19#Cerdita come dulces

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Este capítulo va dedicado a hippie-love23745 ! Gracias por leer te mando besos!

Narra Carl

Entré a la primer puerta que se cruzó en mi camino, me adentré al cuarto, era una habitación de dos camas individuales,  cerré la puerta fuertemente, me apoyé en ella y me deje caer en el suelo.

《 Soy un tremendo estúpido》me dije a mi mismo.
Estoy muy confundido no sé que acabo de hacer.

《Olvídalo ya》pensé cerrado los ojos.

Me paré y comencé a hacer lo que venía a hacer, revisar la casa.

▶ ▶ ▶ ▶ ▶

Encontré un par de cosas:
Algo de ropa vieja
Una caja con papeles, entre ellos uno de regalo, sonreí al verlo, lo usaría para el día siguiente.
Fotos

No era mucho, pero servía

Narra ____

Estaba en la cocina pensando mientras hurgaba las estanterías en busca de comida, encontré algunas latas de sopa, un tarro con caramelos, desenvolví uno y lo comí plácidamente... Bueno, unos cuantos y los comí como cerda.
En eso entró Carl y me miró de arriba a abajo mientras tenía mi boca llena, le acerqué el frasco con la mano.

-¿Quieres?- dije raramente a causa de que los caramelos no dejaban pasar el sonido de mi voz. Carl sólo me miró, luego de unos segundos expulsó una carcajada.
Tragué rápido y lo observé con una mirada asesina.

- Te odio Carl- bajé la mirada.

-Oh vamos, no me odies- dijo aún emitiendo risitas irritantes. Me abrazó y yo quedé impactada.

-¿Qué tomaste Grimes? ¿Sabías que las drogas son malas?- dije en su hombro mientras le daba palmaditas en la espalda- Creo que deberías irte a dormir- dejo de reír y me soltó.

-Buenas noches Scott- dijo y se fue serio, en el pasillo de camino a las habitaciones comenzó a reír nuevamente y yo puse mis ojos en blanco, tomé unos cuantos dulces y me fui a la habitación desocupada.

Me tiré a la cama quedando boca abajo y dormí pacíficamente.

*A la mañana siguiente*

-____- dijo Carl tomándome un brazo mientras yo descansaba boca abajo en la cama aún tendida- Scott, ¿Puedes darme señales de vida?- dijo tranquilo a lo que yo respondi moviendo un dedo de mi mano- Ya veo... no quiere levantarse la cumpleañera- me senté quitándome los pelos de la cara velozmente.

-¿Hoy es mi... cumpleaños? ¡Cierto! Lo había olvidado por completo- dije sorprendida.

-Feliz cumpleaños cerdita come dulces- dijo tendiendo me un paquete, lo tomé lentamente abriendo mis ojos.

-¡Me compraste un regalo! Gracias Grimes- dije abrazandolo fuertemente, era genial.

-No es nada- miré el regalo- ábrelo- empecé a romperlo y lanzar papeles por doquier- espero que te encante- grité de alegría al ver que era. Era un sombrero, uno muy parecido al de Carl, estaba totalmente encantada, quería uno de estos.

-Lo amo Carl, eres lo mejor ¿Sabes?- dije entusiasmada.

-Oh, claro que lo sabía - dijo presumido poniendo una de sus manos en su corazón. Puse el sombrero en mi cabeza y me quedaba muy bien- ahora eres una comisaria.

-Hablando de regalos... tengo algo para tí- dije atrevida, el me miró asustado.

-¿Qué tramas comisaria?- dijo ceñudo.

Me paré y rebuscar en las mochilas de espaldas a Carl.

-Cierra los ojos- eso hizo, puse el obsequio en sus brazos- ahora, oficialmente estas a la moda Grimes- eché a reír cuando abrió los ojos, confundido.
En su regazo había dejado su nuevo pijama de conejos, ahora estaría a mi altura.
Él no rió en absoluto, pero luego no pudo aguantarse y me imitó.

-Ahora te lo pruebas, te lo elegí grande así durará más- dije apenas termine de reír.

-Si mamá- dijo tomando las prendas de ropa y dirigiéndose a la puerta para salir.

-¡Ya quiero verte usarlo Grimes!- dije riendo- No se aceptan devoluciones y/o críticas negativas, ya que TÚ dijiste que querías uno- dije marcando el" tú "  de la frase.

Carl se adentró luego de un tiempo en la habitación y yo lo miré tiernamente

-Owww, que tierno te ves- dije mientras el me miraba como miraría un niño a su madre al ser obligado a ponerse algo que no quiere- mírale el lado bueno, tienes nuevo pijama, estás estás a la moda y...

-¿Y...?- dijo desesperado por la respuesta.

- Y no sé que más inventar- no evité las carcajadas por su ropa, mientras él miraba con cara de pocos amigos.

Sobreviviendo Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora