Un Lugar Muy Muy Lejano

*1

Todavía tengo rastros de aquel día, sus escasos instantes todavía se encuentran guardados en mi memoria, el viento, la luz lúgubre, el polvo que cubría mi cabello y la mano de aquel ángel tapando mi boca.

A decir verdad nadie se lo esperaba, Los Black invadieron por sorpresa El Palace, nuestro hogar, todo destruido en segundos, había gente tirada en el piso y aunque tuviera sólo 8 años, sabía que estaban muertos.

Aunque El Palace era grande, el hecho de no encontrar a mis padres era algo extraño.
Creo que la desesperación se apoderó de mi pequeño cuerpo, el pasar de una mañana donde el sol tocaba ligeramente nuestros rostros y las risas llenaban la habitación, a demoliciones planeadas, humo en el aire y personas corriendo no fue nada de lo que yo esperaba...

Genghi tomó mi mano, al escuchar varios gritos y demoliciones- ¡Princesa!- Gritó al percatarse que la pared frente a nosotros se desmoronaba, me haló hacia él y me cargó resguardando mi cabeza con fuerza en su pecho, protegiéndome. No paré de preguntar por mis padres cuando por fin toqué el suelo, estábamos en dirección al puente, supuse para ir a la frontera final, él sólo caminaba de un lado a otro, supe que estaba tan desesperado como yo, de repente me miró sus ojos verdes se clavaron en mí.

Tomó mi mano y me dirigió hacia los arbustos -¡Quédate aquí!- Y se apartó corriendo.

Tomé mis piernas y las coloqué en mi pecho apretándolas con fuerza, por mi cabeza sólo pasaba la melodía que mi mamá cantaba cuando me sentía mal, y comencé a tararearla.

Algo en mí se prendió, o no sé cómo llamarlo, me levanté y corrí de vuelta, quería buscar y encontrar a mis padres. Personas me tropezaron, caminé entre escombros, y los vi arrodillados frente a Édgar Black, me escondí tras lo que quedaba de pared, tenía en frente a mis padres, y escuchaba cómo el maldito insultaba y menospreciaba a las personas que más amaba.

-Patético- Seguía él- Mostrarse ante Leepylton como personas, cuando en realidad ellos deberían temernos.

-Si no levan... - Mi padre me miró, sabía que estaba ahí, sus ojos se abrieron ampliamente.

-¿Disculpe Rey?- Resaltó Black.

Suspiró y lo miró de frente- Si no levantas los ojos, creerás que eres el punto más alto... Porque a la final, seas príncipe, sirviente o un Black, la mierda siempre huele igual.- Black se separó lentamente, para luego golpear bruscamente a mi padre, escuchaba a mi mamá suplicarle a Black. Me adelanté unos pasos pero alguien tapó mi boca volviéndome atrás, sin poder ver a mis padres escuché un estruendoso sonido, él me miró fijamente a los ojos diciendo que todo estaría bien, luego escuché otro ruido y mi mamá dejó de maldecir.

Él me llevó hasta los arbustos de dónde yo había huido, no sé, pero sentí paz en sus brazos, era un ángel, definitivamente era un ángel.