Mañana gris, ciudades grises, edificios grises, calles grises, lluvias grises. Todo resultaba ser gris.
Automóviles dirigiéndose a su destino, personas sosteniendo sus paraguas como si su vida dependiera de ello, ocultando sus problemas tras una sonrisa que resultaba ser dolorosa de ver. El ambiente infectado de paraguas con un color apagado daba una sensación de vacío de esas que hacía ver a uno mismo más miserable de lo que ya se encontraba. Siguiendo la misma rutina una y otra vez, sin importar que la lluvia sea un pequeño obstáculo para su mañana.
Pero en un día lluvioso no todo resultaba ser tan apagado, tal vez, en alguna parte del mundo se encontraba una persona inhalando el aroma de la lluvia con un sentimiento real. Como también, no todo estaba pintado de un color negro, sino, incluso se encontraba alguien con una sonrisa deslumbrante acompañado de un paraguas color rojo, siendo distinto a los demás. O tal vez, en aquella mañana era donde centenares de personas se encontraban por empezar su historia de amor.
Taehyung era una persona normal como todos los demás. Tenía una familia trabajadora a la cual respetaba bastante. Su madre era la típica mamá que defendía al hijo a toda costa de su padre. No es que Taehyung se llevaba mal con su padre, sino que en algunas ocasiones resultaba ser más estricto, pero sobre toda las cosas Taehyung lo amaba. En sus veintiún años de vida, se propuso a salir de casa, con un corazón roto al observar las lágrimas de su madre cuando la noticia fue anunciada; que quería conocer el mundo por sí mismo. Aunque todo esto implicaría en algún momento superar obstáculos dolorosos, pero para él, nada era imposible sino lo intentaba. Varios días luego de acomodarse en un lugar que resultó ser más pequeño que su cuarto, pero extrañamente desprendía una sensación de que por fin se encontraba en casa. Intento tras intento logró encontrar un trabajo, aunque la paga resultaba ser tan triste cada vez que llegaba el último día de trabajo, y regresaba a casa con bolsas, y sin olvidar un bolsillo vacío. Pero a todo esto tenía la sensación que su vida necesitaba emoción, algo por el cual despertar cada mañana con una excusa por el cual sonreír y tal vez vivir. No obstante, de un día para otro su vida rutinaria se había vuelto monótona. Haciendo lo mismo que odiaba de sus padres. Despertando cada mañana sin vida, dirigiéndose al baño medio dormido, saludándose en el espejo a sí mismo, tomando una ducha con la compañía de la melodía de la lluvia tocando la tierra. Después de todo, resultaba ser como todos los demás.
—¿Un día complicado? —preguntó una voz rasposa y a la vez curiosa al observarle caminar tan decaído en una mañana que todavía no comenzaba del todo.
Alzó la vista para encontrarse con una persona de edad avanzada (diría de unos 50 a 60 años) encontrándose semiacostado en aquel suelo para una mañana tan fría. Por lo que veía era una persona sin hogar o eso daba a entender al encontrarse sucio, con poco abrigo y un pequeño sombrero con algunas monedas depositado a un lado de él.
—Sí —confirmó, pero en aquel momento no tenía derecho en quejarse siendo que tenía todo lo que aquel anciano carecía.
—Ya sabes, todo se soluciona con una sonrisa —espetó el anciano al observarle directamente a los ojos. —Trata de hacerlo —incito al más joven.
No obstante al pasar varios segundos Taehyung hizo lo que el anciano le había pedido. Sonrió de manera amable y real. Escuchando un suave ''Ves, te lo dije'' sin saber por qué, repentinamente sintió que algo muy dentro de él se oprimía. Ignorando, se inclino hasta quedar a la altura de aquel anciano y habló:
—¿No tienes frío? —Aunque en ese momento sonaba muy tonto preguntar eso, ya que hacía tan frío y cualquier transeúnte que pasara por aquel lado observaría recorrer un ligero temblor por aquel cuerpo tan arrugado por los años de vida que había sido testigo.
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drabbles/oneshots ; Vhope
Fanfiction✿; Serie de drabbles y oneshots puramente Vhope. ✿; Espero que los escritos sean de su agrado.