Tú Eres Una Bestia

Tengo demasiado frío, el suelo está helado y la poca ropa que traigo puesta no ayuda en nada, hace unas horas que deje de llorar y de pensar, solo me concentro en el frío. No puedo creer lo que me hizo, no puedo creer que fui tan estúpida como para meterme en esta situación, como quisiera regresar el tiempo y jamás hubiera salido esa noche, jamás me hubiera peleado con mi padre pero esta es mi realidad ser la esclava de un hombre, que lo único que provoca en mi es terror, miedo a que se enoje y pierda el control, que vuelva hacerme lo que me hizo sentir hace unas horas antes.

La puerta se habré y me tenso al instante, volteo hacia la puerta y ahí esta, mirándome, su mirada no refleja nada, trae una cobija en las manos se acerca a mi y yo trato de levantarme del suelo, no me doy cuenta que ya esta a mi lado, vuelve acostarme en el suelo frío y me tapa con la cobija, yo lo miro a los ojos, mi cuerpo empieza a temblar de miedo él se da cuenta y agarra fuertemente mis mejillas y me hace que lo mire.

- ¿Vas a volver a intentar escapar? por que ya sabes que te puede pasar -trate de no llorar pero su tono de voz era tan aterrador y en sus ojos no había ni una chispa que mentía o jugaba lo decía muy enserio, y no se que me paso será la mierda que es mi vida o lo que me hizo hace unas horas atrás lo que me dio el valor de enfurecerlo más con solo cuatro palabras:

- TÚ...ERES...UNA...BESTIA -le grité y su cara se descompuso por una milésima de segundo y al siguiente lo unico que pude mirar era oscuridad.