Capítulo 21.

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La mano de Luke rozando mi cara me despierta.

-_______, despierta. He oído un ruido, tenemos que seguir caminando.

Me despejo rápidamente al abrir los ojos y ver los árboles. Ya es de día.

-Sí, vamos. Seguro que ya estamos cerca de la salida, estamos a punto de conseguirlo.

Luke me da un beso en la mejilla, nos ponemos de pie y seguimos caminando.
Me duele todo el cuerpo, pero al menos yo he dormido, mientras que lo más probable es que Luke haya estado todo el tiempo despierto. Soy muy egoísta, debería haber dejado que él descansara, y haber vigilado yo.

Después de media hora andando, oímos unos gritos. Mierda, mierda, mierda. Me quedo petrificada.

-Están cerca -susurra Luke-. Están muy cerca. Vamos.

Empezamos a correr. Tenemos que alejarnos rápidamente, o nos encontrarán.

Corre. Corre. Corre. No puedo pensar nada más. Me arden los pulmones. Me duelen las piernas. Sigue corriendo. Tenemos que continuar. Están cerca.

-¡Allí están! -grita una voz a lo lejos.

No, no, no. Por favor, no.

-Mierda, ¡por allí! -grita Luke, señalando una zona muy oscura del bosque, el manto de vegetación es muy tupido.

Corremos tanto como podemos.

Oigo un disparo.

Otro.

Otro.

Veo a Luke caer al suelo.

Me paro en seco.

-¡Luke! -grito. No reconozco mi propia voz.

-¡Sigue! ¡Yo los distraigo! ¡Enseguida voy a por ti!

-No voy a irme sin ti -digo. Y entonces veo su camiseta llena de sangre. Ahogo un grito y me llevo las manos a la boca-. ¡Luke!

-_______, ¡vete! ¡CORRE!

Sin saber cómo, empiezo a correr de nuevo, pero ya no siento el dolor. Tengo la mente en blanco. No puedo pensar en nada, solo corro. ¿Minutos? ¿Horas? No lo sé.

Por fin encuentro una carretera. Se me doblan las rodillas por el esfuerzo y me caigo al suelo.

Me despierto cuando dos policías, un hombre y una mujer, me dan pequeños golpes para que recupere la consciencia.

-Eh, hola -dice el policía. No respondo porque no me sale la voz. Todos los recuerdos me golpean la cabeza.

-Eres _______, ¿verdad? Hemos registrado toda la zona buscándote. ¿Qué ha pasado? -pregunta la mujer.

Entre los dos me incorporan y me ayudan a subirme en el coche patrulla.

-Luke... -consigo susurrar. Veo que los policías se miran entre ellos con una expresión muy seria.

-¿Luke? ¿Quién es Luke? -me pregunta el hombre amablemente.

Luke no estaba conmigo. No lo han encontrado.

-¿Te refieres a Luke Hemmings? -asiento con rapidez, incapaz de formar una sola palabra. Mi cabeza da vueltas-. ¿Luke estaba contigo? -vuelvo a asentir; cada vez me siento más confusa. Empiezo a marearme y los policías lo notan.

-Tenemos que llevarla a un hospital. De urgencia -dice el hombre mientras hace lo posible por mantenerme sentada en el asiento trasero del coche patrulla, ya que mi cuerpo pierde el equilibrio. No quiero desmayarme, no otra vez...

Abro los ojos y siento que el corazón me late desbocado en el pecho. Todo lo que veo es una pequeña luz blanca. ¿Qué es este sitio? Estoy totalmente desorientada. Luke...
Intento incorporarme a pesar de que me faltan las fuerzas, pero siento una presión fuerte en la mano izquierda. Alguien me está agarrando.

-¿_______? -una voz conocida susurra mi nombre en un tono que suena casi desesperado. Oigo un click y la habitación se llena de luz; me quedo ciega por un instante.

La habitación es blanca, al igual que las sábanas que me cubren y el camisón que llevo puesto. Miro a mi izquierda para averiguar quién sostiene mi mano.

-Mamá -mi voz suena ronca y estrangulada, pero al menos suena.

La mujer está algo despeinada, más delgada de lo que la recordaba, y tiene el aspecto de alguien que lleva mucho, mucho tiempo sin dormir. Parece cansada. Parece mayor.

Me dejo caer en sus brazos y ambas lloramos.

-Lo siento -susurro en voz tan baja que no estoy segura de me haya oído.

-No sabía qué había podido pasarte. Pensé que no iba a volver a verte nunca -dice ella.

-Siento haberte hecho pasar esto -digo, y la abrazo con todas mis fuerzas.

-Shh, no digas eso. Ya está. Ya está -susurra, pero no deja de llorar.

-Mamá, Noa... -digo, y el nudo en mi estómago es tan enorme que vuelvo a perder la capacidad de hablar. Mi madre sólo me abraza-. ¿Han encontrado a Luke? -pregunto cuando por fin me salen las palabras.

-Sí -dice mi madre, mirándome a los ojos. Pero algo me dice que la noticia no es tan buena como parece.

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⏰ Última actualización: Mar 27, 2016 ⏰

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