La pequeña sirena

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En lo profundo del mar, donde los humanos jamas han pisado tremenda profundidad. Ahí en la oscuridad destellaba un enorme castillo. Rodeado de luz, habitantes, tesoros y las criaturas marinas jamas antes vistas. Un lugar donde el rey de las sirenas gobernaba. Alzó su tridente y lo incrusto en uno de los pilares. Los sirvientes sabian que les esperaba un regaño:-¿¡Cómo que lo dejaron ir al abismo?!- Ellos bajaron la cabeza y el rey se dirigió a uno de sus mas fieles sirvientes:-Trae a Killua de regreso- Era un cangrejito rojo con anteojos. Gotoh habia trabajado ahi por muchos años, se podria decir que habia visto crecer a todos los hijos del rey. Era como un miembro mas de la familia. El rey Silva removió su tridente del pilar y antes de nadar a su trabajo le ordeno por última vez:-Cuando lo encuentres asegúrate de que no halla hablado con la gaviota mutante de Rammot- Gotoh asintió y emprendió su busqueda.

En las lejanías del océano, un barco hundido era asaltado por una belleza de cola azul. Sus garras se llevaron algo que pretendia ser un tesoro:-Hermano, esto me esta dando miedo- Una sirena rosa halaba del brazo a su hermano mayor:-Espera Alluka...- Noto una grieta enorme y pudieron salir de ese lugar antes de que los tiburones llegaran. Una lucha entre las bestias del mar y unos simples tritones sería devastador.

Nadaron y nadaron, pasaron por corales de múltiples colores, dieron vueltas y bailaron entre los rayos del sol reflejados en el agua. Eran jóvenes, felices, pero con grandes responsabilidades que debian cumplir y que olvidaron por jugar.

Llegaron a una cueva, la luz se colaba por unos cuantos agujeros, eso sirvió para poder encontrar la roca perfecta que evitaria que el pequeño tesoro flotara. Killua tomo la envoltura de chocolate y coloco la roca en sima, con este su colección llegaba a 2000:-La gaviota dijo que eran envolturas de chocolates ¿Que es eso?- Alluka lamentó haber preguntado, cuando hablaba de ese tema los ojos de su hermano brillaban y conmenzaba a decir cosas que ella no entendia:-¡Es chocolate! ¡Un dulce natural de los humanos!- Ella se apoyo en una roca y vio a su hermano girar y girar entre las burbujas, parecia mas una sirena que un triton.

¿Donde recolectar todo eso? Pues a las orillas del mar. Cuando los humanos abandonan la playa, antes de poder ver las estrellas salir. Estas criaturas terrestres llamaban a su tesoro "basura" y ciertamente él no sabia lo que eso significaba.

No solo recorria las orillas por explorar el mundo humano, sino tambien tenia algo especial en ese lugar. Habia puesto sus ojos en un joven principe que gustaba de sentarse en la orilla para ver el ocaso. Acercarse a los humanos era algo prohibido asi que tenia que espiar desde lo lejos, siempre habia encontrado a esos seres de alguna forma muy interesantes pero habia algo en él que lo insitaba a desear conocer mas y mas. "Tendremos que cruzar el océano mañana" lo escucho decir esa tarde, seguramente lo harian con una de esas maquinas de metal o madera en la que los humanos viajan, después de todo ellos no contaban con una esplendida cola de pez. Esta era su oportunidad, en ese viaje se atreveria a hablarle. Esa era una de las razones por la cual no dejaba de cantar y dar vueltas como caballito de mar.

Incluso los sirvientes notaron su cambio de actitud al llegar a casa:-El rey desea verle- fue lo que Gotoh comento y lo escolto hasta la presencia de Silva:-Saltastes tus lecciones otra vez- Su voz fuerte hacia temblar a todo el palacio, era muy cierto que era tan poderoso como para llevar la destrucción a los humanos mas cercanos y queria que su hijo tomara su mando cuando tuviera la edad suficiente. Killua no lo escucho, asintio a todo lo que su padre dijo y se fue felizmente junto Alluka:-¿Qué rayos le sucede?- Su hijo mayor se apoyo en uno de los pilares, hermosa cola verde con perlas y un glorioso cabello largo ondeante:-Esta enamorado de alguien o hiso un amigo- Tanto como el pequeño Gotoh y el rey se sorprendieron ante esa teoría. Ambos estaban felices de saber que Killua por fin podria dejar esas estupideces terrestres y dedicar su tiempo a jugar con un amigo real:-Si madre estuviera aqui esto jamas hubiera pasado- Fue lo que Illumi gruño sabiendo la verdad detrás de la sonrisa de Killua.
Silva odiaba escucharlo decir eso:-No quiero que molestes a tu hermano- su hijo asintio y al alejarse sonrió con malicia, jamas permitiría que un humano se quedara con su precioso hermanito.

HxH Cuentos de HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora