Capítulo 7

8.4K 275 27
                                    

Eran las seis y media del sábado por la tarde y, como Harry había prometido, se pasó por mi apartamento.

-¡Hey ____!

-Hola Harry, adelante.

-Mejor, vámonos a algún sitio.

-¿Qué sugieres?

-Pues, la verdad no tengo la más menor idea. ¿Y tú?

-Mmm... ¿Te gusta la gimnasia?- Puse cara insistente.

-Sí, ¿por qué?

-Creo que tengo una idea.
-Sorpréndeme.

-Vas a ser el nuevo animador de la universidad por un día.

-¿¡Qué!?

-Sí, así que rumbo al gimnasio, te voy a enseñar algunas piruetas.

-Estás realmente loca, ____.

-Es lo que hay. Sino hubieras tenido alguna idea.

-Vale... Pero si me lesiono queda bajo tu responsabilidad, que conste.- Dijo en tono burlón.

-Anda, cállate. No te pasará nada, conmigo estás a salvo.- Repliqué.

-Eso ha sonado extraño.

-Sí, normalmente se lo dice el chico a la chica.- Respondí. -Pero en este caso el que está temblando de miedo eres tú.- Reí.

-No es cierto.- Respondió.

Una cualidad mía buena, por suerte, era que hacía amigos enseguida. Y Harry me cayó muy bien al instante de conocerlo, sería un buen amigo. Cogí la bolsa de deporte y me vestí adecuadamente para poder hacer gimnasia. Volví a la puerta y cogí a Harry de la mano.

-Vamos.- Dije y emprendimos camino al gimnasio.

-Cuéntame sobre ti, ____. ¿Qué estudias?

-Periodismo. ¿Y tú?

-Filología inglesa.

-Oh, qué bien.

-Sabes, ____. Me has caído muy bien.
-Tú también a mí, Harry. ¿Mejores amigos?

-Claro.

-Pero, te aseguro que no soy normal. Te explicaré TODO. Tengo un asuntillo que puede que la opinión de un chico me valla bien...- Suponía que Harry me podría ayudar con lo de evaluar a los chicos en el sexo.

-Tranquila, yo tampoco soy normal con las amigas.

-Entonces entre nosotros pareceremos normales.- Reímos.

-Explícame de qué se trata ese asunto.

-Luego, ya hemos llegado al gimnasio.- Dije soltando su mano y entrando al lugar.

-Vale, ahora sí lo admito. Tengo miedo.- Dijo con cara de susto.

-Tranquilízate, no es para tanto. Ya verás.- Sonreí. -Solo... Puedes salir con tres costillas fracturadas y ya.

-¡¿Qué?!- Se asustó aún más.

-¡Era broma!- Explote a reír, ese chico era muy dulce e inocente.

Nos dirigimos al interior del gimnasio y al ser sábado, lo teníamos entero para nosotros solos.

-Empezaremos con la cama elástica.- Dije subiéndome sobre ella y Harry de mi mano. -Fácil, la voltereta hacia adelante en el aire.

-No creo que pueda.

-Vamos Harry, yo te ayudo. Cogeré tu pecho y tus piernas para ayudarte a impulsarte, ¿de acuerdo?

-Vale.- Suspiró.

-Venga, uno, dos ¡y tres!- Harry realizó una voltereta perfecta.

-¿Me salió bien?

-¿Bromeas? ¡Incluso mejor que algunas gimnastas!

Estuvimos un rato en el gimnasio, practicando diferentes piruetas que practicaban las animadoras hasta que Harry quedó rendido y volvimos al apartamento.

-Fue increíble.- Dijo él desde la puerta.

-No te quedes ahí, pasa.- Dije yo y Harry se adentró.

-¿Me vas a explicar ya tu dilema?

-Claro, siéntate.- Nos sentamos en el sofá. -Es que... Debo decidirme entre Zayn y Niall... Y lo único que he tenido con ellos es sexo, pero ahora estoy empezando a sentir cosas igual que ellos...

-Entiendo...- Harry me escuchaba con atención.

-Y para decidirme, mi mejor amiga me dijo de evaluarlos sexualmente.

-Mmm... Es una muy buena idea.- Dijo dejando escapar una risita.

-¿De qué te ríes?

-No sé, no imaginé que fueras tan pervertida.

-Amigo, te sorprenderías.

-Ya, bueno yo tampoco me quedo corto.- Reímos.

-Desde el primer momento supe que seríamos muy buenos amigos.- Dije abrazándolo.

-Sí, y yo. Bueno, creo que debo irme. Adiós ____.

-Adiós Harry.- Me despedí con un beso en la mejilla.

Me senté en el sofá, agotada por haber estado toda la tarde haciendo ejercicio. Noté que el sofá se hundió a mi lado.

-Hola ____.

-¡Niall! Supe que no era buena idea haberte dado la llave.- Reí.

-Soy sigiloso.- También rió.

-¿Y qué haces aquí?

-Necesitaba un poco... De ti.- Sonrió pícaramente y se abalanzó sobre mí.

Me rodeó con sus brazos por mi cintura y yo a él por el cuello, besándonos apasionadamente...

Triángulo sexualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora