Prólogo: comienzo del conocimiento.

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Resulta ser que mi vida es tan rara como mi imaginación, soy tan silenciosa como el viento, pero tan poderosa como los huracanes. Suelo ser tan callada como tan salvaje, claro de buena manera. Solía vivir mi vida al trancazo sin importarme lo que los demás pensarán, no me importaba NADIE, absolutamente nadie más que yo. Me daba igual si el mundo se detenía, si seguía dando vueltas o no, si cada vez había más violencia o si el planeta o por lo menos mi comunidad cambiaba para bien.

Todo para mi, era simplemente un abrir y cerrar de ojos desapercibido, hasta que un día, sólo un día, bastó para que él cambiará mis pensamientos, mis días, mi humor, mi carácter, mi forma de ver la vida. Bendito el día que me hizo sentir algo a lo que estaba resignada. Amor, por primera vez alguien le hizo sentir amor a mi frío y hierro corazón, por primera vez alguien tuvo la llave que encajaba a la perfección en mis imperfecciones, por primera vez alguien me hizo sentir en lo alto de la cima. Pero... NADIE por primera vez, me había advertido que la caída sería la muerte en vida. Quede tan herida después de su partida que me hundi en una depresión gigantesca, jure nunca más volverme a enamorar, pero como siempre él que tiene la última palabra es Dios. Y él a decidido que vuelva a caer en las redes del amor,sólo que
... lo que yo creía amor realmente no era nada, no era más que una daga en la llaga, era tan sólo el comienzo de la cruda realidad. Era sólo el principio de llegar al amor verdadero. Pero no sería fácil, tenía que pasar por lágrimas, tristezas, dudas, inseguridades. Tenía que pasar por un verdadero mar negro, cosa que afrontare con valentía, puesto que no estoy sola, tengo a los mejores amigos confidentes del mundo, tengo a la mejor familia de todo el universo. Incluso a los enemigos más graciosos, pero voy más allá de esto. Por que lo quiero a él. Debo tenerlo a él.

Amor LegalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora