Después de esos casi cuatro meses sin hablarle, llegó el día en el que dejé el orgullo, pensé "No puede pasar nada peor..." y me digné a hablarle de nuevo, intentar comenzar desde cero aquello que muy estupidamente intente terminar. Lo pensé severamente unos minutos, relate la historia que había acontecido e intenté imaginar la peor y la mejor situación posible, me dolía el pecho solo de pensar en lo que podría haber hecho con la amistad que tanto anhelaba... En que todo podía haber acabado desde aquel primer día en el que confesé todo lo que sentía, lo que no quisiera que pasara... Me digné en mandarle un mensaje, con su nombre, solo eso, esperando una respuesta, de ser mejor positiva... Me sorprendió el revivir aquellos momentos de alegría que me brindaba cuando un "Lalaaaaaaaaaa" invadió mi pantalla, y como un flechazo al corazón, volví a sentir la alegría que normalmente inundaba mi cuerpo, por alguna razón me sentía tranquila, bien conmigo misma, a pesar de la estupidez que había llevado a cabo, un segundo mensaje de su parte "No vuelva a dejar de hablarme, pendeja..." las lágrimas amenazaron con recorrer mi rostro, quería que le hablara, talvez no como yo imaginaba, pero le hacía falta... Y eso me hizo recobrar el aliento y la alegría que me hacían falta, se habían ausentado tanto tiempo, que no recordaba como se sentían. "Perdón..." y la tristeza que se había ido, amenazó con volver, teniéndome por tonta, con falsas esperanzas de recobrar lo anteriormente desechado. "Eso no se hace... Dejar de hablarle a alguien para olvidarlo es tonto..." de su parte parecía no incomodarle lo que había hecho, al contrario, parecía hacerle gracia, y por alguna razón, no me sentía mal, no me daba pena hablarle, todo era como antes... "Además, ya lo sospechaba" y un rubor carmesí inundó mis mejillas, ¿Tan evidente soy?, debía de verme tan torpe... Pero no me molestó, al contrario, me hizo sentir mejor. Retuve mis ganas de hablarle desde el primer día en que me resigné a olvidarlo... Me sentía estúpida, intentando olvidar a alguien dejando de hablarle, y aún así pensaba en él todos los días... Pero no como alguien que quisiera que me amase, sino como aquel amigo al que quería de regreso, aquel torpe de caras extrañas y graciosas que alegraban mis días... Ese mejor amigo que vez en las películas... Y que no quieres perder... Ese día le expliqué, que no dejé de hablarle para olvidarlo, aunque en un principio así lo pensé, en realidad nunca quise dejar de hablarle, yo sabía que eso era tonto, pero mi amiga, al decirle lo que sentía, pensó que mi intención era alejarme de él, pero no era así, quería que supiera la razón por la que talvez me comportaría diferente, incluso podía dejar de hablarle, pero no era ese mi objetivo... Y ahora que mi felicidad volvió, me siento yo de nuevo, la Laura de antes esta de vuelta, y aún le sigo reclamando los "vistos", que son comunes...
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Mi historia
Novela JuvenilTodos tienen una historia de vida, yo a mis 17 años tengo mucho que contar. Mi historia no es relevante, mucho menos importante para el mundo, pero me gustaría compartirla. No todo es color de rosa, mucho menos en blanco y negro, a todo hay que darl...