Nooooo...
Grito Ginger mientras sentía pasado un líquido por sus venas y como se adormecía su cuerpo, mientras su padre le decía todo va a estar bien y veía la borrosa imagen de su madre preocupada sentía que se desplomaba en el suelo y luego ya no sintió.
Sus padres preocupados se miraban entre sí con una gran incertidumbre y miedo por su hija, miraban a los de batas blancas montar a su hija en una camilla y llevársela hacia afuera donde hacia un frio infernal, salieron del cuarto y serraron la puerta dejando allí todos los sueños e ilusiones de Ginger dejaron sus libros, su tapiz negro, su cama desorbitada, su ventana entre abierta y la suave música de la brisa que rosaba las cortinas que entre ellas permanecía sola siempre, su laptop en la cama y su closet con casi toda la ropa sin estrenar y con sus únicas botas y sus favoritas, no pasaba mucho tiempo con ella desde hace 6 años pero lo seguro es que la amaban con todo el corazón bajaron por las escaleras de la casa amplia habitada solo por ellos tres en donde encerraba gran parte de su vida de casados y de padres, era una escalera antigua tapizada con alfombra roja y bonitos barrotes dorados; bajaron y salieron de la casa para encontrarse con el verano más hermoso pero el más invivible aunque ya habían pasado muchos veranos que no le encontraban color ni olor este era el más gris que hayan sentido.
Ginger iba en la camilla cargada por los hombres con batas blancas y con rostros fríos, la subieron a la ambulancia negra y dijeron a sus padres "señor y señora dunne no pueden acompañarnos en la ambulancia porque si se despierta hay que sedarla de nuevo y ustedes están muy mal" ellos asintieron con la cabeza y les respondieron no hay problema señores y se fueron el la camioneta familiar donde todo la recordaba el olor del carro, su asiento vacío, al frituras en la parte posterior y un libro que siempre leía cuando iban a un viaje largo, encendieron el carro y se dieron marcha.
En la ambulancia Ginger veía todo borroso y no sabía a donde la llevaban por que el sedante había hecho su efecto, pesaba que iba camino a Narnia donde siempre había querido vivir o que se estaba muriendo, vio la cara de uno de los que la atendían y a su memoria vino la escena en donde la anestesiaron trato de gritar pero no pudo y ellos se dieron cuenta que estaba despertando así que entre ellos se pasaron la inyección con palmitato de paliperidona, la prepararon y se la aplicaron ella sintió otra vez el mundo encima y se durmió de inmediato los hombres decían entre si esta niña si es muy fuerte pero no sabemos cómo tranquilizar a sus padres , esto la va a dormir por un buen rato y cuando lleguemos analizamos el caso.
Al lugar donde se dirigían quedaba más o menos a 1 hora de camino a las afueras de la ciudad así que se demoraron bastante en llegar pero ella seguía dormida, mientras tanto sus libros habían perdido su princesa su heroína, su bruja, su científica y su lectora, sus películas estaban ahí esperando ser reproducidas, y su pizza a medio comer esperaba que Ginger volviera para que se la terminara y mientras tanto su casa ser vivida por ella; cuando llegaron a la clínica bajaron a Ginger y rápidamente una enfermera trajo una camilla y la remitieron a una habitación al rato llegaron sus padres e ingresaron y los recibió la recepcionista.
"Buenos días un gusto este es el hospital psiquiátrico Melchor romero en que le puedo ayudar y su madre no pudo y rompió en llanto la señorita le entrego un sinfín de papeles para ingresar a la paciente diagnosticada con trastorno psicológico de alto grado, el empezó a llenar los papeles aun sabiendo que no quiera que si hija se quedara allí pero sabía también que Ginger lo necesitaba, su madre no se podía controlar mientras Ginger no sabía dónde estaba ni que le esperaba.
JULIETA
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GINGER
RandomGinger 16 años vive con sus padres y no sabe lo que le transcurre en los que deberían ser los mejores años de su vida.