¡Lo he visto! Claro que lo he visto. Mirándome desde aquella mesa, alejado de la multitud, como siempre lo ha estado.Claro, ha bajado la cabeza sonrojado, porque lo había descubierto. Mis amigos trataban de llamar mi atención, pero mis ojos solo tenían atención hacia él.
Mi cuerpo volteó traicionero, y cuando intenté visualizarlo nuevamente no logre verlo.
Bufé.