Rió amargamente y negó con la cabeza.
-Taehyung, tan solo dime la verdad- me soltó suavemente.
-Es la verdad, así que hazme el favor de irte por favor. No vuelvas a buscarme o intentar contactarme.
-¡Es ridículo! ¡Vives en frente de mi puta casa!
-Pronto nos mudaremos y la verdad no le veo sentido a seguir con una persona que ya no me despierta nada.
Su cara era indescriptible y parte de lo que decía era verdad. Nos mudaríamos pronto a un lugar más central y cerca de la clínica.
-Me arrepiento de haberte conocido tenias razón cuando te llamabas a ti mismo un maldito frio sin sentimientos. Disfrutaste riéndote de mi ¿no?- sus lagrimas corrían por su bello rostro. Si todo seguía así no iba a ser capaz de mantener la mentira.- Eres lo peor que me ha pasado Taehyung, te deseo lo peor- salió de mi casa hecho un desastre y yo solo me limité a sollozar en silencio.
Sabía que esto estaba mal, pero solo le quería evitar el dolor a él. No se merecía sufrir por un caso perdido. Prefería que me odiara por haberlo dejado a que llorara por alguien sin esperanzas, no quería ver eso.
Pasaron las semanas y mi tratamiento de quimioterapia comenzó. En un principio pensé que no sería tan terrible, pensé que una segunda vez no sería tan terrible como la primera, pero me equivoque. Después de cada día de tratamiento me sentía morir y tampoco ayudaba el que me estado anímico estuviera por los suelos. La verdad yo no tenía ganas de seguir y solo lo hacía por mis padres, no quería verlos sufrir.
Mi aspecto daba asco, mis ojeras no podían ocultarse con nada, perdí peso considerablemente, no exageraría al decir que solo pesaba los huesos y mi cabello finalmente comenzó a caer. Cada que me sentía débil con respecto a Hoseok y sentía las ganas de llamarlo me miraba al espejo y ahí encontraba mi razón para no contactarlo, el no me podía ver así, luciendo tan deplorable. Solo sentiría pena por mí, lastima.
Una vez terminadas mis sesiones de quimioterapia debíamos ver si todo había resultado, mejorado o empeorado mi situación.
El silencio sepulcral y la negación del doctor solo confirmo lo que sabía desde el día uno. Iba a morir.
Decidí hospitalizarme para evitar que mis padres tuvieran tan malos recuerdos de esa casa una vez que muriera.
-¿No piensas hablar con él?- me dijo mi madre recostada en mis piernas un viernes por la tarde. Como podía intentaba acariciar su cabello.
-No quiero que me vea así mamá, es lo mejor- intente sonreír para no derrumbarla. Había sido un tema constante el de mi madre intentando convencerme de al menos hablar, de contarle la verdad a Hoseok, pero me negaba y siempre le hacía prometer el no decir ninguna palabra, pensé que cumpliría con su palabra...
Una semana después, acostado en mi camilla miraba hacia la ventana, cuando escuché alguien entrar despacio a la sala, supuse que era mi mamá, por lo que hable tranquilamente.
-Pensé que vendrías más tarde- me voltee para sonreírle dulcemente, cuando en un segundo mi cara cambio a una de impresión.-¿Qué haces aq...-Hoseok no me dejo terminar de hablar cuando ya me estaba abrazando. Oculto su rostro en ese leve espacio en mi cuello. Pude sentir como sus lágrimas poco a poco mojaban esa parte de mi piel desnuda. No quería abrazarlo, sabía que si lo hacía no iba a ser capaz de soltarlo jamás y era lo último que quería.
-Siempre crees que puedes con todo, que eres capaz de descifrar lo que siente el resto, pero no es así-sollozaba- creíste que estaría mejor sin ti, que no podría apoyarte en esta situación, pero maldita sea, te amo Taehyung, te amo mas allá de cómo luzcas, te amo por ser tu.-me apretaba aun más hacia él, por lo que no pude evitar corresponder a su abrazo.-Estos meses sin ti han sido una mierda, te extrañe tanto, te necesito, por favor deja que me quede.
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Hold me tight
FanfictionTaehyung es un joven de 19 años, solitario, introvertido y con un secreto que solo el y su familia comparten. Hoseok es un joven de 20 años, amistoso, extrovertido y el opuesto complementario de Taehyung.