Segunda Fase: COMPRENSIÓN

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Tal vez ésta sea la peor parte de todas. En la primera fase tenías una barrera defensiva en tu mente que te protegía del dolor, pero ahora no hay nada que te impida ver la realidad para darte cuenta de cuán mal están las cosas en realidad. Tus ojos se han abierto al mundo; sales de tu burbuja personal en la que sólo tú importas, y logras ver tu situación.
Casi echo de menos las dudas. Definitivamente las prefiero a esta desgarradora certeza. La verdad es que estoy sola; me rodeo de gente todo el día y, sin embargo, no puedo confiar en nadie. Esas palabras... «Estaré para ti en cuanto me necesites, pero nada volverá a ser lo mismo». Sabes que puedes confiar en esa persona, que es la única, pero ¿qué sentido tiene si ya no confía en ti? ¿Sigues confiando aún así? En estos momentos no puedes, algún día podrás,pero por ahora la incomodidad vence en la balanza.

Hace poco conocí a una pareja de recién casados y quisieron contarme su historia. Haciendo a un lado las frases melosas y las miradas apasionadas que se dedicaban, puedo destacar una frase que sin duda ha dejado huella en mí y que ahora pienso compartir:<<Me enamoró su amor por mí>>. Es curioso ver que los humanos necesitamos igualdad, y no me refiero a los derechos que se defendían en la Revolución francesa,no; la igualdad de un sentimiento, la correspondencia, el saber que no estás solo en esto, sino que ambos ponéis un ladrillo paralelo en este muro. Así es que no se puede pedir amor si tú no ofreces el tuyo; así es que la confianza se gana, y no se consigue por lástima; así es que te das cuenta de que ya no tienes nada que ofrecer, porque no hay nada que reclamar.

Se puede decir que esta es la fase de idiota perdido. No hay mejor manera de describirla. Ahora lo único que haces es perseguir a esa persona  a pesar de que sabes que no obtendrás nada. A veces la esperanza no es suficiente, pero la necesitamos y, aunque se esté derrumbando, nos aferramos a ella como si fuera el único lugar firme en toda La Tierra. Pequeño iluso...deja de soñar y baja tu cabeza donde pisan tus pies. Es demasiado tarde para súplicas. Cualquier cosa que digas se volverá contra ti. Pasar página da miedo, es doloroso y difícil; pero peor aún es continuar comportándote como un estúpido por algo que no vale la pena. 

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