Ikdra Neim 👾(KaiSoo/ThreeShot)

☆ 2 ☆

Se despertó por la mañana en un abrir de ojos de un sobresalto.

Estaba en el sillón recostado, tomó una gran bocanada de aire y respiró como si hubiese estado aguantando la respiración bajo el agua, con necesidad y desesperación .

- Uff... - resopló - sólo ha sido un mal sueño...

Levantó la mirada hacia el televisor, estaba apagado. Creyó que así debía ser ya que había intentado apagarlo de mil maneras.

Pero luego sus ojos se desviaron hacia el cable recordando la pesadilla y su respiración se aceleró nuevamente.

"Tranquilo... debe ser porque la desconecté... sólo eso..."

Pensó para sí mismo y volvió a relajarse.

Las imágenes de esa horrenda pesadilla volvían a su cabeza aunque intentara evitarlas. Habían sido demasiado vívidas como para olvidarlas tan fácilmente.

Un cuerpo blanco y pálido, los labios anchos y morados, y un par de ojos indescriptibles que parecían contener el universo dentro de él, eran brillantes y oscuros, creyó ver estrellas dentro de ellos. Su cabello demasiado fino y sedoso del color del cielo noche se enviaba hacia atrás por sobre lo que indudablemente era su cabeza.

En cuanto la figura sobrenatural se le acercó, le oyó decir unas palabras indescifrables que no recordaba.

La boca se acercó hacia él y lo besó de una manera extraña, no salió una lengua asquerosa y larga de adentro que lo comería como imaginaba su mente aterrada que esperaba lo peor.

Pero de todos modos el miedo le hizo lanzar un grito de espanto ante lo desconocido.

En cuánto se percató que era sólo un beso de labios, tan delicado e inusual abrió sus ojos que lagrimeaban por el terror.

Ese ser sobrenatural tenía una apariencia bastante humana al decir verdad pero supo que no lo era porque su piel era tan fría que dolía, los ojos eran tan amplios y luminosos que acaparaban más espacio del habitual en su cara y los labios aunque no pudiera creerlo sabían a uvas.

A Jongin le encantaban las uvas y no entendía cómo eso era posible.

Los labios que lo besaban con suavidad eran dulces en su sentido más literal.

Su corazón se relajó como si el dolor y el golpeteo frenético debido al miedo estuviera siendo sedado.

Capaz ese dulce sabor a uvas era la medicina para toda la adrenalina que había corrido hasta esos momentos por su cuerpo.

Cuando el ser se apartó de él volvió a murmurar palabras inentendibles y podía jurar que aquel alien había sonreído con amabilidad.

-Makirav - y acarició su mejilla con unos dedos suaves y largos.

Después de ese roce no recordó más.

Capaz allí había acabado la pesadilla.

Ahora que lo pensaba tenía sentimientos encontrados respecto a aquel sueño.

Fue aterrador y algo realmente de muerte lo que había sentido.

Pero una vez que el ser lo tocó no hubo más que paz en su interior.

Todo lo que había creado su mente se desvaneció en cuanto la miel de uva recorrió su garganta.

*

Por la tarde salió a hacer algunas compras y al regreso recordó el sueño nuevamente.

Antes de entrar a la casa miró hacia el suelo en busca de algo que sabía no debería existir con completa seguridad.