002

886 93 123
                                    

Park Chanyeol

Me odio.

Con todo mi alma.

Ojalá que en este instante entre un tren por la habitación de Minhee y me pase por encima.

Obviamente yo iba a besar a Minhee ¿Y cómo no? si ella me estaba dando la oportunidad.

Pero como dije, la vida me odia, no sé qué he hecho para que el karma me esté tratando así.

La cosa es que cuando estaba rozando sus bellos, rosados, bellos, esponjosos, preciosos y bellos labios de Minhee.

Justo en ese momento.

Le estornudé en la cara.

¡No podía ser en otro momento el estornudo!

Ni siquiera me cosquilleó la nariz antes, simplemente me salió así sin mas.

Obviamente Minhee quedó petrificada en un comienzo, pensé que me iba a golpear por aquella asquerosidad que acababa de pasar, pero la muy linda se puso a reír.

Yo estaba rojo hasta las orejas supongo, ya que me ardían y Minhee las acarició, aquello lo encontré tan raro y por suerte escuché con mis maravillosas orejas el sonido de la secadora.

— ¡La secadora! —Me paré y rapidamente corrí, creo que me tan rápido que, al estar arrodillado y levantar una pierna, con mi pie pisé una parte del pantalón y al levantarme se me bajó.

Sí, le enseñé mi trasero desnudo a Minhee.

Quedé petrificado unos segundos, reaccioné a lo sucedido ya que escuché como Minhee contenía su risa y lo subí en velocidad récord para salir corriendo al cuarto de lavado.

Cerré con seguro la puerta y me desponjé de las ropas prestadas para ponerme mi ropa ya seca.

No quería salir del cuarto de lavado, pero a la vez sí, para huir de la casa de Minhee he irme a mi casa o a cualquier lado que Minhee no me viera la cara de idiota.

Llevaba ya quince minutos sentado contra la puerta con seguro, y creo que Minhee notó mi ausencia porque se encontraba tocando la puerta, llamándome.

— ¿Yeol? ¿Te mató el resfriado? —Me hice una bolita en el suelo y sorbeteé mis mocos.

— No, no he muerto del resfriado... Pero sí de la vergüenza... —Me acomodé volviendo a sentarme y oculté mi cabeza entre mis rodillas.

— Pero no seas bobo, si quieres olvidemos todo lo que pasó allá en mi habitación y hagamos algo divertido —Levanté mi rostro y una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios—. ¿Te parece?

— ¿Todo? ¿Absolutamente todo? —Me levanté del suelo para poder abrir la puerta y sacar solamente mi rostro para verla—. ¿Y podemos fumarnos un porro? —Susurré mirando como Minhee reía y asentía—.

–Mh sí ¿por qué no? –Minhee me sonrió y sostuvo mi brazo para sacarme del cuarto de lavado y llevarme a su habitación.

Entrando a esta cerró la puerta y yo me senté a lo indio en su alfombra, ella abrió un cajón de la cómoda que estaba al lado de su cama y de un frasco sacó un bello cigarro obviamente con marihuana.

Algo andaba mal porque Minhee buscaba por todos lados algo en aquel cajón.

–¿Qué no encuentras? –Le pregunté mientras me acomodaba mi polerón.
–Mi encendedor, juré haberlo dejado aquí y los otros que tenía, mi madre ha de habérselos llevado... Iré por fósforos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 06, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

stupid smile ; pcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora