Revelar.

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Y así mientras nos besábamos Ritsu me agarro de mi cintura firmemente, yo abracé mis piernas a su cintura el se levanto sin dejar de besarme, y yo sin soltar mis piernas de su cintura, subió las escaleras me llevo en aquella posición y sin cortar el beso, abrió la puerta de su habitación y me recostó en su cama, y en ese momento corto el beso, se sentó junto a mi.

- Antes de continuar, debo decirte que soy, para que luego no te arrepientas de lo echo - dijo con un tono de miedo.

- B...bien, e..entonces que eres - dije tímidamente, por que sabia que el rojo se había apoderado de mi rostro.

- Bueno, ehm... sabes lo que son los seres oscuros - dijo mirando hacia el cielo nocturno, atraves de una ventana que estaba en su habitación.

- S...si algo como Vampiros, Hombres lobos, Fantasmas o cosas asi? -

- Bueno el punto de esto es que, yo soy un ser oscuro -

- E..enserio, y que eres - dije misteriosamente mirando hacia su rostro, el cual aun miraba hacia la ventana.

- Soy... soy... un Vampiro - dijo finalmente, girando su rostro hacia donde me encontraba yo.

Al momento en que lo vi, vi en sus ojos un rojo intenso, y con luz reflejada de la luna de aquella noche, vi su boca en la cual logre ver sus colmillos, mientras lo veía sentí en su mirada miedo, miedo a que lo abandonaran, tal vez, al sentirlo así me acerque a el y lo cubrí con mis brazos en un cálido abrazo.

- No te preocupes, no te abandonare, yo te amo y eso es lo que mas importa, y no te preocupes, no importa lo que seas - dije mientras lo abrazaba.

Sentí como sus brazos me acogieron, devolviendo me el abrazo, sentía que podía estar así por siempre, pero el se separo de mi y me miro fijamente a los ojos, luego se acerco a mi posando su frente con la mía.

- Gracias, por aceptarme y amarme - dijo Ritsu y así me beso en la frente.
- No te preocupes, no me iré -
- Y yo no te dejare solo, por que ahora eres mio - dijo en mi oído, y me tumbo en la cama y se puso sobre mi.
- R...Ritsu que aras -
- Te are mio -

Fue lo ultimo que escuche de Ritsu, tomo ambas muñecas con una mano y las puso sobre mi cabeza, con una de sus piernas separo las mías y las puso entre ellas, mientras aquel me besaba apasionadamente y jugaba con mi lengua, con la mano que tenia libre desabrocho toda mi camisa y soltó mis muñecas, se sentó y me sentó sobre el, mis rodillas estaban a cada lado de sus caderas, mis labios estaban fundidos en los suyos, mis manos estaban dejando que aquel me quitara completamente la camisa.

Luego de sacármela puse mis brazos en su cuello mientras el había empezado a desabrochar mi pantalón, luego procedió a bajármelo dejándome solamente en ropa interior, me recostó sobre la cama, me dejó hay y el se quitó el pantalón, se puso sobre mi y me beso, luego corto el beso para empezar a bajar por mi cuerpo, cubriendo me por besos dejados directamente de sus labios, luego sentí como mordía con sus colmillos mi cuello, dejándome al mismo tiempo marcas de chupetones por el cuello y por mi pecho.

Luego sentí como su lengua recorrió desde mi cuello hasta mi pecho deteniéndose en uno de mis pezones, el cual mordió cuidadosamente produciendo que soltará un leve gemido, y Ritsu al escucharlo empezó a morder un poco mas fuerte y a tirar hacia arriba hasta dejarlo completamente duro, mientras yo soltaba gemidos, luego se dirigió a mi otro pezón para hacer lo mismo, y así yo gemía mientras el continuaba estimulando me, luego se fue hacia mi oreja para morderla mientras dirigió una de sus manos hasta mi miembro, para proceder a acariciarlo por sobre la tela, y mientras hacia todo esto el escuchaba mis gemidos salir de mi boca, de pronto sentí como metía dos de sus dedos en mi boca yo no entendía, pero ya vería para que eran, con la mano que le sobraba empezó a bajar mi calzoncillo para proceder a masturbarte con aquella mano, de mi salían gemidos de placer, aun teniendo los dedos de Ritsu en mi boca.
Luego sentí como Ritsu sacaba sus dedos de mi boca, empezó a bajar sus dedos hasta que sentí como introducía uno de ellos en mi ano, salio de mi un gran gemido que fue ahogado por los labios de Ritsu que se fundieron con los mios en un apasionado beso, luego sentí como metía otro dedo en mí, los dejo hay por un momento para que me acostumbrará, y luego empezó a mover los dentro de mi, haciendo un movimiento de adentro hacia afuera para que me acostumbrará a aquel, de pronto Ritsu me dio vuelta y sacó sus dedos, luego metió su miembro lentamente para que yo no sienta dolor, se quedó quieto por un momento, cuando de pronto inconciente mente moví mis caderas en señal de que ya estaba listo, empezó a embestir me despacio y lento, pero luego sentí como el ritmo subía y sus embestidas empezaban a ser fuertes, y a la vez mis gemidos aumentaban, yo me sostenía de las sábanas y sentía como el estaba dentro de mi y se movía, en un momento llegó a mi punto de placer, y vio cómo solté un gemido diferente a los gemidos que había soltado antes, y empezó a embestir me en ese lugar mientras dejaba marcas en mi espalda de chupetones y mordidas, llegando hasta mi oreja para susurrar me.

- De quien, eres - dijo sensual y pervertida mente en mi oído.
- S...Soy tuyo - dije al soltar un gemido.
- Muy bien, eso no lo olvides nunca. -
- O...Ok..ey... -

Y en eso sentí como Ritsu se corría dentro de mi, y enseguida me corrí yo entre aquellas sábanas, de pronto sentí como Ritsu salía de mi sentándose en la cama, para luego sentarme sobre el, me sentó en su miembro y empezó a ayudarme para subir y bajar, Ritsu tomó mis labios con los suyos en un beso apasionado y lleno de sentimientos, luego de estar un largo, largo rato así, en esa posición y haciendo eso Ritsu salió de mi, me recostó en la cama y me tapó mientras preparaba el baño.

- Nat, nos bañamos juntos - dijo desde el baño.
- Claro, solo deja que valla para allá-
- Bueno -
- Aaauuch, me duele la cadera -
- Eso creía - dijo viniendo hacia mi y tomándome en sus brazos como una princesita.
- Me siento como, una niñita pequeña que finge ser una Princesita - dije mirando hacia otro lado.
- Pues si quieres vas caminando tu solito - dijo deteniéndose a mitad de camino hacia el baño.
- No, por favor, me duele mi cadera mucho - dije dirigiendo mi mirada triste hacia sus ojos.
- Kwaii ~ kyu - dijo abriendo sus ojos mas grandes.
- Siii? - dije sin dejar mis ojitos tristes.
- Si, si, si, no te preocupes - y empezó a avanzar de nuevo.

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Sentí como amablemente
me quitaste lo que siempre
fue mío
lo que no deje que nadie me quite me lo quitaste tu.

En un momento de desesperación te acogi en mis brazos
para que tu temor cambie
por tu siempre hermosa calma.

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The Night  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora