Capitulo III (Parte 1)

757 21 0
                                    

A pasado una semana de que conocí a Leslie, gracias a Falcon. Ese hijo de perra me las va a pagar, juro que la próxima vez que lo vea lo voy a matar. El maldito a matado a 5 personas en una semana, dejando a 3 familias sin madre y 2 mujeres sin novio. El desgraciado no le basta con secuestrarlas y violarlas, sino que también las tiene que matar. Lo peor es que no es una muerte rápida y sin dolor, sino todo lo contrario.

-Bryan, ¿podrías traerme algo de comer cuando regreses de tu descanso?- Me preguntó

-Si, claro, ¿que quieres?-

-Una hamburguesa suena bien- Dijo Alex.

-Eso no es nada saludable- Dijo Natasha.

-No tiene por que serlo- Contraataco Alex.

-Muy bien entonces nos vemos después- Dije yo agarrando mi chaqueta y saliendo del edificio para entrar en mi auto de camino a un restaurante de sushi.

Estaba manejando en la carretera cuando veo a una persona aparcada a un costado de la carretera con el cofre de su auto abierto. Fui disminuyendo la velocidad hasta que me estacione detrás de su auto. Baje de mi auto y me dirigí hacia el capo del auto de enfrente.

-¿Que tal amigo?, ¿problemas con el auto?- Pregunte antes de acercarme lo suficiente y percatarme de que era una chica, era Leslie.

-¿Tu otra vez?- Digo ella con disgusto en su voz.

Sinceramente dolió un poco. No pensé que me extrañaría, pero por lo menos esperaba un poco mas de amabilidad.

-Auch, ¿tanto me odias?- Dije un poco adolorido.

-Lo siento, no debí comportarme así y menos con alguien que me salvo la vida pero es que no eh tenido un buen día; primero me despidieron, mi mejor amiga acaba de fallecer, mi sueldo no a completo para la renta y me han corrido, me han prestado el auto para recoger a mi madre en el hospital y ya lo estropie- Dijo Leslie muy rápido y con lagrimas en los ojos que necesite un momento para procesar toda la información obtenida en cuestión de segundos.

Al parecer esta chica a sufrido mucho y parece ser que todo esto a sucedido solo hoy.

-Tranquila, tranquila ya no llores que yo estoy aquí contigo- Soy una mierda con esto de consolar personas. La abrazo con fuerza y ella solo llora mas, pero me abraza al mismo tiempo. Después de unos momento su llanto cesa y solo nos mantenemos abrazados. Nunca había estado tan cómodo con una persona a mi lado.

-Escucha te propongo un trato: yo te ayudo con tus problemas de hoy y tu me prometes que no volverás a llorar y que siempre tendrás esa hermosa sonrisa tuya- Levanto la mirada y me miro a los ojos, fue una mirada profunda de su parte y yo solo intentaba adivinar lo que pensaba.

-Si- Dijo como un suspiro pero con una linda sonrisa. Limpie sus lagrimas con las yemas de mis dedos.

-Bien, entonces hay que reparar el auto primero, ¿te parece?- Le pregunto separándome un poco de ella para que tenga su espacio.

-Si, por supuesto- Dijo ella separándose completamente de mi.

El tiempo se fue rápido. Cuando menos nos dimos cuenta ya habían pasado dos horas y no lográbamos encender el auto, intentamos con todo: esperar a que el carro se enfriara, le pasamos corriente, le pusimos gasolina; pero fue en vano.

-BIEN, me rindo vayámonos Leslie, seguro que tu madre estará preocupada si no llegas- Dije un poco molesto. Cerre el capo del auto prestado de Leslie y me dirigí hacia el mio.

-¿Pero y el auto?- Pregunto siguiéndome por detrás.

-Lo dejaremos ahí- Abrí la puerta del copiloto.

-Pero...-

-No te preocupes, llamaremos una grúa para que lo recoja y mañana lo llevamos al mecánico para que lo revise, por ahora solo preocúpate por recoger a tu madre. Vamos ahora sube al auto- Ella camina hacia mi y entra en el asiento del copiloto.

Cierro la puerta ni tan fuerte ni tan suave. Rodeo el auto hasta el asiento del conductor y me siento. Mientras me abrocho el cinturón y enciendo el auto, Leslie habla.

-Gracias.-

-¿Eh?-

-Por hacer esto, por ayudarme sin necesidad dé-

-Ah, bueno...entonces gracias a ti-

-¿Por qué a mí?-

-Por dejarte ayudar, si no mal recuerdo la primera vez que quise ayudarte te negabas rotundamente-

-Era por que te sentías responsable y no era una ayuda sincera de corazón-

-Lo siento, pero seria peor si no me hubiera ofrecido a ayudarte-

Encendí el auto y nos fuimos al hospital. Cuando llegamos la madre de Leslie se sorprendió de que viniera acompañada, incluso comenzó a hacer preguntas extrañas como: ¿Usted tiene novia?, ¿Esta casado?, ¿Tiene hijos?, ¿Alguna vez piensa casarse?, ¿Son novios?, ¿Que edad tiene?, ¿En que trabaja?...

Ya íbamos de camino a casa de la madre de Leslie.

Y varias preguntas que educadamente respondí con sinceridad. Leslie aunque no opinaba nada o preguntara algo estaba atenta a cada respuesta que le daba a su madre. Lo disimulaba muy bien, pero soy un detective, un policía y un ex soldado, conozco todos los trucos.

-Y dígame Sr. Bryan, ¿le párese bonita mi hija?, ¿le gusta?, se que esta un poco plana pero eso se puede arreglar no te preocupes- Esa pregunta me tomo por sorpresa. El semáforo cambio de color amarillo a color rojo y me detuve en seco al escuchar la pregunta. Estaba nervioso por las preguntas que hizo, pero me quería morir de risa con lo segundo.

-¡Mama!- Dijo Leslie avergonzada.

-Tranquila hija, solo era una broma- Dijo la Sra. riendo un poco.

-O quizá no...- Susurro por ultimo.

Pasaron unos cortos minutos en el auto antes de llegar a casa de Leslie y su madre, Diana.

-Señoritas ya hemos llegado- Dije. Baje del auto y le ayude a bajar a la Sra. Diana del auto.

-Bueno, yo me despido que tengan una buena tarde...- Me di media vuelta dispuesto a marcharme cuando la Sra. Diana dice.

-Oh no, no, no, tu no vas a ningún lado sin antes cenar con nosotros-

-¿Nosotros?- Pregunta Leslie.

-¿Cenar?- Pregunto yo.

-SI, hoy abrá una cena con nuestra familia y como haz sido tan amable en ayudar a mi hija eh decidido invitarte- Dice alegremente la Sra. Diana.

-Gracias, de verdad lo aprecio pero es que...yo...tengo asuntos pendientes y...-

-¿Entonces no vendras?, ¿Es por que somos pobres no es cierto?, esta bien, yo me iré a dormir temprano, buenas noches- Nisiquiera son pobres, tienen una bonita casa, y ademas, ¿me esta manipulando una señora?, que bajo haz caído Bryan. ¡Maldición!

-Esta bien señora, cenaré con ustedes- Le dije.

-¿De verdad?, bien estonces a prepararla- Dijo con entusiasmo Diana.

Pasaron 2 horas y estabamos a punto de terminar la cena. Digo "estabamos" porque les estuve ayudando en lo que podia, pues nunca habia cocinado pavo. Era algo nuevo, aunque debo admitir que tendré pesadillas con la parte donde le sacan el relleno, era mucho para mí.

Bryan, mi secuestrador 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora