Primera frase.

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No si las estrellas sueñan o deciden nuestro destino, creo que nuestro destino es impredecible y azaroso como los sueños. Por eso las mujeres y los hombres de nuestro tiempo aún temblamos cada mañana cuando el mundo se ilumina y nos despierta.

Ángeles Mastretta, El mundo iluminado

Nunca Digas Nunca - Amy LabDonde viven las historias. Descúbrelo ahora