Aléjense, PlayBoys

Capítulo 41.

"Su abrazo, mi cura."

- No me hables nunca más en tu puta vida.

Esas fueron las mismas palabras que le dije a Drew hace meses atrás, no creí que tuviera que repetirlas. Salí corriendo a la fraternidad. No quería ni que nadie me vea, ni ver a nadie.

(...)

Siempre me pasa lo mismo, debo tener una linda cara de estúpida para que se me acerquen todos los chicos y planeen usarme. Pero esto no es culpa de nadie más que de mí. Yo le di la oportunidad, yo le abrí el paso. ¿Saben por qué? Porque soy una idiota. Esto del amor es una mierda... No aprendo más, sigo siendo la misma ingenua de antes.

Hacía cinco horas que estaba encerrada en mi cuarto. No por la depresión en sí, sino porque me siento humillada, tropecé dos veces con la misma piedra y aún no puedo digerir por completo lo sucedido.

Nick tenía razón, tenía toda la razón. Me peleé con él por culpa de este imbécil bueno para nada. Creo que jamás me perdonará. Y lo merezco, soy una tarada.

Otra vez tocan la puerta de mi cuarto.

- Helena, soy yo, Ashley. Por favor, ábreme. -Suplicó. Lo medité un momento. No tenía ganas de nada, pero tampoco podría renunciar al mundo y hacerme una anti-social. Además, creo que la presencia de una amiga no me haría nada mal, ¿verdad?

Le abrí la puerta. Instantáneamente, la rubia me abrazó y yo lo correspondí.

- Es un hijo de puta... -Murmuró.

- Lo es. -Sollocé-. Lo detesto. Me detesto.

- No digas eso. -Se separó de mi-. No fue tu culpa.

- Claro que sí, yo..., para empezar, jamás tuve que haber aceptado salir con él. Es la segunda vez que caigo en el mismo juego. No aprendo más.

- Todos caímos, todos nos tragamos el cuento de que no era un idiota.

Asentí y ella me volvió a abrazar.
Me trajo Nutella, frutillas y algunas películas. A la mierda el helado, la Nutella es mejor.

Luego de una hora, Ashley se fue, le agradecí por todo su apoyo. Fui a ver a los chicos quiénes también me abrazaron y dijeron que lo iban a matar. Por supuesto, Nick no estaba.

- Lo mataré, lo juro. -Dijo Luke. Reí y negué con la cabeza.

- Aunque de eso ya se encargó Nick. -Habló Ethan.

- ¿De qué hablas? -Lo miré confundida.

- Nick esta en detención ahora, limpiando la escuela por golpear a James y casi mandarlo al Hospital.

¿¡Qué?

- ¿¡Qué!? ¿¡Por qué!?

- Por vos. -Derek subió una ceja y sonrió con un toque de picardía.
Me di la vuelta y salí corriendo a la Academia. Ya estaba por oscurecer en unas horas. Eran las 7:30 p.m.

Llegué a la escuela, estaba cerrada por adelante. Corrí atrás de ésta y entré. Caminé por allí, recorrí los pasillos y no encontré señal de Nick durante los siguientes 10 minutos. Cansada, me senté en un banco de la cafetería. ¿Dónde está?

- ¿Buscas a alguien? -Preguntó una voz masculina detrás de mi. Volteé y lo vi.
Me paré y me acerqué a él.

- Nick... Ay no, yo..., vine porque... Me enteré y... Yo... Es que...

Nick soltó una risita. ¿Por qué me pone tan nerviosa? Eso ni siquiera es normal en mí.

- Perdón. -Suspiré y decidí que debía soltarlo todo de una maldita vez. - Perdón por no creerte, por no hacerte caso, por ignorarte, dejarte de lado. Por todo. Tenías razón y yo no. Perdón.

- Esta bien. -Dijo sin más. Se acercó a mi-. No tienes por qué pedir perdón, es un imbécil y si yo lo sabía, tuve que haber hecho algo más para que no sufrieras.

Bajé la cabeza.

- No te pongas así. -Habló. - Ven aquí.

Sus brazos me rodearon. Me sentí tan protegida y entendida, le correspondí el abrazo y sólo deseé poder quedarme así durante mucho tiempo.

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¡ESTE CAPÍTULO SE LO DEDICO A LariBNatali!