Capítulo 2

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[Día 2. Martes. Reserva de bosque. Proyecto Vcvdv. Hora desconocida]

Me levanté con muchas energías, había tenido un sueño profundo, me estiré, y al abrir los ojos y ver los rayos de sol que caían sobre mí recordé que esta no era mi cama, ni mi habitación, ni siquiera mi casa. Suspire. El día que me esperaba no iba a ser fácil. Abrí mis maletas grandes y busque mi toalla, la saque junto con el jabón, los shampoos, cosas de baño, también jeans, una chamarra holgada, uno de los tantos pares de Vans y un bóxer. Se que había dicho que la ropa interior estaba en la otra maleta(la pequeña)pero había puesto un juego de ropa por si acaso la necesitaba rápido en el camino, me dio flojera abrir la maleta de mi ropa interior que tanto me había dado problemas en el aeropuerto. Me metí a darme una ducha.

Eché la última mirada al espejo y salí de mi cuarto. Pasé sin hacer ruido en el pasillo para no despertar a los demás. Atravesé el comedor que estaba vacío, otra puerta se veía, la abrí y era la cocina. Tampoco había nadie. La cocina era al igual que todo amplia. Había una isla con bancos de madera, pegado a la pared una estufa, un refrigerador, la alacena y otras cosas que cualquier cocina tiene. Un refrigerador enorme. ¿Esto era posible? ¿No se supone que tendríamos que encontrar nuestra propia comida? Esta cabaña tiene muchos lujos. Puse los ingredientes en la mesa, y preparé un sándwich. Calenté la leche en una olla y la serví en un vaso. Como ya tenía muchísima hambre me comí mi ración. Como no llegaba nadie decidí salir a respirar aire fresco. Apenas cerré la puerta respire exageradamente el aire limpio. Recorrí la vista al paisaje café y verde. Recordé mi travesía de ayer, no pude evitar sonreír. Vaya aventura. Sentí ganas de recorrer el sendero de nuevo. Me estire un poco y troté por el camino delimitado de tierra hasta llegar a la reja, la analice y era imposible de escalar para mi. Visualicé la cabaña desde fuera, era más grande de lo que imaginaba, era enorme. Antes de entrar sacudí la suciedad de mis tenis, pude escuchar algunas voces, seguramente ya habrían despertado. La caminata me había dejado agotado, tenía sed, pero tenía que atravesar el comedor lleno de personas para llegar a la cocina y conseguir agua. Tomé aire y me dirigí a la cocina decidida, al entrar al comedor, todos se giraron a verme. Sólo habían dos personas.

—Buenos días—salude amablemente.

—Buenos días—respondieron.

Fui directamente a la cocina y saque una botella de agua. De nuevo salí para irme a mi cuarto y pasé derecho por el comedor, de la sala pase al corredor donde estaban las habitaciones, iba con la vista en el suelo pensando en la inmortalidad del cangrejo, cuando de pronto sentí un impacto y caí de pompas al suelo. Cerré los ojos como reflejó, cuando los abrí, vi de frente una mano extendida hacia mi, la tomé y me levanté. Había chocado con Niall.

—Lo siento, ¿estas bien Louis?

—Si, no te preocupes, fue mi culpa estaba distraído y no vi por donde caminaba—lo miré apenado.

—Yo también estaba medio dormido, pero ahora me has despertado.

—Buenos días—sonreí.

—Buenos días, bueno me voy a desayunar, nos vemos luego.

—Si...

Sonreí comprensivamente y seguí andando hacia mi habitación.

Cerré la puerta tras de mi y me dirigí a la cama, subí mis maletas a ella para desempacar, abrí la primera que estaba llena de ropa entre la que se encontraban jeans, playeras holgadas, chamarras y sudaderas gruesas. Al abrir la puerta con mi montón de ropa en un brazo pude ver el closet como lo encontré ayer, sólo que ahora pude ver los detalles, era más amplio de lo que recordaba. Abrí la primera puerta de madera, había unos ganchos y ahí acomode mis cosas. Después de la primera, abrí la segunda que estaba llena de libros y libretas. La tercera tenía zapatos, en su mayoría tenis y Vans. Igualmente los acomodé, hasta que llegó el turno de la maleta de la ropa interior. Abrí el cierre y vaya sorpresa que me lleve. Me tape la boca para no comenzar a gritar maldiciones, ¡esa no era mi maleta! Empecé a escarbar y a desempacar como loco, tratando de buscar algo que ni yo sabía que era. Me pare y me puse furioso mientras me golpeaba la cabeza con la palma dando vueltas y tratando de calmarme.

—¡Yo le dije a la rubia que esa era mi maleta, pero no, su terquedad y necedad me hizo creer que tenía la razón, si tan sólo hubiera mirado antes, y no podré recuperar mi maleta porque voy a estar encerrado aquí un mes—me froté la sien y me senté en el sillón cerrando los ojos y respirando exageradamente tratando de calmarme, suspire y conté hasta diez—Cálmate Louis, respira, no puede ser tan malo—tengo dos pares de ropa interior, incluso puedo no usar bóxer, tal vez haya algo que pueda usar, de hecho ni me di cuenta de que contenía, sólo revolví desesperado.

Me levanté y me dirigí a la cama para ver el regadero de ropa que había, la maleta estaba al tope, la mía apenas si estaba llena un cuarto. Destacaban dos pares de zapatillas, unas negras y unas rojas con un tacón muy alto, eran muy elegantes y sofisticadas. Me dolió el solo verlas, las mujeres deben sufrir mucho. También había cuatro faldas, mejor dicho minifaldas, una de mesclilla, una roja, una azul que parecía uniforme y la última rosa mas larga con crinolina, que parecía como las que usan las niñitas pequeñas y dulces. Igual que las faldas habían cuatro blusas, una blanca casi transparente, una roja, una blusa de manga larga y elegante y una rosa más claro infantil casi top, las blusas y las faldas eran conjuntos, ahora comprendo.

Cabe destacar que todo era muy provocativo. Seguramente la rubia era exhibicionista. Levanté una chamarra de cuero negra que tapaba totalmente la otra mitad de la maleta y me quede boquiabierto. Un montón de lencería de encaje y sexy. Empece a evaluar pieza por pieza: bragas, sujetadores, y lo que predominaba eran unas cosas que con mi poca experiencia puedo decir que son babydolls, incluyendo ligueros y no se cómo se llamen las otras cosas.

También se encontraban complementos y accesorios para cosplays. Me quede horrorizado, ¿qué hago con esto? ¿Lo desaparezco? ¿Lo devuelvo? ¿Lo dejo ahí? Parece que la mujer tenía un fetiche o vendía estas cosas, ya que todo tenía etiqueta y por lo que pude ver es de buena marca.

Me reí al imaginar su reacción cuando abra la maleta y vea ropa interior de hombre, incluso había un bóxer de Spiderman. Metí todo de nuevo en la maleta a excepción de la chamarra de cuero negro, siempre había querido una de esas. Dejé la maleta con las cosas raras junto con las otras en un rincón. Y busque un lugar donde acomodar la "ropa interior", todo ya estaba lleno a excepción de un armario que estaba cerrado con llave, me pregunte si en mi llavero estaría la llave, fui a buscar las llaves e intente abrirlo con todas, la última entro bien y mi sorpresa fue mayor al ver que abrió. Metí mis cosas, cerré con seguro y la dejé en un cajón del buró. Me recosté en la cama, estaba aburrido, no tenía qué hacer, los rostros de mis compañeros me pasaron por la mente, los conocía pero no mucho. Salí corriendo por una libreta de pasta negra que era como un diario que me había comprado mi madre para escribir mis experiencias en el viaje y mi pluma.

Me dejé caer en la cama boca abajo. Evite las primeras hojas y comencé a escribir lo que me había pasado, después quise empezar con las descripciones de mis compañeros y lo que sabía de ellos. Pero luego me di cuenta de que no sabía casi nada de ninguno y cerré mi libreta, aún no puedo completar la información.

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Yo sé que ya se están imaginando a Louis usando las cosas de la maleta. 😏
Gracias por leer 😘

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