Una nueva Guerra Santa

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Como siempre, recordad que Saint Seiya es propiedad de Masami Kurumada y, en ningún caso, me pertenece.

Caía la noche sobre el Santuario ateniense cuando Mu, haciendo la ronda por su templo, vió bajar del cielo una estrella fugaz.
¿Una estrella fugaz? - pensó Mu - Creo que es un mal presagio. Como cuando murió mi maestro Shion hace ya 15 años. Tengo un mal presentimiento.
De repente, se empezaron a oír pasos en el exterior de la Casa del Carnero y aparecieron tres figuras encapuchadas.
- ¡Aaltoo! - increpó a las figuras mientras se ponía frente a la columnata de su templo - ¿Quién va?
-¡Apartate Mu! - dijo con voz profunda el que parecía liderar a las figuras.
Tranquilo. - oyó Mu en su cabeza - Soy yo
- Esa voz, ¿eres tú, maestro? - dijo Mu.
- Nai, Mu - respondió en voz alta el interpelado - pero no tenemos tiempo,déjanos pasar!
- ¿Porqué habría de...? - empezó a replicar Mu
- ¡Ya os dije que seria una completa pérdida de tiempo! - exclamó la que sería la figura más baja de las tres rasgando su capa - Stai presto, Mu dell'Ariete.
- Angello di Rocaforte, alias Deathmask de Cáncer. - dijo Mu frunciendo el ceño cuando la capa cayó revelando a un joven bronceado, de estatura media, encorvado y de cabello negro en punta - No sé porque me sorprende verte convertido en un Espectro de Hades. - añadió fijándose en la armadura negra y picuda que llevaba el italiano.
- No tienes ni idea de cómo es el infierno - contestó el italiano con odio - pero te lo voy a mostrar ¡con las Ondas del Praesepe! - añadió el dedo índice de la mano derecha.
Al instante, se empezó a formar una pequeña nube negra en la punta del dedo. Acto seguido, apuntó con el dedo al pelirrosa y, con una cruel sonrisa, gritó: - ¡Tekishi Menkai...!
Un destello blanco interrumpió la ejecución de la técnica y lo envió contra una de las columnas situadas a pocos metros del templo.
-Seiya ¿qué haces aquí? -preguntó Mu sorprendido - Vete de aquí, rápido.
- ¿Porqué? - respondió un joven poco más moreno que Deathmask, aunque más bajo que este, vestido con una camiseta roja sin mangas y unos tejanos claros.
- Porque los 5 de bronce lo tenéis prohibido hasta nueva orden. Son órdenes de Atenea.
- Seiya du Pegase,nos volvemos a encontrag. Veo que sobgeviviste a mis gosas diabólicas. Pego esta ves no tendgás tanta suegte. - dijo el encapuchado que aún seguía al lado de Shion.
- ¿Quién eres tú? - preguntó el recién llegado - Alto, espera. No,no puedes ser...
- Si, en efecto. - contestó el encapuchado quitándose la capa - Soy Afgodita de Piscis.
- Espera, ¿eres una mujer? - replicó Seiya sorprendido.
- Clago, ¿quieges que me quite esto paga vegme las...? - dijo Afrodita apartándose el pelo azul a un lado y llevándose la mano a la espalda.
- N-no, gracias. - respondió rápidamente Seiya sin poder esconder lo colorado que se estaba poniendo.
- Pog sierto,egues un chico muy apuesto - dijo la francesa con gesto coqueto mientras sacaba una rosa roja de sabe dios donde - ¿Hay alguna chica que te haya pedido ya salig? - preguntó acercándose provocativamente al muchacho.
Seiya estaba tan anonadado que ni siquiera reaccionó cuando  Mu se colocó de un salto entre él y Afrodita gritando "Seiya,¿eres idiota? Reacciona que te va a matar." Viendo que no reaccionaba, Mu lo agarró por la camiseta y empezó a abofetearlo.
Y esto es la nueva generación de caballeros del zodíaco. Que vergüenza, por Dios. - pensaba Shion negando con la cabeza.
Mientras tanto, Deathmask, que ya se había levantado empezó a entrar de puntillas en el templo diciéndose - Ésta es la mía. Ahora podré pasar sin que nadie se de cuenta.
Nada más cruzar el umbral, empezó a correr pero, cuando apenas había recorrido unos pocos metros, Mu salió de detrás de una columna y poniéndole la mano en el abdomen lo mandó fuera con una pequeña detonación de Cosmos.
- Maledetta teleportazione!! -exclamó el italiano - Prepárate para sufrir, Mu dell'Ariete. - casi gritó señalando amenazadoramente al ariano.
- Te espero, Angello. - respondió Mu con un gesto amplio del brazo.
Mientras tanto, Shión y Afrodita  y charlaban sentados en una columna caída.
- Por cierto, Afrodita. ¿cómo llegaste a ser la guardiana de Piscis?[1]
- Begnadette murió en una misión poco despues de la "rebelión" de Aioros. Cuando las demás me acusaron de asesinarla para quedarme con el puesto, empezaron a sufrir... pequeños acsidentes. Sakura, que salía con Angello, murió apuñalada y Jean murió envenenada con una toxina muy poco común. Cuando no pude soportar por más tiempo las miradas de desprecio de todo el Santuario y tuve claro que todas esas muertes eran obra de Angello fui a contárselo al Patriarca, pero no sé que me hizo Saga que no recuerdo mucho de lo sucedido después de nuestra entrevista.
- Seguro que su Satán Imperial tiene algo que ver con ese tema. A veces me pregunto que vi en él para no desconfiar de sus ansias de poder. [2]
- Por siegto, ¿cgee que Seiya estagá bien? Quiero desig, ¿que tan lejos lo ha enviado?
(Flashback)
Muy estaba abofeteando de lo lindo a Seiya cuando vió a Deathmask escabullirse hacia su templo.
- Seiya, ocupate de que no pasen de estas escaleras. - le dijo al joven de bronce antes de salir corriendo tras el italiano.
Seiya adoptó su clásica posición de lucha y, al momento, su armadura plateada apareció sobre su ropa con un destello.
- Déjame adivinar ¿alcanzaste el la quintaesencia del Cosmos y, con él, el Séptimo sentido ¿verdad? - dijo Shion descruzando los brazos. - Y supongo que estarás ansiando mostrarnos lo alto que puedes llegar en la vida.
- Así es, maldito e infeliz siervo de Hades. -
- Deberías mostrar más respeto a tus mayores sobretodo si ese mayor fue un Pontífice de Atenea y un veterano de la última Gran Guerra Santa.
- Pues disculpe que le diga esto, pero debió pensar en eso cuando traicionó a Atenea.
Por toda respuesta, Afrodita lanzó su rosa contra el insolente joven, que la esquivó y se lanzó contra Shion gritando:¡Choque Giratorio de Pegaso!
Shion se evitó el ataque agachándose y mandando por los aires a su atacante por medio de su telequinesis. Acto seguido, su cuerpo empezó a brillar, se le levantaron los pelos de la cabeza y su capa ardió mostrando cómo su Sapuri se agrietaba y le aparecía una cabeza de carnero en el centro del pecho. Sé volvió a agachar y se elevó detrás de Seiya y lo pateó muy fuerte lejos del Santuario.
- Impgesionante - dijo Afrodita, que no había perdido de vista a su superior,ante tal despliegue de poder.
(Fin del flashback)
- Tranquila, creo que sólo aterrizará en el Cabo Sunión y volverá andando. Calculo que en 2-3 horas estará aquí de vuelta. Y sobre esa rosa...
- ¡Calmez-vous! (Tranquilo) Ega una gosa nogmal. Es que me gusta la caga que ponen algunos cuando ven mis gosas. De hecho, su estimado pupilo no las sopogta.
- Espera, ¿como sabes...?
- ¡AAH!¡Socorro! - gritó Deathmask antes de caer frente a ellos.
- Ey, déjalo en paz. - gritó Afrodita lanzando una ráfaga de rosas negras contra Mu, el cuál las detuvo casi sin esfuerzo con su telekinésis.
- Apunta a otro con esas cosas ¿quieres? - dijo el ariano antes de voltear las rosas y lanzarlas contra la de Piscis, que las esquivó rodando por el suelo y salió corriendo hacia el de Aries. - Bien, si esto es lo que quieres,  lucharemos. - dijo Mu adoptando, por primera vez en mucho tiempo, la olvidada posición de lucha del Carnero.
"Dioses de Jamir, ¿qué he hecho? Ahora que Afrodita y Deathmask han despertado la furia de Aries, ya no sé cómo pasaremos sin armar alboroto." - pensó de forma queda Shion.

Y hasta aquí el primer capítulo de esta nueva historia de Saint Seiya. Espero que les haya gustado y, si no entienden algo, pregunten (que uno nunca sabe cuando se ha explicado bien)

Αθηνάσ ΣτρατιοταιDonde viven las historias. Descúbrelo ahora