Ya las canciones no tenían sentido.
No me deprimían, y yo necesitaba estar triste o como mínimo con una carga encima para escribir, pero ya nada de eso pasaba, ni canciones, ni lugares, fotografías o lo que sea.
Ya no sentía vida, era como vivir en medio de la muerte o viceversa tú me has de entender. Una situación muy dura esa por la que pasaba.
Los días pasaban y yo seguía ahí, solo, sin una emoción que me guiara a escribir por lo menos unas lineas o una carta. La gente escribe cartas por montones, unas sin sentido y otras con menos sentido aun.
Así que un día me decidí, tomé el ordenador e inicié a escribir. Lo que escribo sigue sin ser interesante, pero lleno las paginas con letras y eso es un avance.
Como les decía, era una situación muy dura.
