Te extraño... (YAOI- Kinugawa Atsushi x Kusatsu Kinshiro.)

Cap 2. Mala suerte

Estaba por terminar el trabajo que me habían encargado. Sólo me faltaba un club, y ese era el del "Cuidado de la tierra" Que por pura "casualidad" había dejado a lo ultimo.

Cuando al fin llegué , me paré frente a la puerta. Tenía ganas de verlo... Pero al mismo tiempo no...

Tomé aire y con todas mis fuerzas moví mi mano hacía la perilla. Estaba nervioso, sentía como pequeñas gotas de sudor posaban en mi frente, y de seguro mi cara tenía una mueca ridícula, "Realmente soy patético." Pensé.

Cuando por fin abrí la puerta de golpe, mantuve mi mirada hacía al frente. Atsushi estaba sentado leyendo un libro tranquilamente, con un adorable rubor que adornaban sus mejillas. Atrás de el estaba Yufuin abrazándolo con una expresión de calma en el rostro.

Esa escena me llenó de celos. Mis mejillas enrojecieron, mi corazón latía como loco, me dolía el pecho... Yo quería estar en el puesto de Yufuin en estos momentos... "¿Por qué se deja abrazar así por él?" "¿Qué tiene él que no tenga yo?" "¿Acaso es mejor?" "¿Por eso me abandonaste?" Preguntas que rondaban por mi cabeza y no conseguían respuestas...

- ¡Hola! ¿Acaso no sabes tocar? Creí que a los tipos como tu les enseñaban buenos modales.

Escuché a hablar a un chico pelirosa que parecía molesto. Lo miré con desconformidad. Si no mal recuerdo ese sujeto se llamaba Zao Ryuu. No parecía interesarle otra cosa que no fuera su celular, pues, tengo entendido que el tiene muchas "Citas" o al menos es lo que me dijo Akoya. Me parece totalmente patético.

- Ryuu... No seas descortés.

Esta vez había hablado Io Naruko. Lo conocía bastante gracias a que Akoya se la pasa hablando de él. Por lo que me cuenta es amante del dinero. Es amable, educado, cortés, y creo que no me mintió en eso. Sigo pensando que hubiera sido un perfecto tesorero.

- Bueno, bueno... ¿A qué vienes presidente?

Dijo Zao bajando la mirada ya que había sido regañado por su compañero.

- Ah, sí... Este...

No quería cruzar la mirada con la de Atsushi, pero sentía como me penetraba con sus bellos ojos. Estaba nervioso, cuanto me arrepentía de no haberle pedido a un mocoso de por ahí que repartiera los formularios...

- ¡Tienen que firmar y llenar este formulario que viene con las reglas y después llevarlo a mi oficina! No hace falta que lo firmen todos, con uno basta...

Solté de golpe desviando la mirada y estiré mi brazo hacía el frente con el papel en la mano, para que alguien, quien sea, lo tomase. En ese momento me sentí tan impotente...

- ¡Lo firmaré de inmediato!

Vi como Atsushi se me acercaba. Mi corazón no dejaba de latir, y hacía el mejor esfuerzo por no ruborizarme. Cuando ya estaba lo suficientemente cerca, el sólo me sonrió, sacó un bolígrafo, se dispuso a rellenarlo y firmó el papel sin ningún inconveniente.

- ¡Listo, Kin-chan! Gracias por traernos el formulario, fue muy amable de tu parte.

Su armoniosa voz y su preciosa sonrisa eran dos cosas que me irritaban ... ¿Por qué tenía que ser tan amable? No entiendo por qué siempre tiene que ser así...

- ¡No me llames Kin-chan!

El peliazul abrió los ojos con impresión. Mi voz sonó más fría que de costumbre. Tomé el papel y me fui de ese lugar, sin dejar que me respondiera. ¿Por qué tiene que tratarme así después de lo que me hizo? ¿Por qué actúa como si nada hubiera pasado? ¡No lo soporto!

Caminé rápidamente por los pasillos del instituto, quería olvidarme de él, quería olvidarme de todo. En eso, vi un bote de basura, y me acordé de la "carta" que había escrito. Era una valiosa oportunidad para deshacerme de ella.

Busqué el pequeño papel en los bolsillos de mi pantalón y abrí los ojos con sorpresa al ver que no estaba...

¡¿Y si se mi había caído?! ¿¡Y si Atsushi la encontraba!? ¡¿Y si Yufuin lo hacía?! Quería tranquilizarme, no quería entrar en pánico, pero ya lo había hecho...

- ¡Tsk! ¡Valla suerte la mía!

No quería pensar en lo peor, pero era imposible...