Capítulo 3

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Al día siguiente asistí a las clases y salí a las dos del mediodía. Encendí mi móvil y vi que tenía un mensaje.

"Hoy cocino yo, no tardes. Zayn :)x"

Sonreí al leerlo. ¿Desde cuándo sonreía tan estúpidamente por un chico al que acababa de conocer apenas quince horas atrás? Había entrado en mi vida tan de repente... Y había algo en él que me encendía por dentro lentamente.

Caminando al apartamento dejé volar mi imaginación, pensando en cómo sería sentir sus labios, rozar su cuerpo desnudo, estar bajo sus sábanas. Seguía con el móvil en la mano y con la vista perdida, hasta que Almendra me sacó de mi ilusión.

-Eh, tierra llamando a ____. ¿Quién era?- Dijo señalando el móvil.

-Zayn.- Le respondí enfadada por haberme destruido esos pensamientos sucios a la vez que deseados. -Dice que él cocina hoy.

-Quiero conocer a ese compañero tuyo.- Me miró con cara pervertida.

-No creo que sea buena idea.- Salté abriendo los ojos como platos.

Si Alme veía a Zayn se enamoraría y yo no quería que pasara eso. Pero, un momento... ¡A mí me da igual la vida amorosa de Zayn! O puede que no... Me estaba haciendo un tremendo lío. Sacudí mi cabeza negando en lo que mi amiga y yo nos despedimos y subí a la planta 4, apartamento C. Abrí la puerta y ahí estaba Zayn, apenas sin ropa, solo los pantalones cortos y un delantal que cubría su torso para evitar quemaduras.

-Hola Zayn.- Dije soltando las llaves en la mesa de café.

-Hola ____.- Respondió él sonriendo y separándose de la cocina. -Vamos, siéntate.- Me acomodó en una silla y poco después estaba él sentado a mi lado y con dos platos de comida enfrente. Parecía sabrosa.

-Huele bien.- Dije y probé. -Y sabe mejor.- Le guiñé un ojo.

Quizás sería el picante de la comida, cada vez que comía picante me daba el valor de hacer y decir cosas que en circunstancias normales no solía hacer. Pero en ese momento, ver a Zayn comiendo a mi lado, cada movimiento de su boca me parecía sensual, un llamativo gesto de necesidad, me provocaba terriblemente. Intentaba regular mi respiración pero el calor se apoderaba de mí, de mi cuerpo en sí y empecé a sudar. Zayn se dio cuenta.

-¿Te encuentras bien ____?- Dijo soltando el tenedor en la mesa.

-S-Sí... Solo que... Estoy nerviosa por las competiciones de animadoras de la semana que viene.- Lo miré.

-Oh... Déjame ver, estás encendida.- Tocó mi frente. -¡Dios mío, tienes fiebre!- Dijo levantándose de la silla bruscamente para buscar una solución. Me levanté yo a su vez y lo agarré del brazo.

-¡Espera Zayn! Yo... Sé de qué es la fiebre.- Se giró confundido.

-¿De qué?- Preguntó. Era el momento.

-De esto.- Me lancé a sus labios bruscamente, devorándolo, lo necesitaba, lo había necesitado desde que el día anterior entró en mi piso y jugamos con el chocolate.

No podía esperar más, él reaccionó a mi beso quitándome la camiseta del campus de una vez, sin rodeos, y yo le desabroché el delantal e hice lo mismo. Por fin pude tocar su hermoso pecho. Bajó sus besos de la boca al cuello, lamiendo cada parte de mí, hirviendo estaba mi piel en ese momento.

Me agarré a su pelo mientras seguía bajando hasta llegar a la costura de mis shorts y me los bajó, ayudándolo a liberarme de ellos en mis tobillos. Con ansias desabroché el botón de sus pantalones y se los quité, pero no era suficiente y también le bajé los bóxers. Me quedé contemplando durante unos segundos su miembro antes de empezar a masturbarlo fuertemente, cosa que hacía gemir a Zayn y casi no se tenía en pie.

Mi mano se empezaba a mojar, una estaba en su miembro y la otra en su pelo, mientras él subió sus besos de nuevo a mi boca e introdujo dos dedos en mi feminidad haciéndome gritar exageradamente. No podíamos esperar más y rodeé mis piernas a su cintura, llevándome él sin dejar de besarnos salvajemente hasta su cama, donde caímos quedando él sobre mí. Se separó lo justo y lo ayudé a ponerse un condón que había sacado de su bolsillo. ¿Había planeado que pasaría eso? Ya lo preguntaría después.

Nos volteamos quedando él bajo mí y me senté en su abdomen, besando cada parte de su torso y después fui bajando hasta su miembro. Lo besé lentamente y volví a subir a su boca presionándola fuerte contra la mía. En eso que me incorporé y me subí sobre su miembro lentamente, ambos jadeando. Era la mejor sensación que podía haber vivido nunca. Nuestras bocas se volvieron a unir y empecé a hacer movimientos rítmicos que él me ayudaba a realizar alzándome las caderas con ambas manos.

-____, llego ya. No puedo más, te lo juro.- Decía Zayn entrecortado. -No sabes lo que había deseado hacer esto contigo desde que te vi.- Dijo antes de que ambos llegáramos al éxtasis total, con gritos por parte de los dos ensordecedores, quedando yo apoyada en su pecho escuchando cómo parecía que su corazón se iba a salir de ahí.

Besó mi frente y él salió de mí, hasta quedar profundamente dormida.

Triángulo sexualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora