Hannah es para ti. -Susurro Anna pasándome un papel doblado por la mitad.
Lo desdoble con el seño fruncido y distingui una letra cursiva con las palabras "Tu y yo mañana al cine" Arrugue aun mas el seño mientras lo releía una y otra vez. Gire un poco mi cuerpo encontrándome con unos ojos azules clavados en mi, rodee los ojos al distinguir al escritor de dicho papel. Antes de girarme vi como guiñaba un ojo con una sonrisa coqueta. Una vez devuelta a mi postura inicial, decidí hacer una bola de papel con la nota y tirarla de un tiro certero al tacho de basura.
Cuando por fin toco el timbre, junte mis cosas y salí a toda prisa. Mi casillero se encontraba al otro lado del instituto, por lo cual demoraría un buen tiempo en ir y volver rápidamente a la clase de historia. Que para mi mala suerte quedaba muy alejada de donde guardaba mis respectivos libros. Frustrada por la cantidad de personas acumuladas en el pasillo, trate de hacer un espacio y dirigirme lo mas rápido posible al respectivo lugar.
Apenas cerré mi casillero, dos manos se pusieron a cada lado de mi cabeza, sintiendo una respiración rozando la parte alta de mi cabeza. Me di vuelta lentamente, encontrándome con los ojos azules tan característicos de Alex. Su rostro se encontraba tan cerca del mío, que cualquiera que nos viera pensaría otra cosa.
¿Qué quieres joder? Estoy llegando tarde a clases –Hable para luego soltar un suspiro, tratando de demostrarle que no me agradaba en lo mas mínimo su presencia. Sin embargo lo único que hizo fue elevar una ceja mientras que sus dientes perfectamente blancos se asomaban.
¿Por qué tan borde Muñeca? -Solté un bufido al escuchar ese apodo viniendo de el.- Necesito pedirte algo. -Ya me lo venia venir-
Si queres que haga tus deberes de matemática, déjame decirte por enésima vez que no -Conteste mostrándole una sonrisa sarcástica, mientras me escabullía por debajo de su brazo para seguir mi camino.
Solo quiero una cita contigo –Pare en seco al escuchar como esas palabras salían de su boca. El pasillo se encontraba totalmente vacío, lo cual era completamente raro, base a esto sus palabras habían sonado como eco. Me di la vuelta encontrándome otra vez con sus envidiables dientes. Mi cabeza seguía sin creer lo que había dicho, nunca habíamos hablado antes, susurre un aturdido "¿Que?" -Como escuchaste Muñeca solo quiero una cita –Dijo mientras se acercaba a mi, por instinto comencé a retroceder.
Mira no estoy para bromas, la respuesta es no. Mejor ve y pídele a otra que caiga en tus trucos.- Vi como su entrecejo se arrugaba al igual que su nariz, y su sonrisa se había ido apenas había empezado a hablar. Me di la vuelta y seguí mi camino. Como era de suponer llegue tarde a clases, sin embargo el profesor me lo perdono dejándome pasar.
El día de hoy era literalmente un asco. Estábamos en pleno otoño, el cielo estaba repleto de nubes de distintos tonos de grises. En cualquier momento se largaría una gran tormenta. Mal día para venir caminando y además de eso desabrigada. Apenas salí por la puerta del instituto, el viento frio golpeo mi cuerpo, haciéndome maldecir a mi misma por no haber traído una campera mas abrigada. Comencé a caminar a mi casa la cual estaba a unas treinta cuadras del instituto. Cuando iba por la mitad del camino senti una gota chocar contra mi mejilla. Maldecí internamente mientras aceleraba el paso. Cuando estaba maso menos a unas ocho cuadras, un auto estaba al lado mío siguiendo mi paso y sabia exactamente quien era el dueño. Trate de no darle importancia, hasta que vi como se bajaba el vidrio del lado del copiloto y gritaban mi nombre.
Agarraras un resfriado sino subes – Grito mientras yo seguía mi camino. Antes refriada a tener que compartir un espacio contigo, pensé. No había vuelto a gritar por lo que sonreí al pensar que se había rendido. La lluvia empeoraba segundo tras segundo. Baje la miraba poniéndome la capucha encima de mi cabeza. Cuando levante la vista mi cuerpo había chocado con otro, no tuve tiempo de reaccionar cuando unos brazos me levantaron haciendo que mi vista quede frente a una espalda y mis pies en el abdomen del dueño del auto.
Suéltame Puértolas– Grite mientras escuchaba su risa. Para mi suerte unos chicos riendo pasaban por delante nuestro así que decidí gritarles- ¡Ayuda! ¡Me esta secuestrando, ayuda!. -Los chicos de golpe pararon de reír y velozmente se acercaron a nosotros, deje escapar un suspiro de alivio.
Alex hermano tanto tiempo. -Dijo uno de los chicos con una sonrisa en su rostro. Mi rostro se desfiguro al escuchar que esos chicos lo conocían.
Chad que gusto verte, me quedaría pero esta lloviendo y tengo que llevar a mi chica a su casa– Mi rostro puso una expresión de furia al escuchar eso. Al ver que se iban les volví a gritar.
"Idiotas no soy su chica, me esta secuestrando –Grite mientras pateaba su abdomen y golpeaba su espalda. Sabia que mi reacción era infantil, pero la de el era aun mas. Seguía gritando que me baje, cuando sentí una palmada en mi trasero. -ALEX BAJAME YA MISMO!. -Hizo caso omiso a mi comentario y siguió caminando a su auto. Una vez ahí subió rápidamente a su auto, sacudió su pelo ya un poco largo, haciendo que varias gotas me salpicaran. Puso un poco de música y estaba sonando una de mis canciones favoritas de Ed Sheeran, por lo cual comencé a cantar o mas bien susurrar la canción. El auto se detuvo justo en frente de mi casa, espere a que sacara el seguro y salí en dirección a mi hogar. Escuche su puerta cerrarse y unos pasos detrás de mi, saque mis llaves y la puse lo mas rápido en la cerradura. Cuando gire la manija, su mano me giro y sus labios chocaron con los míos, lo empuje rápidamente volteándole la cara de un cachetazo, su perfil quedo a mi vista, se giro lentamente y tomando mi nuca me acerco nuevamente a el. Golpie su pecho tratando de alejarme pero sus labios hacían cada vez mas presión en los míos. Por instinto comencé a moverlos al compas con los de el, me deje llevar por el momento, mientras sentía su sonrisa en la mitad del beso. Sus manos bajaron a mi cintura y fueron mis manos las que se instalaron en su cuello acercándolo mas a mi. Mi cabeza no razonaba lo que hacia y para que negarlo, Alex era realmente apuesto, pero su personalidad de mujeriego le sacaba todo lo encantador. Se separo de mi, mirando mis ojos, los cuales al lado de los suyos eran horribles.
Espero que solo a mi me des las gracias así.- Susurro sin quitar su vista de la mía. Me apego mas a el, si eso era posible y con su nariz acaricio la mía, haciéndome cerrar los ojos. No se que me estaba pasando, yo no reaccionaria así. -Mañana a las 8 paso por ti.- Volvió a hablar alejándose de apoco y caminando de espaldas al auto. -Por cierto, lindo trasero.- Dijo mientras se giraba caminando a su auto. Su ropa estaba pegada a el por culpa de la lluvia. Vi como se alejaba riéndose y cuando reaccione el ya se había ido.
Idiota –Susurre para mi misma, adentrándome en mi dulce hogar.