Reencuentro

Y vivieron felices...

Este era uno de los días más felices en las vidas de Terry y Candy pues su hija mayor Elizabeth que ahora contaba con veinte años de edad estaba lista para contraer matrimonio con un joven actor que conoció en un set de filmación mientras visitaba a su padre, Candy no podía evitar notar algunas similitudes entre Paulo y su amado Terry pues su hija y él compartían un amor más allá de la atracción; ellos se amaban con el alma y estaban hechos el uno para el otro.

Todo estaba listo para la ceremonia que se llevaría a cabo en el jardín de la hermosa casa Grandchester donde una vez más Terrence sostenía a su esposa por la cintura mientras le susurraba al oído bajo su árbol favorito cuanto la amaba y como su vida estaba completa desde que ella estaba con él, una vez más le agradecía al cielo por haberle permitido hacer realidad ese amor que tanto les costó realizar y también le decía que esperaba que su hija fuera tanto o más feliz de lo que ellos eran y serían hasta el fin de sus vidas.

Por fin llegó la hora en que Candy subió a ayudarle a su hija a ponerse el vestido de novia y a transmitirle algunos secretos para tener un buen matrimonio, Elizabeth que era una hermosa mujer se veía como un ser etéreo entre ese velo y su vestido blanco que parecía flotar, bajaron con mucho cuidado la escalera y ya abajo las esperaba al pie de la misma un hombre impecablemente vestido que no era otro más que el padre de Elizabeth; Terry Grandchester el cual estaba visiblemente emocionado entre una mezcla de emoción y tristeza que hacía lucir su cara con un gesto de preocupación cuando Candy y su hija llegaron al lado de Terry, Eli (como solían decirle) le dio un gran abrazo y le agradeció por todo cuanto le había dado y por permitirle siempre tomar sus propias decisiones como cuando quiso ser actriz y él nunca se opuso al contrario la apoyo y la presento con la gente que podía ayudarle, le dijo que había sido un gran padre y las lágrimas rodaron por las mejillas del actor, las cuales Candy secó con un pañuelo ese momento fue muy íntimo antes de salir de la casa al jardín donde en la puerta estaban los otros tres integrantes de la familia Ian hermano mellizo de Elizabeth y con el que tenía una relación muy cercana pues además de su hermano era su confidente y la persona que después de sus padres haría cualquier cosa por ella, Andrew y Clarisse la más pequeña de todos los hijos de Candy y Terry, al ver salir a su hermana la abrazaron y le desearon felicidad, ya en el jardín estaban sentados en las sillas que llevaban al altar los miembros de la familia Andrey sus tíos, primos y amigos del teatro y de negocios de toda la familia.

Archie y Annie estaban con sus dos hijos Margaret y Lucas, Albert que al fin había sentado cabeza hace algunos años con Stella tenía sólo un hijo llamado Carlo, Patty y su esposo venían con sus tres hijos Marco, Luis y Adriana todos habían sido padrinos de algo; lazo, anillos, flores, vestido pues como siempre estaban unidos en todo como deben ser las familias y aunque en el caso de algunos de ellos no eran familia de sangre si lo eran por elección y participaban en todos los momentos importantes de los Grandchester por ahí se encontraba Eleanor también quien hacía algunos años se casó con un importante productor de Broadway llamado Gabriel y con quien estaba compartiendo la tranquilidad y la compañía en su edad madura.

Por fin comenzó a sonar la marcha nupcial y Elizabeth comenzó a avanzar por el pasillo lleno de flores; entre las sillas de los invitados y del brazo de su padre, al final del altar se encontraba su futuro esposo que no podía creer que esa mujer por fin le pertenecería del todo; así que cuando Terry la dejó en sus manos, Paulo estaba temblando de la emoción, la ceremonia transcurrió y ambos dijeron sus votos y por fin los declararon marido y mujer; la fiesta fue maravillosa llena de comida, baile, sonrisas y abrazos para los novios, por fin llegó la hora de despedirlos para que se fueran de luna de miel y todos les aventaron pétalos y arroz a su paso mientras Candy y Terry se daban cuenta que por fin sus hijos dejarían el nido y se irían a vivir sus vidas de hecho en una semana más Ian partiría a Paris para terminar sus estudios de Negocios en la Sorbona y comenzar a trabajar junto a su tío Archie en los negocios de la familia.