Su vida transcurría de lo más normal.
Llegaba momentos en los cuales sus complejos regresaban, y la despedazaban una vez más.
Pero siempre demostraba cuan fuerte era, nunca volvío a decaer, conoció lo que era el amor propio.
Aquello que te hace ser un poco egoísta, y pensar más en ti, pero era un egoísmo sano, aquello que le permitía darle una buena cara al mal tiempo.
Cada vez se sentía más orgullosa de todo lo que había logrado ser, todo lo que logro un cambio de colegio en su vida, todo lo bueno que le trajo a su vida. Es inútil pero sí. La ayudo mucho..
Podía tener pretendientes, pero no uno que ella sintiera que la complementara, pero así estaba bien, conforme. Así era feliz.
Hasta que conocío a una persona, la cual le hizo cuestionarse si era lo suficiente maravillosa como todos le decían para gustarle, a quien ella quería, cosa que nunca le había sucedido.
Paso malas noches, malos días, malos ratos, malos momentos.
Viendo a la persona que quería desviviendose por alguien más.
Se dedicaba a sufrir por alguien que no sufriría por ella.
Merecía eso tan buena persona como ella? pues no.. Pero es terca en el amor. Su excusa era "lo prohibido gusta más"