CONTRATOS Y ANGELES

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Elizabeth

Me desperté temprano y me di una ducha fresca. El calor abrazaba el pequeño cuarto que mi hermana me prestaba. Desde que me separe de Brian este pequeño y sofocante cuarto era todo lo que tenía. Algo de ropa y mi experiencia como maestra para niños con necesidades especiales. El cuarto estaba algo más fresco que por las tardes así que me apresure a vestirme para no sudar con la ropa que iría a la entrevista de trabajo. Elegí una falda a cuadros y una camisa roja media manga. Me veía formal y profesional. Aburrida. Sin embargo elegí unos zapatos rojos estilo pinup para realzar el conjunto. Debía dar una buena impresión al señor Adam Westmore. El tenia una niña Madeleine, ella tenía 8 años y estaba en silla de ruedas. Según lo que me conto mi hermana quien me recomendó para el puesto ella tenía una salud frágil por lo que no iba a ninguna escuela ni publica ni privada. La institución donde enseñaba me despidió por falta de fondos pero dio excelentes referencias. Mi hermana trabaja en el área de recepción de las empresas Westmore y escucho que el estaba buscando una institutriz de tiempo completo que se ocupara de la niña y le hiciera compañía. Al parecer la chica tenía un carácter difícil y en los últimos años habían pasado más de 20 institutrices por la casa y nadie había soportado demasiado tiempo. La paga era astronómica. Tendría una habitación propia en la casa y los domingos libres. Era el cielo para mi .

Brian y yo estuvimos casados 4 años, 4 tortuosos y largos años. Al principio era un príncipe azul, luego se volvió un celoso obsesivo y violento. Cuando me mando al hospital con dos costillas rotas y una contusión en la cabeza me dije a mi misma que si seguía con el terminaría muerta. Mi madre se escandalizo cuando se enteró de que le puse una orden de restricción y le pedí el divorcio. Para ella eso era algo inaceptable. Estaba segura de que yo había hecho algo para provocar a Brian que para ella era el hombre perfecto. Mi hermana contra todos los pronósticos me apoyo y me trajo a vivir con ella y su estirado marido. Salí del hospital a los 15 días y ellos me ayudaron a reponerme. No me decían nada pero no quería molestarlos. Así que cuando ayer recibí el llamado de la ama de llaves del señor Westmore diciéndome que me esperaban hoy en la mañana para una entrevista estaba en el séptimo cielo. Mi hermana y su marido se iban muy temprano a su trabajo así que tome una taza de café mientras revisaba en google información sobre Adam Westmore.

Tenía 40 años y era dueño de una importante empresa que compraba empresas en bancarrota y las vendía o las levantaba y luego trabajaban para él. Había estado casado durante tres años con Lena Minster la madre de la pequeña pero ella falleció en un accidente de tránsito, el mismo en el que la pequeña perdió el uso de las piernas. Un automóvil las envistió, el conductor estaba ebrio. Desde allí se había mantenido soltero. En las fotografías se lo veía con algunas mujeres pero no hablaba de ninguna relación seria. Era muy guapo. Su cabello oscuro perfectamente cortado, una barba incipiente y sus ojos claros. Era elegante y tenía un aire autoritario. Pero en esos ojos claros había una tristeza profunda. Me obligue a mí misma a dejar de divagar. Me maquille con estilo y me deje el cabello suelto. Ellos ya tenían mi hoja de vida por mi hermana así que tome mi bolso y Salí.

Agradecí que la mañana estuviera relativamente fresca. Tome un taxi y media hora después de dejaba frente al portón de una lujosa mansión. Toque el timbre y una voz dura pregunto quién era. Le dije que venía por la entrevista como institutriz un guardia me abrió la reja. Subí por una escalinata de mármol y al llegar a la puerta me abrió una señora no muy mayor unos 40 años a lo sumo. Tenía un uniforme gris, el cabello en un nudo apretado y me miraba con una mueca de desagrado.

_ no creí que sería tan joven. Sígame_ dijo sin ni si quiera saludarme

_ buen día_ dije y ella se dio vuelta y me miro yo le sonreí ampliamente y ella siguió su camino con esa mueca desagradable.

La institutrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora