Kakashi coloco su mejilla en la nuca del menor -¿Que voy hacer contigo?- Se preguntó.
Iruka no se atrevía hablar, por toda la escena bochornosa de adolescente con las hormonas alborotaras que había causado ¿Desde hacía cuanto que se sentía así por su culpa? Esa actitud de niño mes claro con caprichos adolescentes le terminaría volviendo loco, a todo eso le tenía un culpable y era él.
La mano blanca que sostenía la cintura del moreno se deslizo hacia arriba tomando su rostro y acariciándolo con suavidad, como si fuera una seda fina y cálida. Agarrando la parte del mentón le obligo a mirarlo directo a los ojos, sus mejillas sonrojadas y ese brillo en las pupilas le hacían parecer un pequeño niño dándole mucha ternura al mayor.
-Adoro cuando te pones celoso- Le confeso.
-¿Quien esta celoso?- Aprovecho cuando ya no le obligaba a mirarlo, bajando y desviando la cara.
Separando un poco ambos cuerpos solo quedaba el agarre de su mano a la muñeca del otro, el hombre de pelo plateado bajo la cabeza hasta llegar a la altura del menor. Quien le miraba de soslayo, con su mano libre se desato el pañuelo destapando así su boca.
Solo Iruka sabía lo que había detrás de esa tela, desde hacía ya casi dos años que se venía enterando lo que tanto tiempo oculto desde su infancia. Le dedico una sonrisa de costado acariciando de nuevo las suaves y rosadas mejillas.
-No tienes que estar celoso de Gai- Le hablo con comprensión
-Otra vez ¿Quién dice que estoy celoso?- Cruzo su mirada con fastidio pero de inmediato la volvió apartar.
-Tú me lo demuestras- Le seguía acariciando -Y eso me hace feliz-
Aproximo sus labios a su rostro, dándole un leve beso tomando de sorpresa al moreno, volvió a besarlo pero estas vez dándose mucho más tiempo permitiéndose degustar cada rincón de sus labios decididos a permanecer cerrados.
La mano que tomaba la muñeca fue abriéndose, pasando así por su palma hasta encontrar el hueco entre los dedos y formar una cadena tan difícil de romper. Atrapo de vuelta su cintura apegando los dos cuerpos, mientras usaba los besos para elevar ambas cabezas. El moreno se dejaba llevar por las caricias que proporcionaba, uso su única mano libre en pasarla por detrás de la nuca del mayor enredando así sus dedos con la plata.
Ya lo tenía casi a su merced, solo le faltaba separar esos labios utilizando su lengua exploro desde arriba hasta abajo alguna abertura, pensó en alguna clave que le permitiera el paso o botón. Se rió para sus adentros al ocurrírsele una idea, movió la mano que le acariciaba la cintura asiéndola bajar a los muslos donde como una pinza presiono uno de los cachetes, consiguiendo un gemido tanto de doloroso como de satisfacción para el menor.
Una vez adentro se dirigió a inspeccionar el lugar oscuro hasta encontrarse una vez más con su compañera de juegos, esto terminaba siendo un deleite. El aliento empezaba a escasear a ambos terminando de separarse con un pequeño rastro de saliva que Kakashi se limpió con la lengua causando más sonrojos al menor.