Era domingo en la mañana y aún me encontraba con Will acostados frente a frente tomados de la mano, me tomé un momento para apreciar sus facciones.
- Buenos días - sonreí y me levanté-iré a preparar algo para desayunar muero de hambre
- Esta bien -volvió a cerrar sus ojos
Baje a ver que había en la alacena y en el refrigerador, lo único que pude conseguir para desayunar fue cereales con leche, también hice unas tostadas con jugo. Era un desayuno demasiado improvisado
- Me encanta- dijo Will entrando en la cocina
- ¿Que cosa?
- Esto, despertar así desayunar contigo-sonrió y yo sonrei tambien sin siquiera poder evitarlo
- Espero que se deje comerQuiero dejar claro todo en mi cabeza. Cuando pasó lo de Will en el baile yo no supe como reaccionar, esa misma noche Tomás me había engañado y me había dejado plantada. Con William había pasado momentos increíbles, lo quería demasiado hasta que me abandonó y me hizo sufrir. Esa noche en la que hizo la mujer más feliz del mundo, comenzaba a quererlo de otra manera y eso no podía permitirlo he sufrido bastante por temas de hombres y enamorarme o tener una relación con Will iba a hacer que yo sufriera. Lo se soy muy complicada y no muchos me entienden pero esto es para mi bien.
Un sábado, me invitó a salir y acepté. Saldríamos a un bar y luego a un boliche, la estaba pasando muy bien estaba bastante alcoholizada y me reía de todo sobre todo cuando Will me cuestionaba por haber tomado tanto y no controlarme. Eso fue lo único que recuerdo. Ahora me encontraba sentada en la cama y me di cuenta que estaba desnuda, si lo estaba giré mi mirada noventa grados a mi izquierda y ahí estaba durmiendo como un ángel. Odiaba hacer cosas de las cuales no recordaría al día siguiente. Me levanté, tome una bata y me cubrí, fui hasta el baño y lave mi cara, pensaba y trataba de recordar lo de anoche pero se me hacía imposible, y para prevenir tome la famosa pastilla "del día después". Will aún no despertaba, saque cuidadosamente algo de ropa y le deje una nota " me fui a trabajar"; fue lo primero que se me ocurrió hoy ni trabajaba pero necesita salir y él no sabía mis horarios.
Tome mi reproductor mp3 y lo puse a todo volumen, coloque mis auriculares y salí a caminar hacia el parque. Me afectaba el no saber que hice y más si se trata de eso, era algo valioso la virginidad para mi y la perdí con Will porque estaba lista y porque sentía que era él pero eso no significaba que podía hacerlo siempre, y menos borracha. Después de varias horas volví, entre silenciosamente pero no había nadie ni William. Entre a la ducha y deje que el agua caliente se esparciera por todo mí cuerpo llevándose consigo la pesadez y los pensamientos. Cuando estaba lista me envolvió en una toalla y salí hacia mi cuarto, me tire en la cama y ahí me quedé hasta que Emily me despertó
- Linda ¿vas a comer?
- Si muero de hambre
- Pero primero vístete, tenemos visitas
- ¿Henrie? - nego y cerró la puerta. Me vestí con algo simple y común, bajé con tanto miedo porque conociendo a Emily ella podría traer a Will , así que deseaba que no fuera él y.. ¡Gracias a dios no lo era!
- Clarise, tanto tiempo
- Pero mira que linda estas - me sonrío mirandome luego de separarnos de nuestro abrazo- hace tanto que no nos vemos, ¿como has estado?
- Bien bien algo distanciada de mi hermanita- le apretó los cachetes a Emily- ¿como te va en el trabajo?
- Bien, me estoy acostumbrado ha tantas horas
Cenamos las tres, entre risas y charlas, al cabo de unas horas me despedí de ambas y subí a mi cuarto tenía sueño y me dolía la cabeza.Una mañana desperté y salí rumbo a MC Donalds, el tiempo no me animaba en lo absoluto estaba nublado llovía de a ratos era un típico día "triste". Trabaje las ocho horas que indicaban mi contrato y después volví a casa. Puse la llave en la cerradura y baje el picaporte, estaba Emily en el sillón retorciéndose de dolor
- ¿Que pasa Em?
- Estoy en mis días, ¿tu no? - negue y subí las escaleras corriendo
Con Emily nos venía al mismo tiempo estaba bueno porque ambas pasábamos el dolor, el enojo y comíamos helado a montones. Llegue a mi cuarto en mi mesa de luz busque mi cuaderno donde tenia un calendario que tenía marcado el día que me debía venir estaba atrasado cinco días, una lágrima cayó sin previo aviso. Cerré el cuaderno lo guarde en su lugar y me senté en el piso con la cabeza entre mis piernas, me odiaba me odiaba no podría tener un bebé yo no lo quiero aún soy muy chica. Seque mi cara borrando todo rastro del derroche de mis lágrimas, baje las escaleras busque un vaso de agua y escuche como Emily le pagaba al repartidor de helado.
- ¿Puedo acompañarte?
- Claro, pon alguna película mientras yo busco dos cucharas- camino hacia la cocina puse "the notebook", era algo masoquista pero podría llorar sin tener que dar explicación. Emily llegó con las cucharas, nos acomodamos en el sillón, empezó la película de un lado una cuchara con helado y del otro unos pañuelos descartables algunos ya usados. Eso me hizo bien sacar todo el malestar de mi cuerpo.