
Se nos está haciendo algo tarde, depídete~

Sleeppy: Byenara~☆

Beyond: Bye-bye~ ( ˘ ³˘)♡

-B&S

Falling for you ♡ SoraMafuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora