Historia inspirada en la canción de multimedia. No es necesario (ni recomendado) que la escuches mientras lees.
¡Disfruta!
París, 15 de abril, 19:57
Un 15 de abril cualquiera, una chica de 15 años llamada Marinette estaba tumbada en su cama mientras hablaba por teléfono con su mejor amiga, Alya. Después de una carcajada y una pequeña pausa, vio interrumpida su charla al oír una voz que la llamaba desde el salón de su casa.
— ¡Marinette, cariño! ¿Puedes bajar un momento? Tu padre y yo tenemos que decirte algo.
— ¡Ya voy, mamá! —después se dirigió a Alya desde su teléfono— Perdona Alya, tengo que dejarte. Otro día hablamos... Adiós.
Marinette colgó la llamada, dejó el móvil sobre la cama y se levantó de un salto. Bajó rápidamente las escaleras y se dirigió al salón de su casa, desde donde la había llamado su madre unos momentos antes.
— ¿Qué quieres, mamá?
— Ven hija, siéntate —le contestó su padre, señalando el sofá situado justo enfrente suyo.
Marinette obedeció, algo extrañada.
— Verás Marinette —habló la madre—, hoy me ha llamado tu tía. En la llamada, me ha contado que le han salido unos asuntos urgentes en Montpellier, y que...
La madre comenzó a relatar la llamada, pero Marinette no prestó especial atención hasta la parte final. Tras escucharla sólo pudo reaccionar saltando sorprendida del asiento.
— ¡¿Qué?! ¡¿Que nos tenemos que mudar a Montpellier?!
— Calla, hija —le regañó su padre—. Baja un poco la voz...
— Pero, ¡no puede ser! ¿Irnos de París? ¿Para siempre? ¡Es imposible! ¡Tendré que alejarme de todos mis amigos, y no quiero!
— Marinette, tienes que comprenderlo. Son asuntos familiares muy importantes —remarcó el padre.
— Lo sé, pero, ¡aun así no quiero irme! ¿Qué pasará con todos mis amigos? ¿Y el instituto?
— Tendrás que cambiarte de instituto, y hacer nuevos amigos allí...
No escuchó mucho más, principalmente porque, al entrar aquella idea en su cabeza, le vinieron demasiados pensamientos de golpe, confundiéndola, a la vez que las lágrimas se agolpaban en sus ojos. No pudo hacer otra cosa que subir corriendo a su habitación y encerrarse en ella.
— No parece habérselo tomado muy bien... —opinó el padre.
— Es normal... Le ha venido muy de golpe. Sólo necesita tiempo, para... Asimilarlo todo —contestó la madre—. Es mejor dejarla sola.
El padre asintió. Mientras, Marinette, en su habitación, sólo se tiró sobre su cama.
¿Cómo reaccionarías si te dijeran de repente que tienes que alejarte de todo cuando te ha acompañado desde que naciste, para empezar de nuevo en un lugar totalmente desconocido? Sí, haría nuevos amigos... «Pero no será lo mismo» pensó abatida. ¿Qué pasaría con Alya o Nino? ¿Qué haría con Adrien? ¿Y el resto de compañeros? Ivan, Alix, Nathaniel, Kim, Max, Mylène, incluso echaría de menos a Chloe y a Sabrina, aunque le costase admitirlo. Y, ¿cómo sobreviría París sin su ayuda? No, eso no le importaba en aquel momento. Estaba demasiado ocupada pensando en cómo soportaría alejarse de aquellas personas con las que creció en la escuela, con las que pasó casi toda su vida y que ahora no volvería a ver jamás.
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Amor de adolescentes [One-Shot]
Fanfiction«En las historias de romance, siempre hay alguien que trata de conquistar a su amor verdadero; después de ciertas dificultades, su amor es correspondido, los amados se casan y viven juntos para siempre. Pero, ¿por qué no se dice nada de cuando el am...