I'm Your Only Escape

Habitación 404

El constante ruido, normalmente, es molesto. Pero este no es el caso.
El silencio era abrumador, lo sentía, lo palpaba y eso, eso era molesto.
Sentía una tranquilidad, un asquerosa tranquilidad.
Segundos después, comencé  a sentir unos susurros que  venían todos apresurados. Los primeros en llegué a escuchar  eran "Qué estupideces haces" , "solo traerás vergüenzas"', "hubiera sido mejor que te suicidaras", "ja ni para eso sirves"
-¡Basta! ¡Paren ya!- grité.
-No te dejaré hasta que te mueras, maldito imbécil- respondió.
Y todo oscureció.

En la habitación 404 reinaba el silencio, en ella yacía dormida una mujer. Alta, delgada y con profundas ojeras.
De un momento a otro se despertó y se quedó contemplando el cuerpo inmóvil  de su hijo.
Entro una enfermera, lo revisó y cuando estaba por salir el chico comenzó a moverse frenéticamente, estaba  saliendo se de control, en consecuencia, le inyectaron un calmante.
-Señora el doctor quiere hablar con usted- dijo la enfermera.
-Por supuesto- respondió poniéndose de pie.
El  Dr. Russo entró a la habitación.
-Buenos días Dr.Russo- susurró.
-Buenos días señora, le seré muy directo. Su hijo a intentado suicidarse, al principio pensamos que solo se trataba de los cortes exorbitantes, pero este tomó otras medidas adicionales. Se tomó una serie de pastillas, unas 50 pastillas en total. Y esto ha provocado un aneurisma en su cerebro, el cual lo ha dejado en una coma inestable. Le explico, su hijo esta en coma y puede que no despierte, y si lo hace, le quedan pocos días de vida. No sabemos con exactitud cuantos. Intentáremos lo posible para que esté cómodo dándole  una serie de medicamentos. Cualquier cosa que pueda hacer por usted, hágame lo saber.
-Gracias por su tiempo y dedicación Dr. Russo- le respondió.

Al costado de la camilla se encontraba la pálida chica con exceso de delineador. Observaba y escuchaba todo, pero, nadie podía verla.