Amor Maldito ||Goku y Milk||

||~Capitulo 3~||

[~Narrador~]

          —Puedo almorzar contigo? –fueron las palabras que apenas pudo soltar goku a la chica de la capucha.

Por otro lado, aunque no se le notara, ella estaba con una cara de confusión, pues ya se había hecho un hábito recibir esa clase de burla y odio. Lo recomendante era no aceptar pero su instinto decía que no había peligro pues su mirada no transmitía burla u odio. Lo único que pudo hacer era solo asentir.

Él se sentó a una distancia favorable ya que no quería asustarla, pero alos pocos segundos se dio cuenta que por apresurarse se olvidó llevar las bolas de arroz que había guardado en su maleta. Después de unos momentos de puro silencio .ella volteo tímidamente su cabeza por un pequeño gruñido.

Al darse cuenta que provenía del estómago agarro con sus palillos un no tan pequeño pedazo de carne que ella misma había preparado, para después extenderlo delante de él y agitarlo ligeramente en señal de que lo agarrase.

              —Muchas gracias-agradeció un poco sorprendido el agarrando el pedazo de carne.

Volteo su mirada en ella para verla detalladamente, su pelo azabache estaba recogido en un solo lado y su capucha no le dejaban ver sus ojos. Volvió su vista al pedazo de carne que le dejo y le dio un pequeño mordisco. Solo paso menos de 2 segundos y él ya lo consideraba lo mejor que había comido en su vida después de la muerte de su madre.

—Está muy bueno!!-dijo casi en un grito comiendo todo en un solo bocado.

Ella, quien solo se ponía a comer lo poco que faltaba, sin "querer queriendo" soltó una muy, muy pero muy leve sonrisa. A ella nunca le alagaron de como cocinaba pues nadie nunca lo había probado más que ella y ahora él.

Como ella ya estaba satisfecha y había cocinado de más. Le extendió lo que quedaba de su bento sin dejar su mirada serena. Claro lo hacía por esa amabilidad que aun preservaba dentro de sí.

        —Eh, me lo estás dando?-pregunto el confundido.

Ella asintió para después ponerlo en su entrepierna y juntar sus rodillas con su pecho. El fijo su mirada en la "ofrenda" y después en ella, a pesar de no hablar, a pesar de que era tratada con basura, dentro de ella habitaba una niña inocente, una dulce niña que fue afectada por el egoísmo de los adultos. Puso su mano en su cabeza acariciándolo suavemente, algo que le sorprendió mucho a ella.

          —Gracias.-dijo después de sacar su mano de ahí y empezar a comer.

Por otro parte ella estaba confundida por la actitud de él, no era como los otros, si no fuera por esa mirada cálida que daba una pequeña sensación de confianza, pensaría que solo lo hacía por lastima.

El mientras terminaba la mejor comida del mundo para el volteo su cabeza para observarla, pero solo termino con un pequeño muy pequeño sonrojo de su parte al ver que ella ya lo estaba haciendo.

Después de unos minutos sonó la campana indicando a todos volver a sus aulas. El volteo otras ves pero esta ya se había ido, si más se paró y se dirigió a su salón para devolverle su taper esperando encontrarla hay.

           —Oye!-grito una molesta vos chillona.

El volteo para encontrarse con la chica que quiso coquetearle. Ahora estaba diferente su falda estaba más levantada –si se podía estar más- el primer botón de su camisa estaba desabrochado dejando ver a sus falsos pechos. Atraía a cualquier chico pero no a él.