Un aroma delicioso atrajo sus sentidos despertándolo del profundo sueño en el que había caído la noche anterior. Al principio se sobresaltó por despertar en un lugar desconocido, miró a su lado encontrando a su hermano dormido cuando estiró el brazo para despertarlo vio la venda y recordó lo que había pasado la noche anterior. Se relajó un poco, si esas personas los habían ayudado sin preguntar no podían ser tan malos. Volteo a la cama que estaba del otro lado de la mesilla de noche y vio al moreno dormir como un tronco, igual que su hermano que parecía entrar en coma si llegaba a dormirse por completo, lo que parecía estar pasando en ese momento.
Se levantó de la cama siguiendo el aroma, detrás de una puerta había otra sección más pequeña que el taller, era el intento de una cocina, había una estufa, un horno de microondas en una mesa junto a esta con una cafetera al lado. Terminando la otra orilla de la mesa estaba un refrigerador y un chico inclinado frente a él sacando algunas cosas.
Cuando se puso de pie vio que era el chico pelirrojo que le había ayudado la noche anterior.
- Despertaste - dijo sonriendo sincero, Ryou se sintió extraño, nadie había sonreído al verlo desde hace años, nadie a excepción de su hermano.
- Lo siento, lamento las molestias ocasionadas - Fue lo primero que salió de sus labios.
- No te disculpes- dijo poniendo las cosas en una mesa de metal, de esas plegables que figuraba como el "comedor" estaba rodeada por cinco sillas, ninguna tenía que ver con la otra o con la mesa. - No ha sido molestia - dijo rascando nerviosamente su nuca.
El silencio que reinó en el lugar se tornó algo incómodo, hasta que Sakurai le dijo - se va a quemar.
- ¿Qué cosa? - habló Kagami pero no recibió respuesta, vio al castaño moverse para apagar el fuego y retirar el sartén moviendo lo un poco para revisar que el contenido aún fuera comestible.
Cuando Kagami entendió lo que hacía simplemente le acercó una charola desechable para vaciar su mezcla de verduras y poder rescatar lo posible. Afortunadamente no se perdió nada.
- ¿Quieres ayudarme con el desayuno? - le preguntó al castaño. Ryou asintió un poco inseguro y ambos comenzaron a cocinar una cantidad de comida que le hizo pensar que tal vez vendían, o quizás irían más personas comer.
...
El rugido de su estómago lo despertó, olió la comida y se imaginó que Kagami ya estaría haciendo el desayuno. Volteo a la otra cama para asegurarse de que los chicos estaban ahí ya que si los perdían Midorima los mataría por no haberlos cuidado como dijo, agradecía sus reflejos rápidos porque de otro modo no hubiera alcanzado a detener la caída del chico que intentaba levantarse de golpe.
Lo malo es que lo único que atinó a hacer fue tomas su brazo y jalar lo hacía el haciéndolo caer en su cama y encima suyo.
Al verse tan cerca del moreno y con sus intensos ojos azules sobre su persona Furihata comenzó a temblar por el nerviosismo.
Aomine se sentó en el colchón haciendo que Furihata se moviera para recuperar su espacio personal, una vez tuvo vía libre, el moreno se levantó y colocó en cuclillas frente a él.
- Te llevo, sino te caerás de nuevo - dijo señalando su espalda, no le había prestado atención antes pero tenía voz grave y profunda.
Furi se puso rojo de vergüenza pero había escuchado la voz de su hermano y quería ir con él, así que, con todo y vergüenza, aceptó el ofrecimiento, sorprendiéndose por la altura del moreno.
Aomine entró a la cocina con el castaño sobre su espalda sujetando sus hombros mientras el sostenía sus piernas y sigilosamente se acercó al pelirrojo para tomar algo de lo que se cocinaba en el sartén con una mano obligando a Furi a enroscar la pierna que soltó alrededor de su cintura y abrazarse de su cuello para no caerse.
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Kilómetro por segundo
FanfictionUn accidente los llevó a reunirse, ellos no tenían a donde volver y tampoco a donde ir, Kagami y Aomine parecían su unica salida en ese momento y con el tiempo descubrirían que los salvaron en mas de una manera