Mi rosa negra.

7

-¿Necesitas ayuda? ¡Jajajaja! ¿la necesitas?... ¡No necesitas nada de mí, me has quitado todo lo que tengo, ¿y crees que te ayudaré?! ¡No te mereces nada!-Le respondí furioso.-

-Henry... No me hagas hacer esto por las malas. -Calmado me dijo.-

-Has lo que quieras, por que yo acabaré con--

-Melissa está viva. -Sonrisa malvada.-

-¿Qu... Qué? ¿Qué acabas de decir maldito?!

-Adiós Henry. -se despidió.-

Salí del mundo paralelo y comenzé a escuchar voces como si fueran del mismísimo infierno. Voces las cuales ya me tenían al borde de la locura. Se oía el llanto, la tristeza, la soledad, hasta el silencio.

Entonces entre las una y siete de la madrugada sentí una mano atravesando mi pecho y la otra mano tapando mi boca. Pero luego desperté de ese sueño a las una y seis de la madrugada. Cuando el reloj cambió a las una y siete, el armario comenzó a abrirse por si solo, como si el sueño que tuve fuera una visión de lo que me iba a suceder. Salí corriendo, pero a esa hora alguien tocó la puerta... Era el policía James, el que me interrogó en el cuartel general. Quería información de lo que me pasaba y comenzamos a charlar.

-Entonces Henry... ¿has intendado suicidarte y no puedes hacer nada? -me preguntó.-

-Exactamente es lo que sucede. Tuve una visión hace poco, algo atravesando mi pecho a tal punto de matarme, pero ahí mismo desperté y salí corriendo hasta que usted tocó la puerta.

-Entiendo Henry... ¿Hablas de la rosa negra? Ese jardinero nunca me contó esa historia, ¿a ti te la contó?... -Calmado.-

-¿Qu... Qué?... ¿cómo sabe de la rosa? ¿y del jardinero?... -me quedé sorprendido.-

-Se muchas cosas amigo, ¿cómo está el jardinero? -preguntó.-

- Él murió... lo encontré en su apocentro con un cuchillo dentro de su cuello. Creo que lo que está en mí no deja que encuentre pistas... Hablando de la historia, me contó sobre un niño. Un niño de hace 100 años o no sé, no recuerdo bien...-Confuso.-

-Ese niño era yo... El monstruo que tienes tú ahora, el monstruo que vivió y se alimento de mí, monstruo que hiso de mi vida una fatalidad... Estaba dentro de mí. Ahora no envejesco y no tengo alma pero sigo siendo un mortal, no se como. pero hubo una persona que murió con esa bestia y lo selló, así el demonio salió de mí y pudo volver a la rosa

Me quedé sorprendido al escuchar eso, así que le pedí que me contara más sobre lo que le había pasado.

-Henry, tenemos que comunicarnos con él, tenemos que saber donde está, es mejor darnos prisa antes de que corras un gran riesgo... -Desesperado me dijo.-

-¿Y cómo quieres que nos comuniquemos con esa cosa? -Le pregunté.-

-Bueno, vine preparado para "esa cosa". Me traje la Ouija.

-¿Para qué diablos traes una Ouija?, no me digas que quieres grabar una película... entonces bien yo seré el que tiene el demonio en su interior y tu serás un detective llamado James quien tambien sufrió algo parecido y la pelicula se llamará ''Mi rosa negra'', ¿Qué te parece?

-Henry no seas pendejo, esto no es un juego. ¡tenemos que hacer esto! -Gritandome-.

-¿No puedes quedarte tranquilo?, solo era un chiste... -Le dije.-

-Henry, las reglas de este juego son muy simples. Solo tenemos que hacerles preguntas. No puedes irte sin decir adiós y no puedes soltar el dedo de la moneda. ¿Are you ready?

-Claro, estoy pero no lo estoy. espera James tengo que ir al baño.

De repente me entraron ganas de ir al baño, como si mi vejiga estuviera a punto de explotarme.
Mientras estaba haciendo lo que tenía que hacer, oía pasos en la sala, y no pasos normales, era como si estuvieran corriendo en un mismo lugar pero luego oí disparos al azar y baje lo más rápido que pude.

Cuando llegué donde estaba James, lo encontre tirado en el piso con la cara deformada, lo único que hice fue sentir su pulso, y estaba vivo, así que lo enganche a mi espada para llevarlo al coche y llevarlo al hospital.

Después de que llevé a James al hospital, dijeron que tenía heridas muy graves, que necesitaba una operación, así que esperé horas sentado hasta que por fin dijeron que podía pasar a donde él se encontraba. Le hablé para ver si estaba inconciente...

-¿James?...

-Él... -Entre dientes-

-¡¿Él?! ¡¿Quien?! -le pregunté desesperado.-

-Él nos está observando... -Su corazón deja de latir-.

-¡Espera, ¿James?, ¡James, respondeme hijo de... ¡Joder!. -Llamando desesperadamente-, ¡Doctora, o cualquier persona que pueda ayudarme aquí!

Los doctores llegaron y comenzaron a revisarle todo lo que podían, pero ya para antes de eso, James había muerto... no se a que se refirió pero tengo que hacer esto solo, por que cada vez que me acerco a alguien que  quiere ayudar, termina muriendo, acabaré con esa bestia, antes de que ella acabe conmigo.