Quiero Abrazarte [CDM]

Capítulo 2

Cuando ya nos encontrábamos con esos chicos, Rosa habló.
-Hey chicos! Ella es Sucrette, ha llegado hoy al instituto- Rosa me presentó y todos dirigieron sus miradas hacia mí. Uno de ellos tiene cabello azul y ojos rosas, el que está a su lado es igual a él pero tiene cabello negro y ojos azules y el otro chico tiene cabello castaño y ojos verdes.
-Encantado, soy Alexy, pero todos me llaman Alex!- El chico de pelo azul sepresentó y luego de decir esto me dio un beso en la mejilla- Ellos son Armin, mi hermano gemelo- Señaló al chico de pelo negro- Y Kentin- Señaló al de ojos verdes.
-Encantados!- Dijeron al unísono.
Estuvimos hablando varios minutos hasta que la campana sonó indicando el fin del recreo.
Tocaba clase de ciencias, así que nos dirigimos al laboratorio. Agradezco haber estado con Rosa y los chicos, si hubiera estado sola habría dado vueltas y me habría terminado perdiendo en el enorme instituto.
Subimos unas escaleras y llegamos. Cuando entramos, me senté junto a Armin, ya que era el único asiento libre.
Él sacó su PSP y comenzó a jugar.
-Eres gamer?!- Creo que mi emoción se nnotó de más. El único amigo gamer que tuve se había mudado hace dos años y ya no tenía a nadie con quien jugar.
-Si, también tú?- Como respuesta a su pregunta, saqué mi PSP y comenzamos a jugar. Estábamos tan entretenidos que no nos dimos cuenta de que la clase había comenzado y la "agradable" profesora nos confiscó las consolas. Genial.
Ahora tendré que retirar la consola en la sala de profesores.
Pasada la hora, la campana sonó y todos los alumnos se retiraron rápidamente, incluyendo a la profesora, mientras yo guardaba mis cosas tranquilamente. No había notado la prescencia de nadie hasta que me levanté de mi asiento y divisé a un chico sentado dos asientos detras de mi. Estaba escribiendo algo en una libreta y parecía muy concentrado. Tanto que nisiquiera notó que yo estaba mirándole. Era bastante alto, su pelo era blanco, pero lo que más me llamó la atención fueron sus ojos. Uno de ellos era amarillo y el otro era verde. Me quedé varios segundos admirando la preciosidad de estos. También me llamó la atención su ropa, era de estilo victoriano, igual que la de Rosa. ¿Serán hermanos? Me pregunté a mi misma. La verdad es que cuando lo piensas, son bastante parecidos.
Decidí dejar de mirarlo como una acosadora y traté de llamarle.
-Hola, mi nombre es Sucrette- Intenté sonar lo más agradable posible.
Él se quedó unos segundos mirándome y luego, como si hubiese reaccionado, se levantó de su asiento.
-Encantado, bella dama. Mi nombre es Lysandro- Luego de decir esto, tomó mi mano y depositó um beso en ella.
Intenté no sonrojarme pero no funcionó. Si antes parecía embobada mirándole, ahora parezco el triple.
-Dime, eres nueva? Nunca te había visto- Decidí reaccionar para no parecer retrasada.
-S-si, he llegado hoy. Todo esto es muy nuevo para mí ya que también me he mudado de ciudad.
-Espero que te sientas a gusto aquí- Sus palabras sonaron tan sinceras que es imposible no sonrojarse ante ellas- Bueno, ha sido un gusto hablar contigo Sucrette.
-Puedes llamarme Su- Esbozé una sonrisa.
-Hasta luego Su, espero verte pronto- Él me besó mi mano y se retiró.
Okey, ¿esto es real? Parece como las escenas de las películas.
Salí de mi embobamiento causado por la perfección de aquel chico y fui a recogermi consola que estaba en la sala de profesores. Luego me dirigí al patio para volver a casa.
En el camino, me encontré con Nathaniel. Estaba saliendo de la sala de delegados, dispuesto a volver a su casa, supongo.
-Hola Su! Cómo ha ido tu primer día?- Recordé lo que pasó con Lysandro, así que hice mi mejor intento por no sonrojarme y, milagrosamente, funcionó.
-Ha estado genial! Todos son muy majos aquí- Dije alegremente.
-Me alegra escuchar eso. La verdad es que yo quería preguntarte algo- Comenzó a sonar nervioso- Po-podrías darme tu número?- Al escuchar esto, por alguna razón sentí que comenzaba a sonrojarme. ¿Qué carajos me pasa hoy? Me sentí feliz ante la pregunta de Nathaniel.
-Seguro Nat!- Le dí mi número y luego de despedirnos estaba dispuesta a irme hasta que sentí que alguien me tomaba del hombro. Al principio pensé que era Nathaniel pero al girarme había tres chicas. Una de ellas era asiática y tenía cabello negro, otra tenía cabello castaño y piel algo morena, y la que estaba tomándome del hombro era rubia.
-Quién te crees que eres para hablar así con Nathaniel?- Dijo la rubia con tono arrogante. He captado, estas son las típicas plásticas del instituto.
-Perdona? Yo puedo hablar con quien quiera- Me solté de su agarre y estaba dispuesta a irme hasta que ella se acercó.
-Como te vuelva a ver acercarte a Nathaniel te las verás- Ha levantado su mano con intención de pegarme pero la esquivé.
-Que sepas que no me das miedo- Dicho esto me giré y comencé a caminar en dirección a la salida. Fue un segundo que pasó hasta que sentí mi cuerpo caer, y unos fuertes brazos que me sostenían.