Sí, yo buscaba algo en el que perderme, no había nadie, almenos alguien que realmente yo sintiese que fuese diferente.
Y entonces, le conocí.
Me perdí en aquellos ojos verdes, aquellos que juraría que si los volviese a ver en persona me delatarían, delatatían lo desesperada de mirarle por toda una vida.
Juraría que si le volviese a ver, me costaría alejame, tantos son los deseos de observarle a los verdes paisajes nuevamente, perderme en ese bosque verde de su mirada. Observar cada pequeña pestaña que conforman aquellos ojos, aquella mirada que con haberle visto una vez, me cautivó.
Tenía algo el sí, algo diferente, cautivador, encantador. Podría parecer exagerado, pero, quería leerle la mirada, encontrarle los mundos que aún no existían, escribirlos y hacerlos de mis capítulos preferidos.
