Cumpliendo lo que perdí 『Destiel』

Parte 2

"¿Y qué tal estuvieron las reuniones con la gente?".
Preguntó Sam, cuando estaban sentados comiendo la pizza que él había ido a comprar.

"Algunas eran muy aburridas. Hubieses ido tú".
"Tú eres el hermano mayor, yo no".

Dean miró a Sam, adoptando en su rostro una expresión de disgusto. Esa era una de las consecuencias de ser el mayor. Había que representar siempre.

"Mañana iremos con Cas a la playa. ¿Te gustaría ir con nosotros o tienes cosas que hacer?".

Al oír la interrogante, Sam observó a ambos, mientras tomaba una decisión en su mente. Le gustaría ir con ellos, ya que la playa es uno de sus lugares favoritos. Pero por otra parte, sabía que a Castiel le encantaba estar junto a Dean.

"Vayan ustedes, yo debo ir a hacer unos trámites".

Dean asintió luego de escucharlo, comprendiendo la situación. Castiel miró a Sam, esbozando una sonrisa, una amplia sonrisa. 

————— 

Exactamente eran las 2.30 am. Sam terminaba de secar los platos, Castiel ayudaba a guardarlos y Dean se duchaba.
Después de unos minutos, todos terminaron con cada accionar.

"Me iré a dormir, mi cabeza comienza a doler y no quiero que aumente". Sam le dijo a Dean, luego de verlo salir del cuarto de baño.

"Descansa, igual me acostaré, tengo sueño".

Al concluir con la despedida, ambos ingresaron a su respectiva habitación. 
En el minuto en que Dean se colocaba su polera, escuchó unos golpes que provinieron de la puerta. 

"Cas, pensé que te habías ido a acostar sin despedirte. Casi te reclamo".
"Pero eso no ocurrirá, porque aquí estoy".

Dean no emitió ningún comentario y sólo se dedicó a observarlo fijamente, por varios segundos. Dicha acción, le provocó cierto nerviosismo a Castiel. Y él esperaba de todo corazón, que Dean no se diera cuenta. 

"Oye, Cas. ¿Por qué no te acuestas conmigo?".
"¿De verdad?".
"Claro, por hoy".
"Sí, si quiero dormir contigo".

Dean se hizo a un lado, dejando el paso libre, para que así ingresara a la habitación. Cuando cerró la puerta, caminó directo hacia la cama, donde Castiel yacía acostado.

"No seas tímido, si quieres te puedes acurrucar en mi, no sé, como tú quieras".

Dicho y hecho. Castiel con uno de sus brazos rodeó el cuerpo masculino y apoyó su rostro en el pecho. Ante esto, Dean ubicó su mano en una zona de la espalda, manteniendo una cálida cercanía entre ambos cuerpos.

"Buenas noches, Cas".
"Buenas noches, Dean".

Dean cerró sus ojos, acomodando mejor su cabeza en la almohada. Castiel en ese minuto estaba en las nubes, si existiese la posibilidad de quedarse en aquella posición eternamente, aceptaría.