Capítulo 1

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Todo comenzó un día de Marzo faltaban dos semanas para mi cumpleaños estaba muy entusiasmada por que cumpliría 12 años y ya faltaría menos para mi graduación, todo iba bien solo que en el receso se me ocurrió hacer una broma, pero también era para saber si los rumores eran ciertos de que mi mejor amigo estaba enamorado de mi, y hací que yo ya iba hacer una idiotez.

Estaba comiendo mi almuerzo mientras que Brenda plática a con una amiga hací que pensé que era el mejor momento para hacerlo.

—Brenda.

—Que. –No hizo contacto visual conmigo algo muy común.

–Creo que me gusta alguien.

—¿Que? ¿Quien es? – No la había visto hací de sorprendida por algo que le comentara ya que no soy una persona con una vida interesante, en ese momento pensé que era una mala idea lo que acababa de decir pero ya era demasiado tarde para arrepentirme así que tenía que continuar.

—Es David, como es mi mejor amigo no creo que funcione. –Trate de sonar como si estuviera triste ella me vio, tenía los ojos con un brillo que no entendí en ese momento.

—Debo decírselo a David. –Con un rastro de entusiasmo que nunca le había visto.

—No por favor, please, please. –Trate de suplicarle para que no dijera mi tontería, no quería problemas esa era la ventaja de ser una persona seria no te hablan.

En ese momento me di cuenta que aquello fue una mala idea, cuando volví a ver a la dirección de Brenda ya no estaba se había ido, ahora me daba cuenta que no debí de haber seguido el consejo de David rompí mis reglas solo para tener más compañía, busque con la mirada tarde un poco pero la encontré estaba corriendo yo fui tras de ella para decirle que era una broma tratar de convencerla que fue una simple mentira para divertirme, bajó las escaleras y no se a donde se fue hasta que la ví que me señaló había llegado demasiado tarde ya le había dicho, estaba tan molesta no quería verlos ella por chismosa y el otro por creerle, prefirí irme antes de dar largas explicaciones de porque lo hice.

Sigo pensando porque le creyó el sabe que no quiero a nadie ni nadie me quiere, soy como un fantasma no ven pero yo observo cada cosa que realizan, escucho todo pero no comento y era  perfecto, era una herramienta y ellos mi entretenimiento.

Me refugio en uno de mis lugares favoritos de la escuela en ese lugar no había mucha gente ahí casi siempre platicamos David y yo.
Me puse a pensar en lo que había hecho y todo lo que provocará una simple broma.
Todo estaba mejor cuando no dije aquello no estaría con este aprieto, bueno tal vez antes de notar el extraño comportamiento de mi amigo o mejor cuando no me hablaba, si creo que era mejor no me importaba la gente y yo no les importaba era más sencillo, ahora siento lo complicado que es hablar con la gente no comprendo como no se vuelven locos.

Que descuidada fui parece que no pude buscar una persona más indiscreta para contarle aquella mentira creo que me había dado tanta curiosidad que llegue demasiado lejos, normalmente soy más fría y calculadora. Soy una tonta, tonta, tonta; así me estuve atormentado hasta que una voz llamo mi atención.

—Lia, al fin te encuentro.

Me sorprendió escuchar aquella voz a la que siempre le contaba todo y quería a mi lado pero en este momento solo quiero que se aleje y me deje con mís pensamientos.


—Vete de aquí, dejame estar sola, por favor. – Estaba tan enfadada necesitaba deshacerme de aquello no quería desquitarme con el, no me había hecho daño, el simplemente quería respuestas por mi mentira que le ha traído ilusión a pesar de ser clara de que no quería tener novio aun así solo fue el daño colateral.

Metamorfosis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora