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Mike, Tony, Jaime y yo vamos frecuentemente al Starbucks.

Jaime sabía mi secreto, y me dijo que él no me diría nada, que no era quien para juzgarme.

Hoy Jaime llamo al pelinegro.

Él pelinegro se acerco, le sonrío, me miro y sonrío.

Me sonroje y decidí ir al baño.

No quería que él me viera sonrojado.

Después de unos cuantos minutos salí.

Me dirije hacía la mesa y estaba él pelinegro sentado junto a Jaime.

Estaban hablando animadamente, decidí ir con Tony y Mike para no molestar su charla.

Si, eran celos.

Tony traía 5 cafés, y casí treinta magdalenas.

Nos sentamos y él pelinegro se quedo.

No hable durante todo él rato.

Hasta que siento como Tony me abraza.

Le abracé también.

Quería contener mis ganas de no llorar.

Pero lo hice.

Llore frente al ojiverde.

Después de llorar, Tony me dio unas magdalenas, para que coma.

"Come un poco, Vic" me dijo casí metiendome la magdalena en la boca

"Me da asco" solo dije.

Sentí como alguién se sentaba a mi lado, mire y era él ojiverde.

Él me dijo algo en el oido.

"Come, pase por lo mismo, y se que es feo, te recomiendo no comer las magdalenas que te da tu novio Tony, y pidete otra cosa" me susurro.

"Él y yo no somos novios" le dije

Sentí la mirada de Mike sobre mí, lo mire y él me hizo una seña para que salga de aca.

"Mike, estoy cansado, me ire a casa" dije, Mike sonrío y me dijo un solo "Esta bién"

Mike se había dado cuenta, se había dado cuenta que por la razón en la que iba al Starbucks era por el ojiverde.

Starbucks//KellicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora