Jenny, la joven de un diario y una investigación.

Parte 11. Déjenme recordar para luego llorar

/No se que día es hoy pero es de noche/

Me di la vuelta y cuando quise entrar el joven, me tomó de mi hombro y me dijo que era mejor que no entrara.

Yo entonces temí lo peor, entre ignorando la advertencia, cuando entre vi a mis dos padres en el suelo, un charco de grande al rededor, a su lado se veía a aquellos hombres que anteriormente me querían capturar, la muerte de mis padres parecía que ya había pasado mucho desde que me fui, no recuerdo desde cuando, veía como mis padres eran comidos por ratas. 

Las ahuyente con solo caer de rodillas, tome el rostro de mi madre, sólo veía en su rostro aquella paz de la cual jamás saldría.

De mi mente salieron los recuerdos, los abrazos de mi madre que me recibía al regreso de mi escuela, las despedidas con besos cuando me iba a la escuela, los días en los cuales me dormía con ella en sus brazos en los días de tormentas y relámpagos,  los días a los cuales papá me llevaba a comer helado, los días en los cuales papá me enseñaba matemáticas y los días de mis cumpleaños. Ya nunca regresarán, Nunca más volverán a mi aquella felicidad y protección al recibir un abrazo. Jamás.

Entonces mis pensamientos se interrumpieron al escuchar llantos de bebés. Rápidamente me pare y corrí hacía la puerta de mi cuarto.

Ahí los vi, eran dos pequeños bebés de que parecían morir de hambre.

Corrí hacia afuera y le pide al joven que me diera algo de comer, el acepto y me ayudo a cuidarlos y alimentarlos. Al final ambos los cubrimos en sábanas y los pusimos sobre el sofá, le agradecí y luego el me sonrió. Ambos fuimos a enterrar a mis padres; Nos costo algo de trabajo pero al final lo logramos, me dejo a solas frente a las tumbas de mis padres y susurre.

"Mamá... Papá... Perdón... Perdónenme" Una lágrima salió y me dolió, mi corazón se estremeció al recordar las discusiones, me acorde de que en una pelea enfrentando me a mis dos padres.

"Jenny, ¿Por qué sacaste un cinco en matemáticas?... Te dije que estudiaras... Acaso no te importa tu futuro?...

Yo respondí con enojo. "Ya basta mamá... Cuando se mueran ya no tendré que soportar tus regaños..." Ese día me encerré en mi cuarto y cuando pensé en disculparme, me acerque a la habitación de mis padres y escuche los llantos de los dos. Me dolió y me fui llorando en silencio a mi cuarto, ese día fue terrible y lo peor es que nunca pude disculparme... Ahora que estoy frente a ellos... Y aún recuerdo las palabras que agregue al otro día que me regañaron por no dejarme ir al cumpleaños de una amiga, "¿Por qué no me tocaron unos mejores padres?" Dije con el tono más molesto y grosero de mi vida, ahora me arrepiento... Me pregunto ahora, ¿Por qué no les pedí perdón cuando aún seguían vivos?

Entonces sentí como algo me abrazo rodeando me del cuello.

"Ojalá nunca crecieras mi pequeña... " Esa voz grave y ronca de mi padre, mi voz se hizo un nudo y mis respiraciones pesadas, gire mi cabeza y ahí lo vi, aquel árbol en la que me dijo aquellas palabras, ambos sentados sobre una de las ramas de aquel árbol, mientras me abrazaba y me contaba un cuento de caballería. "Ojalá nunca crecieras mi pequeña Hally..." Y yo susurre "Ojalá nunca te hubieras ido papá".

Cuando me levanté escuche aquella discusión de mi hermana con mis papás "¿Por qué no se mueren y me dejan en paz?" Yo ese día no me renegué y sólo la vi, gritando, sólo por que no la dejaron ir con sus amigos a una fiesta.

Me levanté y cuando empece abrir la puerta vi a aquel joven jugando con mis hermanos, me acerque a el y le dije.

"Perdón... Se que me advertiste que no culpara a nadie pero... Pero... Creo que me siento culpable" dije con aquel nudo en mi garganta. El solo me miro y dijo "Ellos te amaban, no te culpes" dijo y con eso me iba a desplomar en el suelo si no fuera por que me sostuvo y me dijo. "Tranquila... Todo esto va a..." No lo deje terminar cuando dije "¿Hay alguna forma de olvidar a tus padres? Aquellas personas que te daban amor y protección... ¿Alguna vez sentiste esto?... En ese caso... Cuanto lo siento... Lloremos juntos si quieres... En estos momentos no existe aquellas palabras de... Que si lloras no eres hombre... Llora y llorare contigo... Abrazarme y te abrazare tratando de recordar aquel abrazo cálido de tu madre..." Dije con la mirada baja, vi como unas gotas se impacta han contra el suelo, no eran mías.

Cuando eleve la mirada lo vi... Lo vi llorando... Y me jalo hacia el y me abrazo, yo correspondí, ambos lloramos y nos abrazamos en nuestra des consolación, intentando recibir la consolación de nuestros padres en un abrazo, nadie dijo nada, la noche cayó y nos separamos. Tome a los bebés de los brazos, pero entonces el se ofreció para ayudarme, caminamos, caminamos y sin decir nada vimos a los bebés durmiendo. Cuanta lástima me dan mis propios hermanos. Nunca sabrán de nuestra madre ni de nuestro padre.  Cuanto lo siento.

Llegamos y nos instalaron una habitación.

Se llevaron a los dos y los deje a su cuidado.

Ahora escribo, con la esperanza de despertar de esta pesadilla. Aún espero mi despertar. Quiero despertar alado de mi madre en sus brazos o en el regalo de mi padre frente a la fogata o frente a una película familiar, donde todos la estábamos viendo. Cuanto espero mi despertar.