•Cap 3• Editado

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Sakura

Ya era tarde cuando los chicos se fueron y me habían entrado las ganas de comer helado.

Busque el teléfono de la casa para marcar por delivery, pero me dieron ganas de dar un paseo nocturno, la verdad me encantaba hacerlo, aunque si mi padre se enterara me mataría.

Tome mi mochila y calce mis zapatillas, y salí del departamento.

Ya estaba completamente fuera del edificio y una brisa fresquita me recorrió, eso daba indicio que la primavera ya está en Japón, me encamine hacia un parque que me encanta y no está muy lejos de edificio, justamente en frente de este se encuentra mi heladería preferida.

Al llegar, entre he hice mi pedido, espere pacientemente por este. Cuando lo obtuve salí de la heladería y un bruto en bicicleta me atropello y mi helado se regó por todas partes y yo termine en el piso. Este levantó su bici y siguió su camino, odio rotundamente con toda mi alma a los ciclistas nunca se fijan por donde van y si te chocan no piden disculpa, sacudí mi ropa y mire para ver si tenía alguna herida más aparte de mi rodilla y seguí mi camino. Ya se me había arruinado mi paseo así que decidí volver, ya que mañana empezamos las clases en la secundaria.

Sasuke

Por suerte hay un banco de sangre cerca del edificio, escabullirme por las instalaciones no es complicada para alguien de mi especie.

*con esta ración debería durar un mes sin volver*, miraba el refrigerador de mano que llevaba hacia el auto.

Estaba por subirme al coche cuando una fragancia inundo mis fosas nasales y mi garganta empezó a cosquillar, el aroma venia de un lugar distante pero para mí olfato no era problema localizarlo, cerré el auto y comencé a caminar detrás de la fragancia embriagante, me había paso entre la gente sin ningún tipo de problema, había llegado hasta un parque donde el olor se intensificaba, mi garganta picaba y mis ojos se torneaban de un rojo carmesí, hacía mucho tiempo que no sentía sed, que no sentía este desmesurado apetito, la fragancia venia de más  adelante pero poco a poco se acercaba a mí.

No sabía si los vampiros podían entrar en estado de shock, pero me paralice, frente a mi aparecía Sakura, pero no era posible, ella había muerto hace trecientos años, yo la había visto morir a manos de Claus, a cada paso que ella daba, la sed se intensificaba, desvié la mirada, sabía que si no la ocultaba ella vería mis ojos, paso a mi lado y por un momento roce mi lengua por mis colmillos, rara vez por no decir nunca, me había pasado, desaparecí en dirección a mi auto, mi garganta ardía, así que tome un sachet y enterré mis dientes en él, había perdido mi auto control, eso era imperdonable, no debía volver a pasar.

Ver mi reflejo sin control, mis ojos inyectados de rojo carmesí  en la ventana del coche, era algo a lo que no estaba dispuesto que volvería a pasar.

Lo encendí y me dirigí hacia mi departamento.

Sakura

Una sensación rara había recorrido todo mi cuerpo, no sabía por qué y menos el cuándo había pasado, pero de algo está segura yo me había quedado sin mi helado, llegue al depto. Y busque mi botiquín, desinfecte la herida y la vende, me saque la ropa y me coloque la pijama, baje a la sala para revisar mi morral y ver si estaba todo preparado para mañana y volví a subir le di una mirada al uniforme y me tire en la cama, revise el chat y no había nadie conectado, me dispuse a dormir, esa fue la primera noche que soñé con ojos carmesí.

El despertador comenzó a sonar, saque mi cabeza de abajo de las sábanas y lo apague, no quería levantarme, como pude lo hice me dirigida al baño deje mi pijama en el pisó y me metí abajo de la regadera, al salir me envolví con la toalla y seque mi pelo una vez todo escurrido, me pare frente al gran espejo y tome mi secador, me lleva bastante tiempo secar mi larga cabellera ya que esta está llegando hasta mi cintura, una vez termine, me fui a mi habitación, entre en mi placar tome un lindo conjunto de ropa interior bastante delicado y mis medias bucaneras, tome los zapatos y me coloque el uniforme, tome el morral y baje a prepararme el desayuno, una vez en la cocina mire el reloj eran la 7am, dios *creó que tendré que pedirle a mi papa que contrate a alguien*

Cuando termine subí me cepille mis dientes, tome una coleta y me dirigí al ascensor, al llegar abajo ya estaba el chófer esperándome, me abrió la puerta y me metí dentro.

Cuando llegue al instituto, la directora me había mandado a llamar.

Al llegar golpe la puerta y me quede esperando hasta que Shizune me abrió.

-¿Cómo has estado pequeña?-dice.

-Muy bien gracias.-respondo sonriendo.

-Por cierto ¡¡Feliz cumpleaños!! tu tía me ha tenido como loca buscando un regalo para darte.

-No me extrañaría, Senju Tsunade es así, no sé cómo mi tío Dan la entiende.-le respondí entre risas.

-Pues es porque Dan me ama.- se acercó y la abrazo.

-Sabes estoy un poco celosa, anteriormente era yo su consentida.-digo haciendo un puchero.

-Créeme que lo sigues siendo, pero ahora eres la consentida de nosotros dos.-rompió el abrazo.

-¿Shizune ya llegó?-pregunta mi tía a su secretaria.

-Si está esperando a que lo llamemos.-

Se metió detrás de su escritorio.-Bueno pequeña te llame porque, hoy ingresa un nuevo estudiante, necesitó que hagas de su guía en nuestras instalaciones.-

-Está bien pero ¿Porque yo?, Ino Es la presidenta del cuerpo estudiantil.-

-Lo sé pero Ino en estos momentos está ocupada con una reunión del consejo.-dijo.

Sasuke

Este año lo haría un tanto diferente, probaría la vida de estudiante, ya que me seria más fácil para mezclarme entre la multitud.

Ya tenía el uniforme y estaba esperando a la que sería mi guía por las instalaciones. Pero porque de todos los institutos que podría a ver elegido ella pertenecía a este.

Acercándose.-Hola soy Sakura, Haruno Sakura.-se presentó.

-Uchiha Sasuke.-dije.

-Bueno comencemos.-no hizo caso a mi tono de voz y comenzamos a caminar, habíamos recorrido todas las instalaciones hasta que llegamos al campus.

-Bueno como puedes ver, estas son las diferentes áreas de deportes donde se entrena y se hacen los festivales deportivos.

Se giró para volver a ingresar cuando se detuvo a medio hacer.

-¿Ya nos vimos en algún lado nosotros?-pregunto.

-No lo creó Haruno.-respondí.

-Bueno este es tu salón, si tienes alguna duda o quieres asesoramiento no dudes en consultarme estoy en el salón 2.A.-se giró y se fue.

Cuando entre en el salón otra vez el olor a perro mojado que ya conocía, mire en su dirección y era el chico rubio del aeropuerto.

*De todos los lugares en el mundo él también tenía que estar acá*

-Soy la profesora Mitarashi Anko, por favor preséntate a la clase.-me dijo señalando a la clase.

-Soy Uchiha Sasuke, me he mudado hace poco a Japón.-hice una reverencia.

-Bueno toma asiento, te diría a donde gustes pero sólo queda un lugar.-camine hacia el asiento desocupado, y al lado se sentaba un chico De coleta alta, y la mirada del rubio me seguía sin parpadear.

-Uzumaki preste atención- dijo la profesora.

Sentándome.-Hola soy Nara Shikamaru, un gusto.

Sakura

La mañana se pasó volando, ya que más de la mitad estuve fuera, la hora del almuerzo llegó Gaara y Sai ya estaban a mi lado para ir por Maru, guarde mis libros y Gaara tomó mi morral y nos encaminamos hacia el salón C, estábamos afuera esperando cuando Sasuke salió.

-No hay necesidad de que me busques, se dónde queda la cafetería.-dijo en su tono autoritario que ha tenido desde que nos conocimos.

De atrás de él.-No te confundas chico nuevo, vinieron por mí.-dijo Naru.

-Te presentó, ellos son de mi equipo de natación, Nara Shikamaru, No Sabaku Gaara y Sakamaki Sai, chicos él es Uchiha Sasuke.

•Amor inmortal•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora