*ೃ࿈ˎˊ˗ sex with my uncle 3.→ johnny depp.♡

♡ fifteen ♡

❝Small Alarm.❞  

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A media noche, Kim se despertó bruscamente. 

La puerta estaba siendo tocada, seguro era su padre. ¿Pero que no traía llaves? Se levantó de la cama, envuelta en una colcha de princesas Disney, y bajó las escaleras. Se detuvo y observó por la ventana. No era su padre.

Era Johnny.

Se estremeció, y le dieron ganas de abrirle y golpearlo hasta saciar su coraje. Pero por otro lado, decirle que estaba arrepentida de haber roto su compromiso y que lo amaba. Pero no haría nada, no sabía si se merecía cualquiera de las dos opciones anteriores. En primera, por que no lo había escuchado hablar, y en segunda por que no lo haría. Quizás había sido el destino y por supuesto Dios, quien había escrito eso en su libro de la vida. 

No estaba segura. Al menos, estaba segura de no abrirle esa noche. Estaba dolida, mucho.

Johnny seguía tocando, ella se recostó en el sillón y cerró los ojos haciendo caer a las lágrimas que se habían acumulado por sus mejillas. Suspiró y se concentró. Minutos después ya estaba profundamente dormida.

+

A la mañana siguiente, se despertó por la culpa de los rayos del sol. Se giró, olvidándose de que estaba en el sillón y terminó en el piso. Se río sola, y luego se levantó. Observó donde estaba, y por qué. Luego los recuerdos volvieron. 

¿Qué haría ahora? Necesitaba pensar mucho, suspiró. 

No quería llorar, no esta vez.

Estaba en su casa, estaba en su tierra, estaba con su familia. No, ya no lo tenía pero se quería convencer de que había sido bueno mientras había durado. Una característica de Kim, era su fuerza, su coherencia, y su "No volver atrás", estaba segura y confiaba en que lo iba a olvidar. 

Se llevaría tiempo, pero era lo que quería hacer. 

Según ella.

¿Para Johnny sería igual de fácil olvidar?

+

Kim había pasado toda la mañana limpiando su casa. Había estado ocupada, hasta que la casa había quedado reluciente. Luego decidió entrar a bañar. Y así lo hizo. Daniel había vuelto al trabajo, ya que Kim había mencionado quedarse ahí definitivamente. Tenía toda la tarde libre, y saldría al centro a comprarse nuevas cosas.

Se desnudó, y luego se paró frente al espejo. Quitó su liga con la que se amarraba el cabello y notó algo diferente. 

Alrededor de sus pezones había pequeños granitos, que anteriormente no estaban ahí, además de que sus pechos estaban sensibles. Frunció el ceño, y observó sus bragas: Sangre. Una sangre de un color rosa, muy leve. 

Su menstruación aún no llegaba, y nunca había reglado de ese color.

Se asustó.

Al ver, sus bragas manchadas se mareó y se sostuvo del lavabo. Algo le estaba pasando. Quizás la sangre se debía al esfuerzo que había hecho al mover los muebles, quizás sus pechos... ¿Qué con ellos? ¿Y que con el mareo? 

Nunca le había gustado ver la sangre, y en la secundaria al ver la sangre de una rana se había desmayado. No era cuestión de alarmarse. Además según sus cuentas, su periodo sería en una semana.

No tenia por que temer, además había sido un día agotador. Seguro había sido eso, entró a la ducha y despejó su mente de todos los pensamientos.

 Aunque la pequeña alarma que sentía en su pecho, aún seguía ahí.