Capitulo 2

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PERREO PERREO
A mi público lo que pidan
Yo solo bailaba como quería y no faltaba el típico arriman de un tipo pervertido asqueroso.
Yo era el centro de atención.
Yo soy y seré única.
Gracias papi.
Me subí a la mesa, baile como nunca, Ja, ni peda andaba.
-Quítate las bragas. Que pasaba si me las quitaba?
Inicie levantándome la falda.
No termine
-Gerardo! Que haces? Que no ves que es mi momento? Ellos me aman
-Si y a tus tetas también
-Tu las amas? O prefieres las de tu esposa?
-No metas a Vivían y vámonos de aquí
Gerardo me saco del Opera, que le pasa a este pendejo?
- Lévame a tu depa
-No traigo las llaves
-Ok, vamos a mi casa y duermes conmigo
-Tengo esposa
-Pero no la quieres, tu aun no me superas
-Tu no me querías o si?
-Si pero no lo sabia
Gerardo me ayudo a entrar a mi casa, pero como toda borracha se escaparon palabras de mi boca y ni pedo, cerré la puerta antes de que el saliera.
Yo estaba caliente y lo bese, desearía que me llevaran a un cuarto rojo y me trataran como a Anastasia pero por desgracia mi cuarto es blanco.
-Quiero que hagas el intento de dejarme paralitica
-Tus deseos son ordenes
Me beso más rápido de lo que pensé, extrañaba sentir sus manos tocándome mientras me besaba.
-Vamos a mi cuarto?
-Arre pues mija
Quite su cinturón Hermes y desfaje la camisa que llevaba puesta mientras el hacia lo mismo conmigo.
Después de terminar solo me quede pensando, me daba asco yo misma, lo volví a hacer con la persona que me engaño, lo volví a hacer con alguien que ya tenía un bebe con la persona que mas odio, me sentía tan culpable y repugnante.
Quien lo diría, la cereza del pastel tiene dignidad.

La hija del chapo||La verdad de los sinaloensesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora